Parece que esta vez puede ser la definitiva. No es la primera vez que el vehículo eléctrico pretende hacerse un hueco en la muy competitiva industria de la automación. En la anterior ocasión, el cambio climático o la ecología no estaban tan de moda así que la presión de General Motors y las grandes petroleras del mundo consiguieron matar al coche eléctrico sin montar demasiado ruido.
Sin embargo, ahora, desde que un ex vicepresidente de Estados Unidos recorriera el mundo advirtiendo de un futuro apolipsis climático, la moda verde se ha convertido en un negocio billionario del que todos quieren sacar tajada. Es por tanto el momento propicio para la confirmación del coche eléctrico como alternativa principal para la movilidad en un futuro inmediato, y a juzgar por los datos conocidos es una posibilidad factible.
Según el fabricante de automóviles Opel, propiedad de General Motors, ya ha recibido más de 6.000 reservas del coche eléctrico de autonomía extendida Ampera. El vehículo es capaz de recorrer distancias de entre 40 km y 80km en modo eléctrico. Cuando la batería comienza a rozar los niveles mínimos se activa automáticamente un generador de gasolina que proporciona energía al motor eléctrico, permitiéndole recorrer hasta 500 km sin necesidad de recarga.
Tiene un consumo de 1,2 litros de carburante a los cien kilómetros con unas emsiones de dióxido de carbono de apenas 27 gramos por kilómetro recorrido. El Opel Ampera también ha recibido la máxima calificación en las pruebas de seguridad realizadas por EuroNCAP y junto con su «hermano», el Chevrolet Volt, que llegará al mercado europeo a lo largo del mes de noviembre, ha sido condecorado con el premio internacional Ecobest.
Vía: Finanzas