“Algunos fanáticos de los coches pueden encontrar este contenido perturbador”, se puede leer al comienzo de este vídeo. Eso es un poco melodramático, pero como cualquier clip de crash tests, incluye una buena cantidad de gore automotriz. Aunque presentado en 2018, el Rimac C_Two no llegará a los clientes hasta el año que viene, y cuando hablamos de un hiperdeportivo de casi 2.000 CV, uno quiere sentirse seguro a bordo.
Para que el C_Two cumpla con esta premisa, Rimac comienza con numerosas pruebas simuladas. El objetivo es que se comparen con lo que sucede en el mundo real. Luego, la compañía comienza sus pruebas de choque, primero a nivel de componente, luego con sistemas completos y, finalmente, el vehículo completo. Una vez que se llega a este, se realiza un ciclo a través de prototipos experimentales, seguido de prototipos que terminan como coches de preproducción.
En el caso del Rimac C_Two, el monocasco era tan fuerte que la empresa pudo usar el mismo cinco veces durante las pruebas de choque de alta velocidad del prototipo experimental. Posteriormente, lo usó de nuevo para una prueba de aplastamiento del techo. Si algo sale mal durante cualquiera de las mediciones estructurales, las piezas deben rediseñarse para obtener resultados de choque óptimos, no pasar la nota de corte con un cinco raspado.
La máquina croata tiene una velocidad máxima prevista de 412 km/h, por lo que la compañía se ha centrado especialmente en la seguridad del conductor y los pasajeros en caso de un choque. “Nuestros superordenadores funcionan las 24 horas del día, los siete días de la semana, con el objetivo de mejorar el rendimiento de nuestro coche tanto por seguridad como por rigidez estructural”, dijo el ingeniero de diseño asistido por ordenador de Rimac, Gustavo Andrade.
Rimac, una marca con la que Porsche y Hyundai se han asociado y han invertido, tiene como objetivo hacer que el C_Two esté disponible los principales mercados del mundo. Es un objetivo difícil, ya que Rimac debe someterse al mismo proceso de homologación que cualquier otro fabricante. Eso significa cumplir con los mismos requisitos de seguridad, lo que implica que algunos prototipos tendrán que ser destruidos, cada uno de ellos valorado en casi dos millones de euros.
Una vez que Rimac complete el largo y costoso proceso de cumplir con las necesidades globales de seguridad y calidad, podrá vender este hiperdeportivo de 1.914 CV en cualquier lugar del mundo. Es un gran impulso porque Rimac ya ha “vendido” el C_Two como un vehículo que es amigable tanto para el día a día como para la pista. De no someterse a pruebas de homologación globales, significaría que sería un automóvil que tan solo podría ser disfrutado en los circuitos.
El Rimac C_Two es una maravilla de la ingeniería en el segmento de los eléctricos. Cada una de las ruedas funciona con su propio motor, así como con su propia caja de cambios. Cada uno de ellos estará refrigerado por líquido. La batería, de 120 kWh, brindará a los propietarios alrededor de 650 km de autonomía. Y, como hemos visto, es rápido: acelera de 0 a 100 km/h en 1,85 segundos, y también puede completar dos vueltas consecutivas en Nürburgring sin una caída significativa en las prestaciones.
Fuente: Rimac