Un Bentley S2 de 1960 (el abuelo espiritual del Flying Spur) está en el centro de una redada de drogas en Australia, de acuerdo con la Policía de Nueva Gales del Sur. Las sospechas surgieron cuando el contenedor en el que se almacenaba el clásico sedán inglés tuvo que someterse a un examen de rayos X. Tras una extensa investigación, las autoridades allanaron una residencia en el área de Rooty Hill, donde se almacenaba el Bentley.
Las fuerzas del orden incautaron el Bentley, que originalmente se descubrió que ocultaba 155 millones de dólares australianos (aproximadamente 106 millones de euros) en drogas ilegales. Oficiales de policía especializados desarmaron el costoso clásico y encontraron 60 kilogramos de cocaína y la friolera de 160 kilos de metanfetaminas. Se dice que los presuntos delincuentes escondieron las drogas en las aletas, justo detrás de los faros.
Además del majestuoso Bentley S2, también se incautaron un Ford Focus y varios dispositivos electrónicos. Dos hombres, uno de 22 y otros de 23 años, fueron arrestados y enfrentan varios cargos, incluido el gran suministro comercial de drogas, la importación de drogas controladas en la frontera en cantidades comerciales y el manejo de bienes producto del delito. Para los sospechosos, esto debe haber sido un gran shock, inesperado.
La policía y las agencias de la patrulla fronteriza primero retiraron las drogas del Bentley antes de permitir que llegaran a su destino final. Las fuerzas del orden allanaron el alojamiento de los presuntos narcotraficantes mientras buscaban las drogas que habían sido retiradas. En una conferencia de prensa, el superintendente de detectives Grant Taylor dijo que los sospechosos estaban “cortando el vehículo con unas amoladoras angulares”.
Con suerte, la policía australiana no castigará al pobre Bentley S2 por su participación en esta redada de drogas. Se sabe que el gobierno filipino, por ejemplo, aplasta los coches, incluso McLaren y Bentley, pertenecientes a quienes participan en actividades ilegales, mientras que otros países optan por incorporarlos a su flota policial. El S2 no es el más adecuado para el uso policial, así que, lo más probable es que sea subastado y acabe con alguien que lo apreciará como es debido.
Fuente: Road and Track