Remolcar aviones es una acción sorprendente y que siempre ha sido mostrada en la industria automotriz como una muestra de poderío. En los últimos años hemos podido ver esta acción de marketing protagonizada por varias marcas, desde Nissan hasta Porsche. Los alemanes consiguieron el récord al mover un Airbus A380 de 285 toneladas. Los tiempos cambian y hasta ahora ningún eléctrico lo había intentado, el primero no podía ser otro que el Tesla Model X.
El avanzado SUV eléctrico lleva ya un par de años y no ha dejado de sorprender desde su lanzamiento. Cuando lo probamos nos dimos cuenta que era casi más un gadget que un coche debido a su nivel de conectividad y tecnologías que no están presentes en otros coches. También reparamos en la enorme potencia y rendimiento que ofrece su versión tope de gama P100D, la que suponemos que habrán utilizado para este curioso reto.
Como avanzábamos, el objetivo era el de remolcar un Boeing 787-9, más conocido como Dreamliner. Un avión que supera los 60 metros de largo y tiene una capacidad para más de 200 pasajeros. Para llevar a cabo esta acción, la aerolínea Qantas procedió a dejar el avión vacío para que el peso total quedase en unas nada despreciables 130 toneladas de peso. A su lado el Model X de 5 metros y alrededor de 2,5 toneladas parece una hormiga.
El eléctrico tiene una capacidad de remolque de apenas 2.270 kg según su ficha técnica, pero tras ver el vídeo queda claro que es mucho más. En el aeropuerto de Melbourne lo dejó más que claro, remolcando el Boeing 787-9 Dreamliner una distancia de 300 metros. De esta forma se adjudica el récord de remolque para un vehículo eléctrico y deja unas imágenes espectaculares y que se grabaran en la retina de muchos.
Fuente: Qantas
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