Si la saga Fast & Furious acelera tu ritmo cardíaco y cada vez que te sientas frente al televisor sientes más gasolina que sangre fluyendo por tus venas, esta noticia es sin duda es para ti. En Inglaterra hay una réplica perfecta, bueno, casi gemelo, del Toyota Supra naranja de 1993 conducido por Brian O’Conner (Paul Walker) en la primera entrega de la franquicia, The Fast & The Furious (2001).
El deportivo nipón de la firma de Aichi hizo acto de presencia a partir de la segunda mitad del cortometraje, pudiendo destacar dos momentos clave: la carrera contra el Ferrari F355 y la escena final, cuando compite contra el Dodge Charger de Dominic Toretto (Vin Diesel). Tras el éxito de las sucesivas películas, los coches protagonistas han revalorizado notablemente su precio, y no solo los que aparecen en la gran pantalla per se, sino también los del resto que aun quedaban pululando por las vías públicas.
La máquina empleada para el rodaje de la película es un ícono absoluto y se vendió por 185.000 dólares en 2015, unos 172.000 euros actuales. Afortunadamente, no necesitas tanto dinero para conducir un Supra y pretender que eres el protagonista de la superproducción de Hollywood. El ejemplar que estás viendo puede parecerse al que condujo Walker en la película, pero es una réplica que actualmente reside en Reino Unido. Si bien no tiene la providencia de la estrella de cine, es significativamente más barato: piden por él 29.995 libras esterlinas, unos 33.000 euros al cambio.
Pintado en el mismo tono Atlas Orange que el Lamborghini Diablo que se empleó en la película, el Toyota Supra vendido por Platinum Car Sale está equipado con el mismo kit estético que el coche utilizado para la filmación. El gran alerón trasero y las llantas de aleación plateadas de cinco radios son inconfundibles, al igual que la matrícula de California. Pero si bien el exterior es casi idéntico a la original, ciertamente se podría hacer algo más en el interior. Los asientos, de hecho, fueron tapizados en cuero blanco y naranja, mientras que los del filme eran azul y negro, y de tela.
Los ojos con vista de águila notarán que este ejemplar en particular es automático, algo que los más fanáticos de Fast & Furious pueden no aprobar. Bajo el capó no sabemos qué hay, pero un servidor apuesta por una unidad de seis cilindros atmosférica de 3.0 litros con 224 CV (2JZ-GE), las más económicas dentro del mercado de ocasión; los bloques turboalimentados (2JZ-GTE) están en otra órbita. Sin embargo, este coche no tiene como objetivo ser un arma de circuito. Este Supra, probablemente, terminará como un objeto de exposición en eventos automotrices.
Pero la mayor sorpresa con este Supra no la encontramos en su aspecto, sino en que esta unidad en particular solo ha recorrido 17.700 kilómetros. Como ya hemos visto, el precio de este gran turismo japonés se está disparando, así que, a pesar de lo geniales que pueden llegar a resultar las modificaciones, es tentador pensar en sí podría sacarse más dinero en caso de presentarse como un ejemplar completamente de serie. No se cotizará como las vertientes turboalimentada y transmisión manual, pero pocos atraerán tanto las miradas como este, ya sea de noche o de día.
Fuente: Platinum Car Sale
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