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Mario Nogales

Ford Fiesta Active 1.0 EcoBoost MHEV 125 CV, a prueba: ¿interesa el microhíbrido antes de la actualización?

Ya hemos comentado muchas veces que los SUV han invadido el sector de la automoción. La demanda de tipo de carrocería es enorme y los fabricantes no dejan de lanzar más y más modelos. También en algunos casos se adaptan modelos que eran normales para lograr esa estética crossover tan buscada. El perfecto ejemplo es el del Ford Fiesta Active, una versión del utilitario que tiene rasgos de todocamino para ofrecer un toque diferencial.

La actual generación del Ford Fiesta, que salió en 2017, presentó la novedad de tener diferencias notables entre los acabados elegidos. De esta forma, los Trend serían más convencionales, los ST-Line tendrían un toque deportivo, los Vignale sumarían distinción y lujo, y los Active esta imagen más campera. Queda clara la apuesta por la personalización en este modelo que lleva más de cuatro décadas en el mercado y que está a punto de lanzar una actualización.

Además, probablemente sea un buen momento para comprar el Fiesta actual justo antes de que llegue su recambio. El principal motivo es que estrenó la mecánica EcoBoost Hybrid, que es precisamente la que estamos probando. Se beneficia de la etiqueta ECO de la DGT gracias a la microhibridación y promete un buen comportamiento dinámico. Acompáñanos para conocerlo a fondo.

Exterior

Como decíamos, a pesar de tener aspecto de SUV, se trata de un Fiesta convencional con unas medidas que apenas cambian. Es ligeramente más largo y ancho por los paragolpes y más alto por las barras de techo. Se queda en una longitud de 4.068 mm, una anchura de 1.756 mm y una altura de 1.498 mm; mientras que la distancia entre ejes está en 2.493 mm. Destacar que para conseguir esa sensación de todocamino se eleva la altura libre al suelo 18 mm respecto al Fiesta convencional.

Esto nos deja con que los cambios principales vienen a nivel estético. El frontal del Ford Fiesta Active recibe un paragolpes específico y en la parte inferior viene reforzado por una moldura plateada. Como en el resto de Fiestas vemos unos faros LED, que tienen el intermitente en forma de lágrima. La parrilla hexagonal queda en una posición muy baja, teniendo a ambos lados a las luces antiniebla en esta disposición más vertical.

La vista lateral es probablemente la más distintiva de esta Fiesta Active. Lo decimos por las barras de techo en color negro, algo que solamente suele estar presente en los SUV. Del mismo modo, todos los bajos de la carrocería van cubiertos por plásticos en color negro y bajo las puertas hay una moldura plateada. En este ejemplar también hay que destacar que tiene unos pequeños retrovisores en color negro y unas exclusivas llantas de 17 pulgadas.

Cuando llegamos a la zaga del Ford Fiesta Active vemos también algunas modificaciones. Se mantiene el pequeño spoiler de techo y unos pilotos traseros que son iguales que en el resto de versiones. En la zona de la matrícula vemos como una especie de pegatina negra que también es diferencial de este acabado. En la parte inferior el paragolpes cambia ligeramente y se introducen los bajos en plástico y la moldura plateada para conseguir una mayor robustez. También tenemos una salida de escape visible en el lado derecho.

Interior

Si en el exterior del Ford Fiesta Active veíamos bastantes cambios estéticos respecto al resto de versiones del utilitario, en el interior debemos decir que no se aprecian modificaciones. Nos gustaría un poco más de personalidad en esta zona, pero no es una mala decisión si tenemos en cuenta lo completa que viene la actual generación del Fiesta.

Lo más destacado probablemente sea la tecnología, con el sistema multimedia SYNC 3 de Ford como principal protagonista. Se manifiesta a través de una pantalla táctil de 8 pulgadas que sobresale en el salpicadero. No nos gusta la integración que tiene, pero es indudable que su funcionamiento es bueno. La respuesta es rápida, los menús intuitivos y el manejo similar a lo que acostumbramos en los teléfonos móviles.

A través del volante multifunción alcanzamos a ver una instrumentación mixta. Es muy legible gracias a dos grandes esferas analógicas para la velocidad y las revoluciones, al tiempo que tiene en el centro una pantalla TFT de 4,2 pulgadas. Hace las veces de ordenador de a bordo y nos permite elegir la información que vemos en cada momento solo con tocar los botones del volante. No está mal, pero hay muchos rivales que ya ofrecen una instrumentación digital.

