Si pensamos en marcas de automóviles con una extensa gama de deportivos, Audi se nos viene automáticamente a la cabeza. Que la marca de Ingolstadt tenga una versión deportiva de prácticamente todos sus modelos no es casualidad y tenemos que remontarnos a la década de los 80 para conocer sus orígenes. La gama S de Audi que conocemos hoy en día podríamos decir que tiene como primer antepasado al Audi Sport quattro S1.
Todo comenzó en competición y con pilotos de la talla de Walter Röhrl, pero tuvieron que pasar años para que la deportividad pasara a la carretera. Aprovechando la experiencia adquirida en los años 80, en el año 1990 es lanzado el Audi S2 Coupé, el primero de la saga. Llevaba una variante del motor de cinco cilindros turboalimentado que llevó el S1 de competición y que desarrollaba 220 CV. Tuvo bastante éxito y al poco tiempo llegaron dos variantes más: el S2 Avant y el S2 berlina. ¿Quieres conocer nuestra opinión más en detalle?. Continúa leyendo.
De los 231 CV del S1 hasta los 450 CV del S7 Sportback
El segundo modelo de la gama S fue el Audi S4, que en 1997 empezó a utilizar un motor V6 biturbo. Pero desde entonces la oferta de deportivos se ha multiplicado casi de forma exponencial. Los enumeramos: Audi S1 (3 puertas y Sportback), Audi S3 (3 puertas, Sportback, Cabrio y Sedan), Audi TTS (Coupé y Roadster), Audi S4 (berlina y Avant), Audi S5 (Coupé, Cabrio y Sportback), Audi S6 (berlina y Avant), Audi S7 Sportback, Audi S8, Audi SQ5 y Audi SQ7.
Se dice pronto, pero analizando vemos que se cubren prácticamente todos los segmentos y tipos de carrocería. Aunque podría encajar que todos llevarán mecánicas de gasolina, lo cierto es que el Audi SQ5 TDI introdujo el diésel a su llegada en 2012 y aunque ahora también es gasolina, el Audi SQ7 sigue la estela del diésel. El único punto en común que encontraremos en toda la gama es el uso de la tracción integral quattro, seña de identidad de la marca de los cuatro aros.
Las mecánicas que utilizan también son muy diferentes. El único cuatro cilindros es el 2.0 TFSI con 231 CV cuando es utilizado por los S1 y con 310 CV cuando lo montan en los S3 y TTS. Con el motor V6 3.0 TFSI de 354 CV están los S4, S5 y SQ5. Por encima está el V8 4.0 TFSI de 450 CV de los S6 y S7 Sportback. El S8 lleva ese motor con 520 CV (605 el Plus) aunque está a la espera de recambio y no se dejó ver en la presentación. El único diésel ahora mismo es el V8 4.0 TDI con turbo eléctrico y 435 CV del SQ7.
Circuito de los Arcos, localización ideal
Y, ¿qué mejor lugar que un circuito para probar un puñado de deportivos? Nos desplazamos hasta el Circuito de los Arcos (Navarra) para ponernos al volante de la gama S de Audi. Se trata de un trazado bastante completo y exigente, que intercala curvas rápidas con otras zonas más técnicas y lentas. Sabemos de antemano que los frenos también sufrirán debido a las intensas frenadas, algunas de ellas en apoyo.
Para que todo vaya bien en el circuito contamos con un instructor de lujo. El piloto Jordi Gené está también ligado a la escuela de conducción de Audi y se encargará de darnos algunos consejos importantes en esta jornada. Nos dividimos en tres grupos y empezamos con el reconocimiento del circuito, primero una mitad, luego la otra y finalizamos con una frenada de emergencia con esquiva. Empezamos a encontrar las sensaciones.
Deportividad equilibrada
Como decíamos, poco a poco pudimos ir viendo las reacciones de los distintos integrantes de la gama S. Solo con el reconocimiento de la primera mitad del circuito con el Audi S7 Sportback me sirve para darme cuenta de que el peso le penaliza en este trazado. Sus 450 CV hacen que acelere como un demonio y su aplomo en curvas rápidas es envidiable. También es el que más sufre en los cambios de apoyo y en los virajes lentos, pues aparecen ciertos balanceos en la carrocería.
