El Gran Premio de Bélgica se disputa en el circuito de Spa-Francorchamps, una pista muy especial para los pilotos, un trazado con curvas rápidas que exige mucha estabilidad en el coche para lograr un buen resultado.
La mayoría de los pilotos de Fórmula 1 esperan Spa-Francorchamps para medirse entre ellos y lo señalan como uno de sus favoritos. La velocidad media de las curvas en el circuito enclavado en el bosque de las Ardenas es muy alta y, de todos los vértices hay uno muy famoso, Eau Rouge, con la subida más espectacular del calendario.
Eau Roge es la sucesión de las curvas dos, tres y cuatro de Spa, que une el descenso desde los antiguos boxes (un 13% de desnivel) con el inicio de una subida (del 16%). Por el valle entre ambos desniveles pasaba en tiempos un arroyo que es quien da su nombre a la zona (agua roja) y que hoy en día transcurre por debajo de la pista. Un buen aficionado se la sabe de memoria: pequeño giro a izquierdas en el valle y luego una una curva abierta a derechas y otra amplia a izquierdas para llegar al Raidillon, el punto más alto del circuito. Senna decia que en esa curva hablaba con Dios… y ahora sabrás por qué.
El reto para los pilotos era siempre pasar Eau Roge a fondo, sin perder la trayectoria. Al menos antes de la remodelación del circuito en 2007. hasta entonces, apena había escapatoria. El muro estaba muy cerca del trazado. Si el coche se salía suponía pisar la hierba (casi siempre húmeda) y chocar contra el muro, a unas velocidades de cerca de 300 km/h. El público lo sabía y por eso en esa zona se presta special atención al ruido del motor. Si el piloto levanta el pie, el sonido del motor deja de oirse… y el piloto perdía algo de caché. «Para el piloto es como un vuelo de 24 segundos», asegura Pedro de la Rosa a Marca. Con una fuerza 1G tirando del cuerpo hacia arriba y una fuerte sensación de compresión en el estómago, es como si despegasen.
Sin embargo, en los últimos tiempos, los coches contaban con mayor carga aerodinámica (y más estabilidad), con lo que Eau Rouge ya no era un reto como antes. Prácticamente todos los coches lo pasaban a tope… Hasta este año 2014. Los alerones son más pequeños y ya no ofrecen tanto «efecto suelo». Además, el ERS (Energy Recovery Systems) les da un impulso eléctrico extra, de unos 180 CV. El resultado: vuelve a ser una curva peligrosa… sobre todo con viento lateral. En carrera, con las gomas gastadas, pocos se atrevieron a pasarla a fondo.
Ahora que conoces la historia, entenderás mejor el vídeo que te traemos a continuación. Recopila dos décadas de pasadas por Eau Rouge, desde 1991 hasta 2013. Faltan algunas temporadas. La de 1994 (la muerte de Senna hizo que se dibujase una chicane al principio de la subida por seguridad) y las de 2003 y 2006, ya que no se disputó el Mundial de Fórmula 1 en el circuito belga. Atento a las imágenes… y al sonido:
[EXTRA LAP] La segunda imagen la hemos extraido de este vídeo donde Webber y Alonso (que salía de boxes) luchan codo con codo en Eau Roge, en la temporada 2011. No corrían tantos riesgos como en 2015… pero resulta escalofriante:
Fuente: Marca, Autoblog