La crisis está empujando a las familias a apretarse el cinturón a fin de mes es la consigna que han tenido que aplicarse la mayoría de las familias en los últimos años para llegar a fin de mes. De esta forma, aprovechar hasta el extremo todos los bienes se ha convertido en una máxima que ha tenido su principal reflejo en el automóvil Según el Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, los españoles estiran la vida de su vehículo hasta los 10,7 años, lo que supone retrasar su cambio 18 meses más que antes de la crisis. Esta solución de ahorro sale cara en términos de siniestralidad. En marzo se rompió la tendencia bajista, contabilizándose 76 accidentes, frente a los 64 de un año antes. Es normal, si tenemos en cuenta los avances en seguridad de los coches actuales. Los coches más viejos son los únicos vehículos que aumentan sus accidentes, que además son más graves. Concretamente, el estudio de Arval muestra cómo a partir de junio de 2010, fecha en la que terminó el Plan 2000E y se acentuaron las restricciones al crédito, cambiar de coche se convirtió cada vez más en un lujo
Tiempo medio de posesión de vehículos privados:
Parque | 2009 | 2010 | 2011 | 2012 | 2013 |
Turismos | 9,1 | 9,5 | 9,6 | 9,7 | 10,7 |
Comerciales | 8,8 | 11 | 11 | 11,1 | 13 |
Con esta coyuntura, el rejuvenecimiento del parque no termina de arrancar. El impulso de las sucesivas ediciones del PIVE ha evitado el desplome del mercado, lo cierto es que arrastramos un déficit de más de tres millones de matriculaciones en los últimos cinco años. Además, la falta de crédito ha empujado la venta de coches usados más antiguos (de hecho, estos coches han subido de precio con la crisis, debido a su mayor demanda). Este déficit unido al auge de ventas de coches ‘mileuristas’ que por su alta antigüedad y kilometraje se pueden pagar al contado por su bajo precio -siendo una solución obligada de movilidad para muchos- han elevado la edad del parque hasta los 11 años de media, con los efectos negativos que conlleva para la siniestralidad. Esta tendencia a alargar la vida del coche no es sólo patrimonio de las economías domésticas. Las empresas también han preferido contener el gasto, lo que les ha llevado a retrasar la renovación de la flota por ser uno de los capítulos más gravosos en sus cuentas, junto con los recursos humanos y la informática. Esta situación viene siendo muy significativa en el sector del renting, donde las compañías optaron por prorrogar sus contratos con los operadores antes que invertir en flotas, lo que ha hecho además que la oferta de usados jóvenes y de calidad en el mercado de ocasión se haya reducido considerablemente. Las empresas han pasado de cambianr de vehículo cada tres años, a aguantar casi cinco:
Tiempo medio de posesión de vehículos de empresa:
Parque | 2009 | 2010 | 2011 | 2012 | 2013 |
Turismos | 3,1 | 3,6 | 3,6 | 3,7 | 4,6 |
Comerciales | 4,4 | 4,6 | 4,6 | 4,7 | 5,5 |
Si hay un colectivo especialmente expuesto a los vaivenes económicos, esos son los autónomos. Entre 2009 y 2013 cerca de 185.000 se vieron obligados a echar el cierre por la caída de la actividad, según datos del Ministerio de Empleo. El parque de furgonetas – no se ha renovado y ha envejecido hasta más de 13 años de media, cuando antes cambiaban cada 8,8 años. Fuente: Arval