Aún no podemos ir al trabajo en taxis voladores, como pretende la compañía china Ehangs, pero sí podemos usar un Uber sin conductor y gratis (por tiempo limitado). En concreto se trata del Volvo XC90 y el Ford Fusion Energi (nuestro Ford Mondeo) adaptados a la tecnología autónoma de una startup que han comprado llamada Otto.
Uber se encuentra actualmente probando su tecnología autónoma por las calles de Pittsburgh, Pensilvania. Sin embargo, esto de ir solo en el vehículo no es del todo cierto, puesto que dentro de los coches se encuentra un conductor y un ingeniero para monitorear las decisiones del vehículo y tomar el control en caso de que el sistema falle.
La compañía lanzó esta iniciativa de manera gratuita a aquellos usuarios dispuestos a vivir la experiencia. El coche incluye un botón rojo «del pánico» que el pasajero puede pulsar en caso de que quiera detener el coche.
Una mala experiencia
El periodista del MIT Techonolgy Review, Will Knight, relató hace unos días su experiencia con esta propuesta de Uber, y adelantamos que no fue demasiado bien, aunque reconoce que el coche reaccionó correctamente ante la repentina aparición de peatones en la carretera y se sintió seguro. Sin embargo, «varias veces fue necesario que el piloto de emergencia asumiera el control. Una vez para que el coche no se quedara atascado detrás de un camión y otra para evitar a otro vehículo que realizó un giro repentino».
Afortunadamente, Knight no viajaba solo, y además contaba con un gran botón que podía pulsar para desactivar el sistema de inmediato. Para quitarle hierro al asunto, el periodista reconoce que Pittsburgh es una ciudad muy complicada para este propósito puesto que sus calles son estrechas, repletas de ciclistas y peatones y muy serpenteantes, además del factor climático. ¿Su veredicto? La tecnología autónoma está lejos de estar preparada para circular por nuestras calles.
Desde que inauguraron el Centro de Tecnologías Avanzadas en colaboración con la Universidad de Carnegie Mellon han estado trabajando para hacer realidad el transporte privado con tecnología autónoma. Hasta que se consiga instaurar sin necesidad de supervisores en el interior de los vehículos o que las inclemencias del tiempo impidan que sea seguro viajar. Estiman que para finales de 2017 tengan 100 Volvos autónomos circulando, aunque la legislación aún no permite que los coches circulen sin conductor.
Esperamos que este avance se haga realidad en los próximos años y, sobre todo, que no consigan hackear esta tecnología como ya lo han hecho con Tesla.