Alemania es la clave. El país que ha visto con sus propios ojos uno de los mayores récords de autonomía. El protagonista, un coche eléctrico. El mérito cosechado, 605 km seguidos. Sin necesidad de repostar. Y encima, cuando llegó al destino final, su carga no había finalizado. Aún le sobraba un 18% de carga. Vamos para darse otra vueltecita. Increíblemente esperanzador.
El modelo un Audi A2. Propulsión eléctrica gracias a DBM Energy y su partner Lekker Energie. Y con ella, se llevó a cabo un recorrido que hace unos años hubiese sido impensable realizarlo con éxito (con una sola carga), Munich-Berlín.
Cabe destacar que hacemos referencia a unas baterías que más o menos tienen una carga de 300 Kg. Si a esto le sumamos el peso del vehículo y de sus conductores, entonces hacemos un total de 1.290 Kg. Baterías traseras con tecnología de polímeros de litio. Seguramente el peso os sorprenda y puede que el modelo hubiese podido realizar algún kilómetro más o que tenga esa posibilidad. Pero mejor ir poco a poco que sumarle demasiadas expectativas y terminemos por desencantarnos.
Según lo que comentan los que realizaron las pruebas, el consumo medio fue de 13.55 kWh/100 km. Con estos datos hay quienes creen que en circuito cerrado hubiese podidos sobrepasar los kilómetros abordados con creces. Alrededor de los 1.300 sin recarga posible.
Debemos ser conscientes de que el futuro se debe vestir de ahorro. Es decir, es necesario que todos los modelos eléctricos que se vayan produciendo, generen un consumo mínimo. Lo más probable es que para que esto se lleve a cabo, lo que debemos hacer es tener presente la importancia que debemos prestarle a la necesidad de frenadas regenerativas mejoradas, motores eléctricos bastante más eficiente y por supuesto, optimizaciones de marcha y motores eléctricos eficientes.
Que el rendimiento genere el menor consumo de electricidad es la fórmula exacta para que estos modelos tomen la fuerza suficiente que necesitan en el mercado. Los eléctricos mejoran a pasos agigantados y aún nos deben seguir sorprendiendo.
Vía | Spiegel.de