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Mario Nogales

Opel Astra 1.2T 145 CV, prueba con el último de la vieja escuela

El rumbo de Opel ha dado un giro 180 grados en los últimos años. La marca alemana pasó de estar dentro de GM, el conocido conglomerado americano, a quedar integrada dentro del Grupo PSA. De hecho, ahora forma parte de Stellantis al haberse fusionado a su vez con FCA. El caso es que eso ha provocado muchos cambios en su filosofía y gama de modelos. Aunque el Opel Astra 1.2T 145 CV que hemos probado es de los pocos de la vieja escuela que quedan.

A pesar de su actualización en 2020, el Astra es un vestigio de GM al conservar todavía su plataforma de la anterior etapa. Es la misma que le valió para erigirse Coche del Año en Europa 2016 gracias a su buen hacer y puntos tan destacados como la rebaja de 200 kg de peso respecto al anterior. Ahora ya ha empezado la cuenta atrás para poder ver una nueva generación 100 % PSA, que se asentará sobre la plataforma EMP2 e introducirá la electrificación.

Por el momento, nos quedamos comprobando cómo de interesante es el Astra actual en uno de los segmentos más reñidos del mercado. El compacto mantiene su esencia y se renueva principalmente en cuanto a tecnología, equipamiento y gama mecánica. De hecho, lo probamos con uno de los motores más interesantes y que más están dando de qué hablar por su configuración y nivel de potencia.

Exterior

Hay que empezar diciendo que a nivel estético no hay demasiados cambios en este Opel Astra. Se mantienen las líneas principales que ya vimos en el modelo de 2016, con algunos retoques menores. Eso significa que el frontal está capitaneado por una parrilla con el logotipo del rayo y surcada por una moldura cromada que se fusiona con las ópticas. De los faros decir que pueden contar con la tecnología IntelliLux de LED matricial. De la parrilla, que ahora es activa y hace que mejore la aerodinámica del Astra hasta llegar a 0,26 Cx.

En la parte inferior vemos que el paragolpes se ha rediseñado ligeramente y que ahora tiene una imagen más marcada. En la zona de las luces antiniebla aparece otra moldura cromada, un detalle que se repetirá en los marcos de las ventanillas. Y si miramos el lateral, llaman la atención los nuevos diseños de llantas, que van desde las 16 hasta las 18 pulgadas, pudiéndose teñir de color negro en algunos casos.

La zaga del Opel Astra es bastante anodina y lo que más destaca es probablemente la forma del pilar C y ese efecto de techo flotante reforzado por la línea cromada de la parte superior de las ventanillas. En esta zona hay un pequeño spoiler de techo, unos pilotos tradicionales y un paragolpes abultado que esconde parcialmente la salida del escape.

Por sus dimensiones, se encuadra de lleno en el segmento C de los compactos. La longitud del Opel Astra es de 4,37 metros, tiene una anchura de 1,81 metros y su altura va hasta los 1,48 metros. Por otro lado, cuenta con una batalla de 2,66 metros y el coeficiente aerodinámico se queda en unos destacados 0,25 Cx, que es el valor más destacado de su categoría.

Interior

El interior de esta generación de Opel Astra destacó por su conversión, por el abandonar los numerosos botones y apostar por el minimalismo. Lo cierto es que el diseño está muy conseguido y la ergonomía es notable, teniendo todo bien dispuesto y mezclando controles digitales y analógicos en su justa medida. Un claro ejemplo es la instrumentación mixta, con tres grandes esferas para la información importante y una pantalla TFT controlable desde el volante multifunción para ver el resto de datos.

El centro neurálgico de la tecnología es la pantalla táctil principal de 8 pulgadas, que puede llevar el sistema Multimedia Navi Pro como tope de gama para ganar unas cuantas funciones. En nuestra unidad, al llevarlo, nos beneficiamos de navegación avanzada con información del tráfico en tiempo real y también una conectividad muy generosa, tanto con Android Auto como con Apple CarPlay.

Dicha pantalla tiene un tacto muy correcto y unos gráficos buenos, aunque lo que más destacaría es la facilidad de uso gracias a unos menús intuitivos. Lo que decíamos de mezclar digitalización con analogía, se refleja en esos controles de la climatización por botones, clásicos y simples para que no se complique demasiado la vida del usuario. También hay una botonera en la consola central con algunas funciones relativas a la conducción.