También hay que destacar que los controles del climatizador son analógicos en este modelo, algo que siempre se agradece para que no reste tanta atención de la carretera. Aunque en este caso tendríamos que sacarle la pega de que es un climatizador monozona y que no hay opción a bizona. En la zona de la palanca de cambios también tendremos algunos botones que son más relativos a la conducción.

El Ford Fiesta es un modelo generalista, de eso no hay duda. Pero lo cierto es que la calidad que ofrece es bastante buena. Los acabados son correctos y los remates están bien. En cuanto a los materiales, se emplean plásticos en casi todo el habitáculo, más blandos en las partes superiores y más duros en las inferiores. Destacar en este ejemplar las molduras plásticas efecto fibra de carbono o la tapicería mixta específica para el Active.

La habitabilidad es uno de los puntos donde el Fiesta Active no destacará tanto. En las plazas delanteras no sale mal parado, pues hay bastante espacio en todas las cotas. Los asientos son cómodos y recogen bien el cuerpo. Sobra decir que los ajustes son manuales, lo mismo que el volante que se puede regular tanto en altura como en profundidad. Destacar que al entrar y salir del coche sale una protección plástica para no dañar el borde de la puerta.

Y cuando llegamos a las plazas traseras es cuando vemos algunas carencias. No hay demasiado espacio ni para las piernas ni para la cabeza en estos asientos de la segunda fila. La anchura no es mala, pero si me muevo a la fila central veo que es más incómoda al carecer de forma y tener el túnel de transmisión. En este caso mejor viajar cuatro que cinco adultos. En estas plazas no hay salidas de aire acondicionado, ni tomas USB y sorprende que no tengamos asideros en los laterales.

Maletero

El maletero del Ford Fiesta Active está un poco por encima la media del segmento. Ofrece 311 litros de capacidad y unas formas rectas bastante aprovechables, junto con soluciones como ganchos y redes para fijar los objetos que carguemos. La boca de carga es bastante ancha, pero queda a una altura elevada, lo que no favorecerá a la hora de meter objetos más pesados o voluminosos.

Si miramos bajo el piso de este maletero no encontramos una rueda de repuesto, sino el típico kit antipinchazos. Echamos de menos un piso que se pueda situar a dos alturas. En el caso de que necesitemos más espacio, basta con abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para obtener una capacidad de 1.093 litros, aunque la superficie no sea completamente plana.

Equipamiento

Como ya hemos introducido, el Ford Fiesta tiene un aspecto muy distinto dependiendo del acabado elegido. De esta forma, el equipamiento condicionará enormemente la filosofía del coche. Arranca con el Trend, el más espartano con llantas de acero, aire acondicionado, retrovisores eléctricos o pantalla de 8 pulgadas. Ahora también hay una Limited Edition que lo completa con detalles como los faros automáticos, conectividad completa o modos de conducción.

El ST-Line es el que le da un aspecto más deportivo gracias a paragolpes y parrilla con un diseño exclusivo, llantas de 17 pulgadas o los faros traseros LED. En el otro extremo está el Vignale y su búsqueda de distinción a través del lujo. Añade unos paragolpes diferenciados, molduras cromadas, parrilla específica, llantas de 17 pulgadas o espejos eléctricos plegables con luces de apertura.

El Ford Fiesta con el acabado Active es el que cuenta con un aura de crossover como ya hemos visto en el exterior gracias al parachoques delantero en el color de la carrocería, protecciones plásticas en los bajos, raíles de techo en negro, friso exclusivo, llantas de 17 pulgadas Magnetic o una suspensión revisada.

Motor

Ya dijimos que, aunque el Ford Fiesta lleve ya unos años en el mercado, recientemente incorporó novedades a su gama mecánica. La más importante es la entrada de la electrificación con este motor EcoBoost Hybrid que hace que se gane la etiqueta ECO de la DGT. Se basa en la aclamada mecánica de gasolina de tres cilindros 1.0 EcoBoost, a la que se suma un arrancador/generador integrado impulsado por correa (BISG) en lugar del alternador estándar.

Eso permite recuperar energía y almacenarla en la batería de 48 V cuando frenados o rodamos por inercia. Ese arrancador generador asiste en aceleraciones, permite un funcionamiento extendido del Start-Stop y consigue que mejore un 5 % la eficiencia del combustible. También permite que se monte un turbo ligeramente más grande. El EcoBoost Hybrid se ofrece en dos versiones en este Ford Fiesta: una con 125 y otra con 155 CV. Nosotros tenemos la primera.

