La seguridad en la navegación aerea exige una tarea constante de vigilancia y mantenimiento de todos los elementos que intervienen en el transporte por aire. Desde los aviones hasta las pistas, que deben estar siempre en perfectas condiciones para permitir despegues y aterrizajes seguros.
Las pistas de los aeropuertos necesitan un mantenimiento permanente que garantice a los pilotos aterrizar con amplios márgenes de seguridad. Para comprobar su estado, Aena realiza un test de adherencia llamado «Comprobación del coeficiente de fricción» que permite a los responsables de mantenimiento de cada aeropuerto controlar su estado y mantenerlas en perfectas condiciones.
Saab tiene un papel destacado en este proceso. Desde hace treinta años, y en numerosos aeropuertos de todo el mundo, los coches de la marca sueca se utilizan para verificar que la superficie de las pistas garantiza a las ruedas de los aviones la adherencia necesaria para despegar y aterrizar sin problemas.
Para ello, se utiliza una quinta rueda, situada en la parte trasera del coche, que baja hasta el suelo gracias a un sistema hidráulico. Los Saab, especialmente modificados, recorren las pistas a gran velocidad simulando con esa quinta rueda las condiciones que puede encontrar el tren de aterrizaje de un avión. Una serie de sensores electrónicos colocados en esa rueda trasladan a un ordenador todos los datos que permiten a los técnicos comprobar el estado real de la pista, calcular el coeficiente de fricción y con ello el nivel de cumplimiento de los standars internacionales.
El proyecto SFT (Saab Friction Tester) demuestra una vez más la estrecha vinculación entre Saab y la aeronáutica. Saab Automobile nació diez años después de la creación, en 1937, de Saab Svenska Aeroplan Aktiebolaget (Compañía Sueca de Aviación). Pero el proyecto SFT, creado a mediados de los años setenta, no es sólo una cuestión de tradición. Los test de fricción exigen datos muy precisos y la rigidez y buen comportamiento de los chasis Saab permiten a los técnicos realizar su labor con eficacia.
Los servicios técnicos de Aena llevan a cabo con el 9-5 un completo programa de vigilancia del estado de las pistas de aeropuertos de todo el país. Por ello, la presencia de estos coches trabajando en los aeropuertos o circulando por las pistas ya es familiar para muchos viajeros. Y además, un motivo de tranquilidad. Su actividad indica un trabajo constante para mejorar la seguridad.