El Opel Astra es un modelo generalista, aunque siempre ha querido competir con los de arriba en términos de calidad. En este ejemplar lo cierto es que se percibe una buena construcción, con ensamblados que no dejan huecos ni ruidos durante la marcha. Los materiales son plásticos en su mayoría, más blandos en las zonas superiores y más duros en las inferiores. Lo que menos convence es el excesivo Piano Black que se reparte por el salpicadero, puertas y consola central.

La habitabilidad está dentro de lo que podríamos esperar de un modelo de esta envergadura. En las plazas delanteras no hay problema alguno para encontrar espacio en todas las cotas y tampoco para encontrar la posición ideal de conducción. En eso ayudan los asientos ergonómicos con certificado AGR, que son opcionales y realmente cómodos. Además, permiten incorporar calefacción, ventilación e incluso función masaje, algo no disponible en la mayoría de rivales.

Las plazas traseras son algo más justas, como se podría esperar. El espacio para las rodillas es bastante bueno, el que queda para la cabeza es suficiente, pero el asiento central tiene las carencias típicas. Al carecer de forma se va sentado más arriba y se puede rozar el suelo, además de tener molestias para las piernas debido a ese túnel de transmisión que lo surca.

Maletero

El maletero del Opel Astra se queda algo por debajo de la media, pues hay rivales que han dado el «do de pecho» en este apartado. Cuenta con 370 litros de capacidad, que no es mala cifra para un compacto, teniendo en cuenta que presenta unas formas muy regulares y aprovechables. Eso sí, la boca de carga quedará a una altura bastante elevada y hay un escalón pronunciado hasta la base.

Bajo el piso hay espacio para una rueda de repuesto de emergencia o para una plataforma con huecos que permite organizar la carga y albergar objetos pequeños (como el propio kit antipinchazos). Si se le quiere sacar el máximo rendimiento al maletero de este Astra, bastará con abatir los asientos traseros para dejar una superficie casi plana de hasta 1.210 litros de capacidad.

Equipamiento

El equipamiento de este Opel Astra está clasificado en tres distintos acabados, ajustados a todo tipo de necesidades. De acceso ya viene con el Edition, bastante completo gracias a detalles como los faros delanteros halógenos con intermitentes LED, Radio Multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas, Pack Visibilidad y de luces interiores o sensores de aparcamiento traseros.

Un paso por encima se sitúa el Design & Tech, más capaz al sumar a lo anterior componentes como llantas de 16 pulgadas, freno de mano eléctrico, cámara delantera Opel Eye, climatizador digital bizona o luces ambientales interiores. El tope de gama es el Ultimate, que está más equipado gracias a las llantas de 17 pulgadas, faros matriciales LED Intellilux, cámara de visión trasera, sistema de apertura y arranque sin llave o al sistema multimedia Navi Pro.

Motor

La gama de motores es otro de los puntos que se actualiza ligeramente en el Opel Astra. Es cierto que no va a estar a la altura de sus compañeros de gama, pues no hay versiones electrificadas que puedan portar las preciadas etiquetas ECO y CERO. Sin embargo, hay una buena oferta de motores diésel y gasolina. Del primer combustible hay dos opciones, una con 105 y otra con 122 CV ambas empleando el motor 1.5D de tres cilindros que ya incorpora catalizador SCR y filtro de partículas. Por supuesto, todos con tracción delantera y el más potente dando opción a cambio automático de nueve velocidades.

La gama de gasolina orbita alrededor del motor 1.2T de tres cilindros, que está disponible en tres niveles de potencia: 110, 130 y 145 CV. En este caso, todos van ligados a la caja de cambios manual de seis velocidades. Para el que quiera un Astra de gasolina automático tendrá que optar por el 1.4T de cuatro cilindros con 145 CV, que va ligado a una transmisión de CVT.

En nuestro caso, nos acompaña el Opel Astra 1.2T 145 CV, tope de gama, ligado al cambio manual. Se trata de una versión muy aprovechable, que tiene un equilibrio ejemplar entre consumos y prestaciones. En el primer apartado, homologa 5,2 l/100km y 119 g/km de CO2. Por el otro, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos y su velocidad máxima es de 220 km/h.

