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Mario Nogales

Lexus GS 300h, prueba a fondo de la berlina híbrida

Hablar de Lexus en la actualidad y en nuestro país es sinónimo de híbridos y distinción. La marca de lujo japonesa sigue su propio camino, con una actitud casi aislada y sin precedentes. ¿Cuántas marcas no tienen ni una versión diésel en el mercado? Pues Lexus lo lleva haciendo desde 2012 y aunque nunca ha sido marca de volumen, parece que el tiempo le ha dado la razón. Los híbridos son su particular forma de luchar contra las premium alemanas.

Uno de los grandes representantes de su gama es este Lexus GS 300h que tenemos entre manos. Un modelo que está en un segmento que no pasa por sus mejores momentos, el de las berlinas del segmento E. Aún así, se mantiene como una opción diferenciada y con un aura propia, muy distinta a lo que ofrecen Audi, BMW o Mercedes. Por eso hemos querido analizarlo a fondo y daros nuestra opinión acerca de él.

El Lexus GS llegaba al mercado allá por 1991 con un diseño firmado por el propio Giugaro. En un principio era comercializado en Japón como Toyota Aristo, pero poco después llegaría a Estados Unidos y otros mercados con la denominación actual. Se sucedieron las generaciones hasta llegar a la cuarta, que lleva en el mercado desde 2012. Para mantenerse actualizado, en 2016 se presentó un lavado de cara de mitad de ciclo comercial.

Exterior

El Lexus GS 300h es una berlina del segmento E y tiene unas dimensiones bastante considerables. Cuenta con una longitud de 4,88 metros, una anchura de 1,84 metros y una altura de 1,45 metros. A esto hay que sumar una distancia entre ejes de 2,85 metros. Desde fuera es un modelo que impone bastante y que atrae un buen número de miradas gracias a su equilibrio entre deportividad y elegancia.

Aunque no llega a los niveles de deportividad del coupé RC 300h, lo cierto es que la berlina derrocha personalidad gracias a un diseño afilado y similar a lo que nos tiene acostumbrados la marca. El frontal destaca por su gran parrilla con forma de reloj de arena, enmarcada por un borde cromado y con varios listones horizontales. A ambos lados quedan los faros delanteros, a los que se suma un apéndice LED con forma de flecha para la luz diurna.

Tiene un perfil poco común y su contenida altura le da un toque extra de dinamismo. Aunque se diferencian fácilmente los tres volúmenes que lo definen como berlina, la caída del techo es bastante progresiva. En esta vista destacan las llantas de 18 pulgadas que lleva nuestra unidad y los marcos cromados de las ventanillas. También llaman la atención los faldones laterales, bastante prominentes y con la inscripción ‘Hybrid’ cerca del eje trasero.

La zaga probablemente es la vista más sobria del GS 300h y la que la confirma como berlina al 100 %. Es muy horizontal y arranca con un pequeño spoiler sobre la tapa del maletero. Por debajo hay unos desarrollados pilotos traseros que quedan unidos por una barra cromada. En la parte inferior aparece un sutil difusor. Para completar el exterior hay que decir que este modelo puede escogerse hasta en doce tonalidades diferentes.

Interior

Si por fuera el Lexus GS 300h es un coche que llama la atención, por dentro no lo es menos. Su interior destaca por desmarcarse de otras marcas y ofrecer un punto de vista singular. Eso nos lleva a un salpicadero esculpido en torno a una pantalla de 10 pulgadas que no es táctil, sino que se controla a través del Remote Touch, un elemento protagonista y del que tenemos opiniones encontradas.

En primer lugar hay que definirlo como una especie de joystick situado en la parte baja de la consola central, junto a un pequeño apoyabrazos. Cuando lo manipulamos se refleja en la pantalla como el movimiento del ratón de un ordenador, ofreciendo un poco de resistencia en los límites de las pantallas. Aunque no es difícil de manejar, sí que requiere tiempo de aprendizaje, pues hay que sumar un sistema multimedia no demasiado intuitivo.

Detrás del volante multifunción con levas, aparece el otro toque digital del híbrido. Se trata de una instrumentación que tiene aspecto de analógica, pero que cambia su aspecto en función del modo de conducción seleccionado. Entre las esferas hay una pantalla de 4,2 pulgadas a color que muestra todo lo relativo al ordenador de a bordo y complementa a la pantalla grande, que ya muestra bastante información al poder dividirse en dos.

Un detalle muy Lexus es el pequeño reloj de agujas entre las salidas del aire acondicionado. Justo por debajo quedan los controles de la climatización, que son más simples e intuitivos que el infoentretenimiento. Más abajo, un poco escondidos, quedan los botones de la climatización de los asientos. Hay que decir que la ergonomía no es el punto fuerte de este modelo, pues tenemos algunos botones ‘ocultos’ como el de los sensores de aparcamiento bajo el reposabrazos.

