Cupra se ha convertido en una de las marcas de más rápido crecimiento en los últimos años. Después de soltar la mano de SEAT en 2018 y empezar a andar de forma independiente han conseguido vender alrededor de 700.000 coches en Europa. Y ojo porque su lanzamiento más reciente puede contribuir a multiplicar esa cifra. Estamos conociendo al Cupra Terramar, el que se posiciona como el SUV de tamaño compacto que sirve como reemplazo al anterior Cupra Ateca. Es un vehículo algo más familiar que el aclamado Formentor y quiere aunar tradición y vanguardia en un mismo coche.
La parte de la tradición la pone su nombre, pues no hace referencia a otra cosa que al Autódromo de Terramar que hemos tenido la ocasión de visitar. Se trata de un circuito oval de principios del siglo XX que fue el primero de este tipo en nuestro país y el cuarto a nivel mundial. En 1923 se celebró el GP de España, aunque ha estado en desuso desde los años 50. Y si volvemos al vehículo que toma su nombre, quiere también aportar vanguardia con todo el buen hacer de Cupra desde un precio de 41.190 euros.
Exterior
Si hay algo en lo que ha destacado Cupra desde el principio, eso ha sido el diseño. En el nuevo Terramar se siguen las premisas de otros modelos recientes, con ciertos aires al Tavascan y mucha deportividad intrínseca. Por delante vemos mucha personalidad mediante a lo que llaman nariz de tiburón, que está presente a través de las formas del capó, que recibe el logo de la marca y deriva a una gran rejilla inferior dividida en dos partes y con un entramado deportivo.
También hay que hacer mención a los faros con la nueva firma lumínica con los tres triángulos, que pueden llevar la tecnología Cupra Matrix LED Ultra. No hay duda de que es uno de los SUV más dinámicos por imagen, algo que termina de conseguir con esas líneas de tensión en el lateral, además de unas llantas que van desde las 18 a las 20 pulgadas en varios diseños. Se puede elegir con hasta nueve colores exteriores, incluidas dos opciones mate.
La parte trasera es muy reconocible gracias a un spoiler de techo que queda por encima de la luneta. Ahí se ven más diferencias respecto al Formentor, pues no hay una caída de techo más marcada, aquí se busca el aprovechamiento del espacio. También girar cabezas a su paso, pues se repite el juego de pilotos traseros LED unidos por el centro, incluyendo el logotipo de Cupra iluminado. Tanto es así, que la denominación Terramar también va iluminada y en la parte inferior se redondea con un paragolpes voluminoso en el color de contraste.
Ya dijimos que el Cupra Terramar era un SUV compacto, pero hay que matizar que ocuparía un lugar en la parte superior. De hecho, sorprende con una longitud de 4,52 metros, además de una anchura de 1,86 metros y una altura de 1,58 metros. Por otro lado, se queda con una distancia entre ejes de 2,68 metros.
Interior
En un Cupra es habitual encontrar que se da mucho protagonismo al conductor. Aquí vemos un puesto de conducción de corte bastante deportivo y con todo orbitando a su alrededor. Siempre hay que destacar los asientos tipo bucket y el volante de la marca con mandos satélite que quedan a nuestro alcance.
También que se pueda ver a través de él una instrumentación digital de 10,25 pulgadas. Sobra decir que es altamente configurable y que se puede completar con el Head-Up Display que proyecta la información sobre el parabrisas para que no tengamos que apartar la vista de la carretera.
En términos de tecnología, también va a destacar la pantalla táctil de 12,9 pulgadas que es la que sirve para controlar la mayoría de funciones del sistema multimedia. Cuenta con gráficos avanzados, una respuesta rápida y precisa y menús accesibles. También con la conectividad de Android Auto y Apple Carplay, además de un hueco de carga inalámbrica para el teléfono móvil. Sorprenden otros aspectos como la barra deslizante retroiluminada que sirve para el control de la climatización. Más estética que practicidad, pero no está mal del todo.
Lo mismo ocurre con la calidad interior del Cupra Terramar, que no deja a nadie indiferente. El habitáculo está disponible en tres ambientes diferentes, los Deep Ocean, Moon Light y High Canyon. En todo caso, destacan los materiales como el textil Seaqual reciclado del primero, también la tapicería Dinámica del segundo o el color burdeos en la tapicería de cuero del tercero. No faltan detalles iluminados en los paneles de las puertas, los acabados en color Copper o unos plásticos que tienen un tacto bastante conseguido.
En cuanto al espacio disponible, cuando pasamos a la segunda fila empezamos a entender por qué le llaman SUV compacto de carácter familiar. En los asientos traseros se puede ver un acceso cómodo y un espacio generoso tanto para las piernas como para la cabeza. Es cierto que la anchura es un poco justa y que hay túnel de transmisión, pero eso pasa a un segundo plano cuando vemos que tiene una banqueta con deslizamiento longitudinal de hasta 15 mm para jugar con este espacio y el del maletero.
Maletero
Lo mismo ocurre con el maletero del Cupra Terramar, que tiene una capacidad algo por encima de la media con 540 litros por defecto. Ya serían casi 100 litros más que los que tiene el Formentor, pero es que además cuando se pone la segunda fila en su posición más adelantada se puede llegar a los 642 litros de capacidad para sorprender a los que necesiten más espacio. En los híbridos enchufables la capacidad se mueve entre los 400 y los 490 litros, pero siempre cabe la posibilidad de abatir los asientos traseros en dos partes y desbloquear un espacio más generoso aún.
Motor
La gama mecánica del Cupra Terramar es realmente completa y ofrece opciones para la mayoría de públicos. No hay diésel, así que se centra en la gasolina y da diferentes niveles de electrificación. El punto de acceso lo pone el motor eTSI, que es un 1.5 TSI de cuatro cilindros con microhibridación de 48 V. Tiene la etiqueta ECO, una potencia de 150 CV y la transmisión automática DSG de siete velocidades. También hay dos híbridos enchufables, los Terramar e-Hybrid con 204 o 272 CV. En ambos casos se cuenta con la etiqueta CERO y el mismo 1.5 TSI como base, además de una batería de 19,7 kWh para ofrecer hasta 100 kilómetros de autonomía eléctrica.
Pero si queremos invocar el carácter deportivo de este modelo, también aparecen dos versiones TSI de gasolina sin electrificar que buscan un rendimiento superior. Hay una con el 2.0 TSI de cuatro cilindros y 204 CV, con cambio automático y tracción total 4Drive que ya puede sorprender. Aunque el tope de gama sería el VZ, que lleva el 2.0 TSI hasta los 265 CV manteniendo el cambio DSG y la tracción total. Es el que vamos a elegir para nuestra primera prueba dinámica con este ejemplar.
Comportamiento
Por lo tanto, nos ponemos al volante del Cupra Terramar VZ 2.0 TSI 265 CV, el tope de gama con un bloque de gasolina a la antigua usanza y sin electrificar. Se trata de una mecánica bien conocida por todos, un cuatro cilindros de la vieja escuela que han dejado reservado para versiones más prestacionales y diferenciadas del 1.5 TSI. Hay que empezar diciendo que el refinamiento es ejemplar y que la entrega de potencia se hace de forma lineal e incluso es notable incluso a bajas vueltas.
Estamos con un auténtico tope de gama, así que merece la pena mencionar las prestaciones que hemos visto en su ficha técnica. El 2.0 TSI de 265 CV y 400 Nm de par anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y una velocidad máxima de 243 km/h. Es bastante más rápido que el híbrido enchufable que le saca unos caballos, pues se nota el peso extra que aportan las baterías a ese ejemplar. Sobra decir que la transmisión automática DSG es la única opción en la gama. Conjuga bien con este motor debido a su rapidez y buena precisión.
El Cupra Terramar se asienta sobre la plataforma MQB EVO, una base más que probada con excelentes resultados en varios modelos. Ahora vemos que tiene un tacto preciso y confortable, ofreciendo un equilibrio envidiable. De hecho, destacamos que tenga muchas posibilidades de adaptarse al medio, pues monta el último Control de Chasis Adaptativo (DCC) que incluye amortiguadores de dos válvulas.
Eso se traduce en que la suspensión deportiva, la dirección progresiva o el cambio, pueden modificar su comportamiento a través de los modos de conducción. En esta versión se puede escoger entre Comfort, Sport Performance, Cupra e Individual.
El carácter deportivo de esta variante tope de gama está acentuada gracias a algunos elementos que son específicos. Con esta mecánica se puede sumar un sistema de frenos Akebono con pinzas de seis pistones y discos perforados de mayor tamaño. Lo cierto es que consiguen un tacto muy satisfactorio y que a nadie dejará indiferente.
Para terminar hay que decir que homologa un consumo de 8,4 l/100km y que, aunque ha sido una toma de contacto breve, creemos que va a ser difícil que baje de los 9 litros de media en la vida real debido a la satisfacción que provoca hundir el pedal derecho.
Opinión coches.com
Llegamos al final de la prueba del Cupra Terramar con un apunte que no habíamos dado y es que este SUV se fabrica en la planta de Audi en Györ (Hungría), compartiendo línea de montaje con el mítico Q3. Sin embargo, ha demostrado que tiene corazón ibérico y que la sangre del Aeródromo de Terramar corre por sus venas. Es un producto muy completo y que aúna todo lo que busca Cupra, con una deportividad estética y dinámica más que aparente, además del punto extra que pone la practicidad.
Es un vehículo muy adecuado para el día a día, aunque no podemos decir que sea precisamente barato. Tiene una tarifa de partida de 41.190 euros en la variante menos potente, pero si nos vamos a una mecánica superior y a equipamientos más altos, todo sube. Para que nos hagamos a la idea, el precio de esta versión tope de gama es de 58.890 euros y el híbrido enchufable está más o menos en este nivel. Ahora bien, siempre puedes ahorrar un poco visitando coches.com, donde tenemos las mejores ofertas de VN, renting o financiación.
- Diseño dinámico y bien trabajado
- Espacio plazas traseras
- Comportamiento dinámico
- Maletero en el PHEV
- Sin el VZ de 333 CV
- Precio algo elevado
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