La segunda parte del circuito la hacemos en un Audi S5 Coupé. Se muestra desde el principio más preciso y ligero que el S7 y lo agradecemos, pues esta mitad es algo más técnica. Aunque tiene un motor V6 de 354 CV nos da la sensación de ir igual o más rápido que con la anterior berlina. ‘Lo probaré mejor más adelante’, pienso en mis adentros. Toca la frenada de emergencia con esquiva con el Audi S3 Sportback, que cumple con creces y frena con solvencia en una distancia en la que nuestros sentidos humanos al principio piensan que no tendrá margen para detenerse.
Y esto solo era para abrir boca, pues a continuación llegaban las tandas, la oportunidad de completar varias vueltas a bordo de estos deportivos. Tenía la espinita clavada con el Audi S5, así que es el primero al que me subo. Se confirman mis sospechas, es muy rápido y efectivo. Destaca sobre todo el equilibrio que es capaz de ofrecer, así como una capacidad de tracción sobresaliente que elimina casi cualquier atisbo de subviraje.
En la primera vuelta cometo algunos errores menores de los que aprendo rápidamente. El S5 hay que conducirlo con algo de calma, buscando el punto óptimo de frenada y aguardando hasta haber salido de la curva para pisar el acelerador a fondo. En situaciones normales tenemos el 40% del par pasando a las ruedas delanteras y el 60% restante a las traseras, pero eso se va modificando en función de cada situación. Las levas en el volante del cambio tiptronic de ocho velocidades nos facilitan la vida.
Seguimos liberando adrenalina
Tras tres vueltas ‘a fuego’ toca la correspondiente vuelta de refrigeración y vuelta a boxes. Allí esperamos nuestro turno para la siguiente tanda mientras comentamos la jugada. El siguiente turno me toca con el Audi S4, tenía otras preferencias pues este modelo se trata prácticamente de un calco del S5, pero así puedo coger más experiencia con los V6 de la gama. Aparentemente sus reacciones son prácticamente idénticas y me centro en acercarme lo máximo posible el RS6 Avant que lleva el monitor y que marca el ritmo.
Entre curva y curva me da tiempo a pensar en el confort en marcha que ofrece y eso que estamos buscando su máximo rendimiento en circuito. La insonorización es muy buena y la sensación es de que vamos a menos velocidad de lo que vemos en la instrumentación. Nos habían avisado de que las altas temperaturas y la exigencia del circuito nos podían dar problemas. Así fue, justo antes de la vuelta de refrigeración noto que el coche cambia antes por sí solo y que no llega a la parte roja del cuentarevoluciones, el modo de seguridad nos cortaba las alas.
Para la última tanda tenía claro que quería probar uno de los pequeños. Había tenido el Audi TTS fuera del circuito y guardaba muy buenos recuerdos de él. En cuanto llega nuestro turno prácticamente corro hacía él. Con sus cuatro cilindros y 310 CV se que me va a costar coger al resto en recta, pero también cuento con su precisión en curva y su ligereza. Con solo una vuelta noto que es el más sencillo de conducir, es muy noble y no te pone en apuros.
Su agilidad nos hace tener un paso por curva realmente rápido, su capacidad de tracción es sobresaliente y el tacto del cambio S Tronic de seis relaciones es incluso más rápido que el tiptronic. Las características del circuito y la pericia adquirida en las anteriores me hacen disfrutar al máximo con este coche. Los virajes lentos y los cambios de apoyo que antes se nos complicaban son pan comido con el pequeño coupé.
Opinión coches.com
Finaliza la jornada en el circuito y nos queda una cosa clara: Audi ha hecho un muy buen trabajo con su gama S. En general son vehículos deportivos que tienen la capacidad de rodar a fondo en un circuito, pero a la vez se muestran civilizados para el día a día. Y esa es una de sus grandes ventajas, quien busque mayor radicalidad siempre podrá recurrir a los RS. Su equilibrio y la efectividad son dos de sus grandes bazas.
Tras leer el artículo igual te falta algún modelo de la gama. Nosotros también echamos del menos al pequeño Audi S1 en circuito, aunque fuera simplemente por conducir un manual. Otro de los grandes ausentes fue el Audi S8, simplemente por ponernos a los mandos del más potente. Los SUV Audi SQ5 y SQ7 no tenían mucho sentido en el trazado, al igual que las versiones descapotables. Pero este viaje no se quedó en el Circuito de los Arcos, sino que también probamos alguno de esos modelos en las preciosas carreteras navarras. Estad atentos a las próximas pruebas.
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