Uno de los aspectos donde siempre ha destacado la marca y lo sigue haciendo es en la calidad percibida de sus vehículos. El Lexus GS 300h no se queda atrás y cuenta con unos ajustes notables, en ningún momento se percibirán crujidos ni fallos en este sentido. Los materiales empleados son de calidad, encontrando cuero mullido en salpicadero, asientos o volante; y madera en las molduras de las puertas, consola central y salpicadero. Los plásticos quedan relegados a las zonas inferiores y tampoco son desagradables.

En términos de habitabilidad hay que decir que la berlina no despuntará frente a sus rivales. Las plazas delanteras son más que suficientes, con un acceso fácil y ajustes eléctricos en los asientos para mayor comodidad. Sin embargo las traseras tienen bastantes limitaciones. Las laterales son correctas en anchura y espacio para las piernas, pero el techo agobiará a los más altos. La plaza central es casi testimonial debido a que está elevada (acentuando los problemas de altura) y que tiene un prominente túnel de transmisión.

Maletero

Si buscas mucho espacio de carga, el Lexus GS 300h no será tu opción principal. Su maletero tiene una capacidad de 450 litros y por lo tanto se queda algo por detrás de sus rivales alemanes que superan los 500 litros. Además, hay una desventaja importante, y es que no permite abatir los asientos traseros para conseguir una superficie de carga mayor. Esto es a consecuencia de las baterías que alimentan al sistema de propulsión híbrido.

Aunque no todo son pegas y hay que decir que el maletero de esta berlina cuenta con unas formas bastante aprovechables. También cuenta con varios compartimentos, uno de tamaño reducido y situado en un lateral que lleva algunas herramientas bastante útiles y segundo es más grande y está bajo el piso del maletero. Lamentablemente, no albergará una rueda de repuesto, sino el kit antipinchazos, los triángulos y alguna herramienta más.

Equipamiento

Como buen modelo japonés, el Lexus GS 300h cuenta con varios niveles de equipamiento cerrados y muy poco equipamiento opcional. El más económico (que no básico) es el Eco, que ya cuenta con llantas de 17 pulgadas, pantalla de 8 pulgadas con Remote Touch, instrumentación con pantalla de 4,2 pulgadas y 12 altavoces. Le sigue el Corporate, para un uso más profesional, que suma llantas de 18 pulgadas, control de crucero.

El más equilibrado probablemente será el Edition, que suma los faros Bi-LED, asientos con ajuste eléctrico y memoria o sistema precolisión. El Executive también incorpora los sensores de aparcamiento delanteros y traseros o el sistema de sonido Mark Levinson con 17 altavoces. El más deportivo es el F-Sport, con llantas de 19 pulgadas, tapicería de cuero específica o suspensión adaptativa. El tope de gama es el Luxury, con 18 posiciones para los asientos delanteros, iluminación interior LED y más mandos en el volante.

Como decíamos, será casi imposible configurar a nuestro gusto el vehículo, pues todos estos acabados son cerrados. Lo primordial será tener claras las necesidades para hacer una buena elección entre los seis niveles, que están bien repartidos. Lo único que se podrá sumar al GS 300h son los accesorios, que son similares a los que se ofrecen en otros modelos. La parte positiva con la que nos quedamos es que ofrece un equipamiento de serie bastante por encima a otros rivales premium en los que tienen que pagar un buen sobreprecio para tenerlos al mismo nivel.

Motor

A nivel mecánico, el Lexus GS solamente se comercializa con tres versiones en nuestro país y como decíamos, nada de diésel. La única variante de gasolina es el tope de gama, el radical GS F con su V8 atmosférico de 5.0 litros que rinde 477 CV. Las otras dos versiones son híbridas, la de acceso es el GS 300h que hoy nos ocupa y por encima está el GS 450h que combina un motor V6 de 3.5 litros con el motor eléctrico y entrega 354 CV.

Centrándonos en nuestro vehículo de pruebas, hay que decir que se trata de un híbrido que combina un motor de combustión de cuatro cilindros de ciclo Atkinson de 2.5 litros de 181 CV y 221 Nm de par. Trabaja junto a otro motor eléctrico síncrono de imanes permanentes. Ambos se combinan para lograr una potencia de 223 CV que pasa a las ruedas traseras a través de la caja de cambios de variador continuo E-CVT.

