Ya está aquí el Rolls-Royce Cullinan 2019 después de mucho tiempo de desarrollo y otros tantos teasers. El esperado SUV con nombre del diamante más grande del del mundo ha sido presentado por todo lo alto, como no podía ser de otra forma. Se trata del primer modelo de estas características lanzado por la prestigiosa firma británica y tiene como objetivo el rivalizar con modelos de la talla del Bentley Bentayga o Lamborghini Urus.
El SUV se asienta sobre la nueva plataforma de aluminio, bautizada como «Architecture of Luxury» y estrenada recientemente por el Rolls-Royce Phantom VIII. Esto le da unas dimensiones mastodónticas, con una longitud de 5,34 metros, una anchura de 2,16 metros y una altura de 1,83 metros. La distancia entre ejes es de 3,29 metros y esto lo posiciona por encima del resto de sus rivales. También hace que sea el modelo más pesado de la marca con 2.660 kg.
En el apartado del diseño exterior podemos ver líneas que recuerdan a otros modelos de la gama. en el frontal encontramos unas parrilla cromada con lamas verticales flanqueada por unos faros rectangulares y coronada por el ‘Espíritu del Éxtasis’, que va sobre el alargado capó. Desde el lateral se ven unas enormes llantas de 22 pulgadas y que las puertas traseras son de apertura inversa. En la zaga quedan unos pilotos verticales y un portón tipo «The Clasp», un concepto que hace que se abra en dos partes y que es heredado del D-Back de la década de los 30.
Las puertas suicidas dan lugar a un interior muy amplio y lujoso. Lo que más destaca es la posibilidad de tener dos configuraciones: Lounge e Individual. En la primera está homologado con cinco plazas y una segunda fila completa. Sin embargo, la segunda opción tiene dos butacas individuales en la parte trasera, por lo que tiene homologación para cuatro pasajeros y se convierte en la opción más lujosa.
La capacidad del maletero varía en función de la opción escogida. Con cinco plazas tiene 560 litros, con cuatro plazas aumenta a 600 litros y si se abaten los asientos se consiguen nada menos que 1.930 litros. Uno de los puntos más llamativos del Cullinan son esos dos pequeños asientos que salen del maletero y que se convierten en una opción interesante para un día de picnic
Rolls-Royce Cullinan 2019. Motor
Bajo el capó del Rolls-Royce Cullinan no podía haber una mecánica que no fuera de doce cilindros. El motor es el mismo V12 biturbo de 6.75 litros que equipa el Phantom y que abrió las puertas a la época de la turboalimentación. Va ligado a una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades y desarrolla una potencia de 571 CV y 850 Nm de par desde las 1.600 rpm. Todavía no se aventuran a dar una aceleración de 0 a 100 km/h, pero sí confirman que su velocidad máxima estará limitada a 250 km/h. El consumo no es que importe en este tipo de vehículo, pero homologa 15 l/100km.
El Cullinan ha tenido una fase de desarrollo dura y provechosa. Uno de los elementos que seguro habrá sufrido más es la tracción integral. Lo convierte en un auténtico todoterreno y cuenta con varios modos de conducción, para adaptarse a todas las situaciones. Ahí entra en juego la suspensión neumática ‘Magic Carpet Ride’, que consigue el efecto de viaja sobre una alfombra mágica gracias a sus amortiguadores autonivelables con control electrónico. En su posición más elevada consigue una profundidad de vadeo de 54 centímetros.
Rolls-Royce Cullinan 2019. Equipamiento
Como decíamos, el del Rolls-Royce Cullinan es un habitáculo superlativo. Destaca un salpicadero prominente encabezado con una gran pantalla táctil de 12,3 pulgadas desde la que se controla el infoentretenimiento. Detrás del volante, aunque no lo parezca, hay una instrumentación digital del mismo tamaño que emula unos relojes analógicos. Porque en el SUV está claro que se mezclan tecnología y tradición.
La parte tecnológica la pone su completo equipamiento, que incluye sistemas tan llamativos como la visión nocturna capaz de detectar peatones o animales tanto de noche como de día. En un modelo de estas dimensiones no pueden faltar cuatro cámaras para facilitar el aparcamiento. Tampoco algunas ayudas a la conducción como alerta del tráfico cruzado, control de crucero activo o aviso pre-colisión. Otras novedades son el Head-Up Display de alta resolución o el punto de acceso Wi-Fi.
La parte de la tradición la pone la enorme calidad que acompaña al Cullinan. Sobra decir que un ejemplar de alta gama como éste puede ir configurado prácticamente al gusto del cliente con una exquisita selección de materiales que incluye cueros o maderas. Hay detalles que facilitan la vida al pasajero, como que su suspensión se rebaje 40 milímetros cuando se abren las puertas para facilitar el acceso o que cuente con el techo panorámico más grande del mercado.
Fuente: Rolls-Royce
Galería de fotos: