Los suecos de Saab, propiedad del grupo holandés Swedish Automobile (la antigua Spyker), han podido pagar por fin el pago del salario atrasado del mes de julio a 1.600 trabajadores. Esto ha detenido la solicitud de suspensión de pagos con la que amenazaban los sindicatos de la empresa.
Saab ha logrado encontrar los fondos necesarios para abonar los sueldos de estos empleados administrativos, que representan casi la mitad de la plantilla total de la compañía, después de que la dirección de la firma decidiera retrasar el pago hasta encontrar la financiación necesaria.
Una portavoz de la corporación escandinava explicó que la marca de automóviles necesita alcanzar un acuerdo en relación con un plan de entregas de componentes con sus proveedores, ya que la producción de la firma lleva parada desde hace semanas por problemas de suministro. Gustavs indicó que según la visión de la filial de Swedish Automobile la actividad productiva no se retomará “como muy pronto” hasta el próximo 29 de agosto, a causa de los problemas de pago a los proveedores.
En las últimas semanas, el consejero delegado de Swedish Automobile, Victor Muller, ha logrado alcanzar acuerdos de financiación y colaboración para Saab con diferentes empresas, entre las que se encuentran las chinas Pang Da y Zhejiang Youngman Lotus Automobile.
Antes de esto, Saab ya había vendido en junio un 50,1% de las acciones de Saab Automobile Property AB (Saab Property), por 28 millones de euros. Un consorcio sueco de inversores en bienes inmuebles. Así, vendían su fábrica de Trollhättan 483.000 m2 de espacio construido para luego alquilarla por 15 años.
También se intenta que el financiero ruso, Vladimir Antonov tenga el visto bueno del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para realizar una inversión en Saab, que le permita de una vez por todas acabar con sus problemas de de liquidez. El BEI había financiado a Saab, por lo que cuenta con un derecho de veto sobre la entrada de accionistas en el capital del fabricante escandinavo.
Aunque por ahora el BEI mantiene el veto, un portavoz de Antonov mantiene sus intenciones de entrar en el accionariado de Saab. Para ello, pretende pagar un crédito que él había concedió a Swedish Automobile, la matriz de Saab.
Saab afronta una complicada situación financiera que le ha impedido abonar determinados pagos a sus proveedores. Estos, a su vez, han suspendido el suministro, lo que ha obligado a la firma a suspender la producción. La marca nórdica ha reconocido que no podrá reanudar su actividad productiva antes de finales de agosto.
Fuente: EFE