El conjunto queda completo gracias a una batería de níquel-metal hidruro (Ni-MH) que permitirá mover el coche con cero emisiones y que utiliza un generador eléctrico para convertir la energía y poder recargar las baterías de manera constante. El Lexus GS 300h consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos y una velocidad máxima de 190 km/h. El consumo medio homologado se queda en 4,9 l/100km y las emisiones de CO2 en 113 g/km, por lo que está exento del impuesto de matriculación).

Comportamiento

Ponerse al volante del Lexus GS 300h es una experiencia híbrida que tiene sus pros y sus contras. En primer lugar tenemos que destacar el refinamiento en marcha y la insonorización que se logran en este modelo. Desde dentro apenas se escuchan ruidos (ni aerodinámicos, ni de rodadura, ni del motor), obteniendo un confort en marcha muy bueno e invitando a hacer kilómetros sin que haya casi fatiga.

Sin embargo, la entrega de potencia es discreta (quedó reflejando viendo las prestaciones) y está condicionada por el cambio e-CVT. Aunque la aceleración no es mala gracias al apoyo eléctrico, en el cambio de variador continuo aparece resbalamiento cuando pisamos el acelerador a fondo. De esta forma, se queda acelerando con un régimen alto de vueltas fijo y en ese momento el ruido sí que llega al habitáculo de una forma algo molesta.

Por este motivo, el Lexus nos invita a hacer una conducción más sosegada, para la deportividad habrá que optar por el GS F. En ciudad es donde destacarán sus bondades, permitiendo sacar mayor partido al motor eléctrico. Hay que ser cuidadosos con el pie derecho para que no entre en juego el bloque térmico, pero cuando te acostumbras es fácil sacar muy buenos consumos en la urbe con sus semáforos y atascos. En estas situaciones se pueden rondar los 5 l/100km, aunque si vives en la periferia y usas carreteras comarcales, como es nuestro caso, la media se situará entre los 7 y 7,5 litros.

Este modelo cuenta con varios modos de conducción para adaptarse a diferentes situaciones. Gracias al selector circular de la consola central se puede escoger entre Eco, Normal, Snow y Sport. El primero es para ahorrar al máximo, mientras que el Sport dinamiza un poco el comportamiento, pero sigue sin llegar a ser deportivo. También hay un modo eléctrico con su propio botón, pero se desactiva si abusamos del acelerador y no servirá para recorrer mucha distancia.

El cambio e-CVT también tiene varias posiciones. Al igual que las cajas automáticas tiene una posición D (la que llevamos la mayoría del tiempo) y también un modo secuencial, moviendo la pequeña palanca hacia delante y hacia atrás. Lo mismo podemos replicar con las levas del volante parar ‘subir y bajar’ marcha. Lo entrecomillamos porque no son marchas reales, sino una simulación que cambia la relación para aumentar o reducir el freno motor y que no es demasiado gratificante.

A pesar de que hayamos dicho que el Lexus GS 300h se aleja de cualquier ápice de deportividad, lo cierto es que tiene una base bastante lograda. Denota una puesta a punto trabajada y equilibrada, que seguro que en la variante con motor V8 muestra todo su potencial. En ésta nos encontramos con una suspensión notable, que permite un buen paso por curva y es cómoda al pasar cualquier obstáculo. La dirección, en cambio, nos ha resultado muy asistida. Cómoda para maniobrar en ciudad pero poco comunicativa en zonas reviradas.

Opinión coches.com

En definitiva, el Lexus GS 300h se trata de una opción diferente y singular en el mercado de las berlinas grandes. Se enfrenta a sus rivales alemanes con una estética con mucha personalidad y que atraerá algunas miradas. La habitabilidad no será lo más destacado debido a unas plazas traseras justas y un maletero por debajo de la media. Donde sí destaca es en su completo equipamiento y calidad, aunque la tecnología pide una actualización.

Aunque su condición principal es la de ser un híbrido. Utiliza el sistema de propulsión de 223 CV conocido en la marca, junto al peculiar cambio e-CVT. Su comportamiento dinámico deja claro que busca una conducción tranquila y no ofrece muchas concesiones a la deportividad. Destacará su refinamiento en marcha y sus bajos consumos cuando se aprovecha el potencial del motor eléctrico, principalmente en trayectos urbanos.

Lexus GS 300h
7.6Nota
Lo mejor
  • Equipamiento muy completo
  • Refinamiento en marcha
  • Consumos en entornos urbanos
Lo peor
  • Infoentretenimiento complejo
  • Asientos traseros no abatibles
  • Prestaciones muy discretas
Diseño8
Habitabilidad7
Acabados8.5
Maletero6.5
Equipamiento9
Motor7.5
Comportamiento7
Calidad Precio7.5

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