Comportamiento

Nos ponemos al volante de este último Opel Astra de la «vieja escuela» para ver que puede ofrecer. La primera sorpresa viene al arrancar ese bloque de tres cilindros ya tradicional dentro de PSA. A pesar de las críticas que se han grajeado estos bloques, lo cierto es que éste en concreto nos sorprende por su refinamiento, pues apenas llegan vibraciones ni el ruido típico al interior. Aunque parte del mérito también es del trabajo de insonorización de la marca del rayo.

Siguiendo por el motor, estar con el escalón de potencia superior tiene ciertas ventajas. Aunque probablemente la opción más lógica para el Astra es el 1.2 T de 130 CV por su equilibrio, el de 145 CV te da esa garantía extra que puede ser necesaria en un viaje largo cuando se va cargado. También destaca por sus adelantamientos e incorporaciones, siendo muy aprovechable en la zona media del cuentarevoluciones, cuando salen a relucir sus 225 Nm de par (entre las 2.000 y las 3.500 vueltas).

Y para que siempre vayamos en el régimen ideal, esta versión del Opel Astra va ligada a una caja de cambios manual de seis velocidades. Es la mejor opción para la mayoría, pues el automático es un CVT que dejará un poco más fríos en cuanto a sensaciones. El tacto es correcto, aunque los desarrollos se notan algo largos, un movimiento que se hace normalmente para reducir los consumos en estos modelos.

A una buena conjunción entre mecánica y transmisión, hay que sumar la suavidad con la que se desarrolla todo al volante del Opel Astra 1.2T 145 CV. Nos da la sensación de que es un coche concebido para ser conducido con facilidad y sin pretensiones, un aliado perfecto para el día a día que podrá adaptarse a cualquier situación. Lo cierto es que tras probarlo en ciudad, por autovía o por carreteras secundarias ni destaca ni desentona; no siendo esto una crítica para nada.

Eso habla bien del equilibrio que ha buscado el Opel Astra y que nos puede recordar a modelos como el Volkswagen Golf, que lo hacen bien prácticamente todo, pero sin destacar en ningún punto. Lo consigue con una puesta a punto del chasis equilibrada y que tienda más hacia la comodidad que a la deportividad. Atrás quedaron los tiempos de los Astra GSi o del posterior y bruto Astra OPC; eso desgraciadamente no volverá ahora que apuestan por electrificación.

Tras esa reflexión melancólica, hay que seguir diciendo que la suspensión es de los puntos mejor resueltos en el Opel Astra. Esto se debe a un tarado suave que es capaz de filtrar a la perfección las irregularidades del asfalto sin que los ocupantes lo sufran. Le falta un poco de rigidez para ofrecer sensaciones deportivas, lo mismo le ocurre a una dirección demasiado asistida y poco comunicativa, similar a lo que vemos en el 80 % de los coches nuevos.

Tras compartir una semana con el Opel Astra 1.2T 145 CV nos sorprende obtener un consumo de apenas 5,8 litros, algo por encima del homologado, pero todavía un valor muy destacado para un coche de sus características. Parece que la buena aerodinámica de este modelo, sumada a un peso correcto de 1.280 kg consiguen que no haya que recurrir a la electrificación para obtener valores bajos en este aspecto.

Opinión coches.com

Ahora que ya ha sido presentada la nueva generación del Opel Astra, que llegará en los próximos meses al mercado, podría ser un buen momento para optar por éste ejemplar. Se trata de un coche bien resuelto, una compra inteligente si tenemos en cuenta que por 30.700 euros podríamos tener un auténtico tope de gama como la unidad probada. Menos aún si buscamos en páginas web como coches.com o si nos acogemos a sus condiciones de financiación.

Por esa tarifa se obtendrá un Opel Astra que no tendrá una estética tan novedosa, ni las opciones a electrificación por asentarse sobre una plataforma más antigua, pero que tiene otros puntos fuertes. No pasa desapercibida su buena construcción interior o el comportamiento dinámico equilibrado, con mecánicas de combustión ahorradoras y capaces para la mayoría de situaciones.

Opel Astra 1.2T 145 CV
7.8Nota
Lo mejor
  • Tecnología accesible
  • Comportamiento equilibrado
  • Precio competitivo
Lo peor
  • Diseño anodino
  • Maletero justo
  • Sin electrificación
Diseño7.5
Habitabilidad7.5
Acabados8
Maletero7
Equipamiento8.5
Motor8.5
Comportamiento8
Calidad Precio7.5

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