En los tiempos que corren todo el mundo quiere batir récords, todos quieren destacar por encima del resto. Por eso hemos ido viendo como proliferaban nuevas categorías y hazañas para poder sobresalir. Es el ejemplo de lo que os traemos hoy, el récord de velocidad sobre hielo para un SUV. Hace unos años vimos el récord absoluto batido por un Bentley Continental Supersports y ahora el encargado de hacerlo con este tipo de carrocería no es otro que el Jeep Grand Cherokee Trackhawk.
Este modelo se trata del más radical de la marca y también el SUV de producción más potente que podamos encontrar en el mercado. Lo conseguía con un motor V8 sobrealimentado de 6.2 litros (el mismo que los Dodge Hellcat), que desarrolla una potencia de 717 CV y 875 Nm de par. Sus prestaciones son totalmente absurdas, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h. Con estas credenciales era el ejemplar idóneo para intentar el récord.
Así que se llevaron una unidad al lago Baikal (Rusia), donde cada año se celebran unas jornadas donde dar rienda suelta a la velocidad. Sobre la superficie helada se prepara una pista de 12 kilómetros que es perfecta para ver hasta donde pueden llegar los coches con total seguridad. La magnitud del evento hace que el país entero se vuelque con la causa y que se hayan ido más de 20 récords de velocidad, todos ellos cronometrados siguiendo la normativa de la FIA.
De esta forma, cada coche tiene que hacer dos pasadas, una en cada dirección, y se utiliza la velocidad promedio marcada durante un kilómetro. El récord quedó establecido en 257 km/h, promediando más de 100 km/h desde el inicio. Aunque también hay que destacar que el Jeep Grand Cherokee Trackhawk llegó a alcanzar los 280 km/h durante las pasadas (a solo 10 km/h por debajo de su máxima), dejando claro el buen funcionamiento de su tracción total Quadra-Trac. Y todavía está lejos de los 330 km/h del Bentley…
Fuente: Jeep
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