En caso de que te estés preguntando cómo es que Skoda ha decidido oficialmente reimaginar un biplaza olvidado con un sobrenombre como “coche vampiro”, tenemos que decir que hay muchas respuestas posibles. La más simple sería que se trata de una artimaña de marketing de la firma checa. Skoda tiene una serie en curso llamada “Los iconos se renuevan”, y esta es una parte integral de ella como lo es el eVoiturette visto en julio.
Ciertamente, la respuesta etérea sería que los artistas digitales trabajan de formas misteriosas. Como siempre, la verdad probablemente esté en algún punto intermedio. Entonces, para esta reinvención en CGI que también vio a la única furgoneta checa jamás fabricada (modelo 1203) convertida en una autocaravana muy agradable a la vista, aquí está el Skoda Ferat “Vampiro” si se le trajese a la vida como un nuevo deportivo de referencia. Ahora, tratemos de explicar de qué se trata todo esto, no vaya a ser que nos hagamos ilusiones sin motivo aparente.
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De acuerdo con la marca, “la historia de Skoda está llena de vehículos únicos”. El Ferat original es sin duda uno de ellos, ya que inicialmente se concibió como un prototipo cuya base estaba en el Skoda 110 Super Sport. Gestado en 1982, en los años venideros recorrió todas las salas de exposición y exhibiciones de automóviles en la República Checa, se afinó en el extranjero y también apareció en publicaciones promocionales. Esa línea, probablemente, no funcionó, por lo que su vida dio un giro muy peculiar. Se convirtió en una estrella automotriz del cine.
El prototipo pasó a protagonizar la película Upír z Feratu (El Vampiro de Ferat)de 1981, donde se modificó para parecer un “coche vampiro”. Según IMDB, esta es la trama de la película: “El doctor Marek (Jiří Menzel) se asombra cuando su amada enfermera Mima (Dagmar Veškrnová) firma un contrato con el fabricante extranjero ‘Ferat’, con el fin de trabajar para ellos como un piloto de rally. Un compañero médico le hace creer que la sangre humana está siendo usada como combustible para el coche siempre vencedor de Mima. Pero, ¿realmente funciona?”.
Pintado en negro, el deportivo recibió unos faros rectangulares fijos y diferentes luces traseras, provenientes del Skoda 120, que estaba en desarrollo en ese momento. También se instaló un alerón trasero más grande, junto con llantas de malla dorada BBS de 15 pulgadas. Se suponía que tendría la apariencia de “Ferat Vampire RSR” (como se acabó bautizando) solo durante el rodaje de la película, pero la firma checoslovaca decidió mantener dicha apariencia siniestra, puesto que resultó ser bastante popular y nadie en la compañía estaba en desacuerdo.
No vamos a criticar a nadie por no haber visto la película, ya que se estrenó hace no menos de cuatro décadas. Pero Skoda es actualmente socio de la Comic Con de Praga. Entonces, todas las estrellas se alinearon para que un diseñador francés llamado Baptiste de Brugiere tuviera la oportunidad de reinventar el prototipo en algo digno de esta época. Este ejercicio digital ultra angular llega además en el momento más adecuado, ya que el Ferat Vampire RSR celebrará en breves su cuadragésimo cumpleaños desde que protagonizara el filme local.
Ahora bien, este homenaje del Ferat no está exactamente vivo, a pesar de que Skoda ha usado palabras que implicaban que esta rareza “volvería a la vida”. En cambio, solo estamos tratando con algunos bocetos virtuales de un “vampiromóvil moderno”. Por supuesto, no hay detalles técnicos de los que hablar, aunque fácilmente podríamos imaginarlo impulsado por un motor a reacción (ojalá) o, más probablemente, un motor eléctrico de gran potencia. ¿Te imaginas ver uno acercándose por la noche en la autovía a toda velocidad? Sería cuanto menos… Curioso.
Fuente: Skoda
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