Hace unos meses os hablábamos en estas mismas páginas de la fructífera y exitosa relación entre los coches y el cine. Pues bien, en este post te vamos a hablar de las películas que, no es que salgan coches, es que son los coches los que acaparan la atención total. Son las llamadas «road movies», en las que los vehículos acaparan casi todo el portagonismo, porque la acción gira por completo alrededor suyo. ¿La razón? Pueden ser varias: que la peli vaya sobre una persecución, que haya carreras de coches dentro de la trama que al final se convierten en el «leit motiv» de la película. Aquí van unos cuantos.
Ford V8
Echando la vista atrás, y repasando algunas de las «road movies» que nos han impactado -con sus correspondientes coches- nos encontramos con el clásico Bonnie and Clyde, de Arthur Penn.
La pareja de bandidos más famosa de la historia del cine huía de la policía, tras sus numerosos atracos y crímenes, a bordo de este de Ford V8 robado por Clyde. Protagonista en el celular… Y en la realidad, pues debe recordarse que la película fue basada en hechos reales. El coche es un Ford V8, la serie de sedanes creados por el fabricante norteamericano Ford Motor Company en 1935. Se trataba de una serie de coches que compartían algunas soluciones mecánicas, como ser su plataforma y su mecánica, compuesta principalmente por su motor V8.
Dodge Monaco. 1974
En Granujas a todo ritmo -como fue traducida en España- de road movie, aunque sí es cierto que el vehículo tiene un significado especial. Y además, resulta un coche que personalmente me gusta mucho, vestido d epolicía, el Dodge Monaco. Y hablando de coches de policía, ¿quién no se acuerda de la serie «Canción triste de Hill Street»?
El Dodge Monaco era un automóvil de tamaño grande construido por el fabricante estadounidense Dodge entre los años 1965 y 1978. Fue diseñado como respuesta competitiva al Pontiac Grand Prix, en 1975 surge el Royal Monaco compartiendo ambos (Monaco y Royal Monaco) el mercado por un tiempo. Dejó de producirse para volver en 1990. Sin embargo, se trataba de un vehículo completamente diferente al grande y poderoso de los años 1970.
Buick Roadsmaster. 1949
Rain Man es una espléndida película multipremiada y espléndidas actuaciones de un Dustin Hoffman en plena, no ya madurez, sino un poco de vuelta, y un Tom Cruise que empezaba a despuntar. El Buick Roadsmaster que completa el «reparto» es el complemento ideal a la trama, en la que el autista interpretado por Hoffman se empeña en ponerse al volante del bonito modelo. El viaje por las carreteras americanas -el autista no quiere ir en avión- nos permite ver unos paisajes muy variados de EEUU.
Ford Thunderbird. 1986
Thelma y Louise son dos amigas que deciden huir y dejar atrás su monótona vida, interpretadas por Susan Sarandon y Geena Davis. El Ford Thunderbird que aparace en pantalla y en el que al final se tiran por un barranco monopoliza gran parte de la acción, con persecuciones incluidas.
El Thunberbird que aparece en la película pertenece a la décima generación del vehículo de Ford. La creación de este coche se atribuye a un antiguo ejecutivo de General Motors, Lewis D. Crusoe, un vicepresidente de Ford, George Walker y un diseñador de Ford, Frank Hershey.
Entró en la producción para el año 1955 como un modelo de automóvil deportivo de dos plazas, pero, a diferencia del similar Chevrolet Corvette, el Thunderbird nunca fue vendido como un verdadero automóvil deportivo. Ford lo describió como un coche de lujo personal, una descripción que nombró a un nuevo segmento del mercado.
Dodge Dart. 1980
No es el único vehículo que aparece en Y tu mamá también, pero sí el verdadero protagonista del viaje por las carreteras mexicanas hasta la playa virgen prometida. Para mi gusto, una película algo «especial» que no me acabó de convencer.
Vamos con el coche, el Dodge Dart: es un automóvil construido por la división de Dodge de la Corporación Chrysler, se fabricó entre 1960 y 1976 en América del Norte, con una producción que se prolongó varios años más en otros mercados. La versión que sale en la película es de 1980.
¿Chevrolet Corvette? 2006
El protagonista de Cars lo ponemos entre interrogantes porque aunque se trata de un vehículod e NASCAR, Rayo McQueen presenta una apariencia cuyas líneas parecen inspirarse en las del mítico Chevrolet Corvette. La película constituye un verdadero manual para que los niños aprendan infinidad de marcas y modelos de automóviles al mismo tiempo que se divierten con ella.
Volkswagen Station Wagon. 1978
Las furgonetas también tienen cabida en este post. La más tierna de cuantas películas aparecen en esta lista… Y la más accidentada: los problemas mecánicos de esta vieja furgoneta que aparecía en Pequeña Miss Sunshine se mezclan con los que presenta la desestructurada familia que protagoniza esta cinta. Un viaje por el suroeste de Estados Unidos para reecontrarse con los valores familiares. Una mítica furgoneta del grupo alemán que a mí personalmente me gusta mucho.
Mercedes-Benz 280 SE
Cuidado, que aquí nos encontramos con el coche «menos apropiado» para el fin de la peli, que es de lo más gamberra y divertida: Resacón en Las Vegas. Todo un clásico este Mercedes 280 SE -yo tuve un 250 S muy parecido-. Atención a los faros antiniebla y al frontal que parece que nos está sonriendo. Una delicia de coche que debería haber aparecido en más filmes, ¡qué demonios!
Dodge Charger
El clásico de Stanley Donnen Dos en la carretera rompió esquemas en su época, al tratar un argumento de forma no lineal. Un matrimonio y un montón de kilómetros por delante son el hilo de esta magnífica película. El coche era un Dodge Charger, un automóvil estadounidense producido por la división Dodge de Chrysler. Existen muchos y diferentes vehículos de Dodge, en tres diferentes plataformas, conformando la linea Charger: Asociado generalmente con un modelo de rendimiento en la gama Dodge, sin embargo, también se ha llevado a un Hatchback, un Sedan y a un coupe.
Interceptor (Ford Cleveland 351 V8)
No, no nos hemos olvidado de una de las películas futuristas mejores jamás rodada: Mad Max. En un futuro -que esperemos que no llegue-, donde no hay nada, un superviviente se rebela contra los criminales, que han matado a su familia. Uno de esos -como yo les llamo- «papeles franquicia» que recayó en Mel Gibson. Ahora te voy a habalar de su vehículo un poco: para la primera parte de la saga solo se construyó uno, que montaba un motor Ford Cleveland 351 V8, de 300 CV y 515 Nm de par máximo. Obviamente, está retocado estéticamente para darle esa apariencia salvaje que se respira en toda la película. En la segunda entrega, y tras una recompra del coche, éste solo se uso para planos cortos, mientras que otra preparación fue usada para las persecuciones y el accidente final que lo destruyó. Si queréis verlo, ahora descansa en el ahora descansa en el Cars of Stars Museum, en Gran Bretaña.
Fuentes: IMDb, Ecomotor
Galería de imágenes de Road Movies: