Adoramos la inocencia de algunos prototipos del pasado, que no pensaban en llegar a producirse, ni siquiera en aprovechar un detalle para un coche de calle. Se trataba de sueños de revolucinar el futuro. Y este coche era uno de ellos.
El Ford Gyron era un gyrocar de solo dos ruedas, que se mostró por primera vez en el Salón de Detroit de 1961 como concept car. Tenía una rueda en el frente y otra en la parte trasera, como una motocicleta, pero el automóvil se mantenía estable gracias a un sistema de giroscopios basado en las teorías de Louis Brennan.
Lógicamente, tenía sus limitaciones. Para empezar, cuando el vehículo estaba parado, dos pequeñas patas salían de los lados para apoyarlo y que se sostuviera en pie. Su velocidad máxima se reducía a cinco decepcionantes millas por hora (poco más de 8 km/h).
Pero el diseño de este biplaza (los pasajeros iban sentados uno al lado del otro), obra de Alex Tremulis, cautiva a cualquiera, de ahí que arrasase en el Salón. La línea está más cerca del siglo XXII que cualquier coche actual. Este diseñador había empezado su carrera en la aviación de Estados Unidos. Se dice que los dibujos de sus prototipos fueron los primeros donde se documentó la forma de platillos volantes para naves.
El coche era por completo de fibra de vídeo y, por desgracia, se quemó en un incendio que hubo en las instalaciones de Ford en 1962.
Solamente quedó un recuerdo de él, algunas fotografías y una hermosa maqueta de 21,5 pulgadas de largo (54,61 centímetros). Es la que ahora, el 13 de diciembre, subasta la casa Wright. Puede que un rico aficionado al diseño se haga con él y desarrolle una nueva versión funcional del prototipo. La verdad es que ha pasado medio siglo y los estabilizadores y giroscopios actuales seguro que podrían lograr que se moviese a bastante más velocidad.
Mientras eso no sucede, te dejamos con un vídeo de la casa de subastas. Nosotros seguiremos soñando con el Gyron:
Fuente: Wright
Vía: Autoweek
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