Este Ford Fiesta Active EcoBoost Hybrid de 125 CV y 210 Nm de par va ligado a una caja de cambios manual de seis velocidades y es de tracción delantera. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 195 km/h. Homologa un consumo de 5,2 l/100km y unas emisiones de CO2 de 119 g/km. Aunque ahora dejamos a un lado los datos y hablemos de sensaciones.

Comportamiento

El motor 1.0 EcoBoost es probablemente el tres cilindros más popular y que más laureado en su categoría. La verdad es que no nos extraña, pues ya de primeras ofrece un refinamiento que no consiguen otros tricilíndricos. Es cierto que el sonido le delata, pero lo cierto es que apenas se filtra al interior y que tampoco nos llegan demasiadas vibraciones.

Además, la nueva tecnología microhíbrida le sienta de maravilla. En la práctica se nota en apenas un par detalles, que serían ese Start-Stop que entra a más velocidad cuando ponemos punto muerto sin que apenas nos enteremos. También la retención cuando levantamos el pie del acelerador es algo mayor para recargar la batería de 48 V, algo que se nota y que se puede observar en la pantalla.

Por lo demás, el EcoBoost Hybrid de 125 CV se postula como una mecánica equilibrada y muy lineal. Destaca en la zona media del cuentarevoluciones, cuando nos empieza a dar los 210 Nm de par, pero hay que destacar que no es precisamente perezoso en bajas. Para sacarle el máximo provecho hay que jugar con el cambio manual de seis velocidades. Es la única opción y hace que no echemos de menos una caja automática, pues tiene un tacto muy bueno. Aunque es cierto que los desarrollos nos han parecido algo largos.

Y ese conjunto de motor y cambio le sienta bien al chasis del Fiesta. Ya hemos visto que es uno de los modelos más equilibrados del segmento en este apartado y que puede tener versiones realmente deportivas como el ST de 200 CV. Eso ya se puede ver en este ejemplar, que a pesar de tener mucha menos potencia se mueve bastante bien. En carreteras de curvas destacaríamos su reactividad, por lo que es un coche bastante divertido de llevar.

También hay que hablar de su agilidad, pues es un coche de apenas 1.100 kg de peso en el que es muy fácil realizar maniobras. La suspensión ayuda en este aspecto, pues tiene un tarado intermedio que permite confort para afrontar las irregularidades del asfalto y un punto de dureza justo para que no haya balanceos indebidos. Los frenos funcionan bien, aunque hay que mencionar que son de tambor en el eje trasero, algo que no afecta al comportamiento en esta versión.

Tras una semana detrás del volante del Ford Fiesta Active EcoBoost Hybrid de 125 CV vemos que nuestro consumo medio está en torno a los 6,0 litros. Se trata de una cifra bastante buena y que deja claro que la electrificación le permite al utilitario ser mucho más eficiente. Siempre se agradece, más en este modelo que tiene un depósito de gasolina con 42 litros que le permitiría rondar los 700 kilómetros de autonomía.

Opinión coches.com

El Ford Fiesta Active es la respuesta de la marca del óvalo a la fiebre de los SUV. Es cierto que tiene muchos modelos con ese tipo de carrocería en su gama, pero también quiso experimentar con el utilitario. Es como un camaleón, pues cada acabado tiene una personalidad propia, algo muy atractivo de cara al usuario que le permite elegir en función del gusto. Así que en este Active se llevarán una estética crossover, más campera, con algunos detalles propios.

En el interior apenas hay cambios, la tecnología y la calidad son buenas, pero no tanto la habitabilidad que se queda algo justa. Con la renovación de la gama mecánica llegaron las versiones EcoBoost Hybrid con etiqueta ECO. Esta de 125 CV destaca por su refinamiento y bajos consumos, una combinación ideal con el chasis del Fiesta, que es de los mejores del segmento. Parte de 21.180 euros en esta versión con un equipamiento completo.

Ford Fiesta Active 1.0 EcoBoost MHEV 125 CV
7.4Nota
Lo mejor
  • Estética crossover
  • Equipamiento completo
  • Consumos contenidos
Lo peor
  • Retrovisores muy pequeños
  • Espacio interior justo
  • A punto de actualizarse
Diseño8
Habitabilidad7
Acabados7.5
Maletero7
Equipamiento7.5
Motor8
Comportamiento7.5
Calidad Precio7

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