A finales de enero General Motors llegó a un acuerdo con el fabricante holandés Spyker para la venta de Saab. De esta forma se ponían fin a los rumores que indicaban que Saab estaba condenada a la desaparición por falta de compradores. Nada más lejos de la realidad, la firma sueca seguirá produciendo sus característicos modelos gracias al apoyo de Spyker.
El acuerdo se vino a confirmar el 26 de enero, cuando en Tollhätan, Suecia, General Motors y Spyker Cars confirmaron la venta de Saab. En el comunicado oficial vinieron a decir que la transacción se espera que se complete en febrero. El banco alemán Deutsche Bank actuó como asesor financiero para la marca norteamericana.
En otro orden de cosas. El último Saab 9-5 de la actual generación salió de las líneas de producción el pasado 1 de febrero. El vehículo, de color plata Griffin y la variante SportCombi del mismo. Desde su lanzamiento se han fabricado casi medio millón de unidades, desglosadas en 252.236 sedans y 231.357 SportCombis. Al mismo tiempo salía el primero de la nueva generación.
El sustituto será comercializado en breve con una serie de interesantes novedades: reposacabezas delanteros activos (SAHR), asientos ventilados, consola de mandos que se atenúa por la noche, un filtro de aire interior de carboncillo y el turbo Saab BioPower flex-fuel.
La última unidad del actual Saab 9-5 irá a parar al museo de la marca en Trollhättan, donde se unirá a una serie de modelos ilustres del fabricante sueco.
Los compradores de automóviles de la marca por fin respirarán aliviados. Pueden estar tranquilos por la garantía de sus adquisiciones. La ley les ampara, pero nunca está de más que el horizonte de Saab se haya despejado definitivamente.