Los «trasteros» de Robovault, conocidos como Fort Knox, son auténticas cajas fuertes a tamaño real. Teóricamente diseñadas para soportar desastres naturales y vientos huracanados de hasta 300 km/h, estos garajes robotizados son el mejor lugar para guardar valiosas posesiones como coches clásicos, vinos e incluso obras de arte.
Mediante un complejo sistema, la mercancía es recogida en una base que es trasladada directamente al trastero donde será almacenada. En ningún momento es desplazada de esa base, ya que todo el sistema esta completamente automatizado.
Además, el acceso a humanos esta prohibido restringiendo la presencia de «tejido vivo» a unas áreas especificas de entrega y recogida alejadas del lugar donde quedan almacenadas finalmente. Pero eso no es todo, en caso de una caída del servidor eléctrico o de cualquier otro incidente, cuentan con un generador eléctrico propio que les permitiría seguir funcionando durante al menos 14 días hasta que la situación se resolviera con la energía que proporcionaría un tanque de comnbustible con 6.000 litros de capacidad.
Aunque sirven para proteger cientos de valiosos productos, los clientes prefieren guardar sobre todo coches caros clasificados como antiguos, ediciones especiales, clásicos o deportivos. Una auténtica caja fuerte que los protege de miradas curiosas y de todos aquellos que tengan la tentación de echarles el guante.
Fuente: Microsiervos