Siempre se dice que el Volkswagen Golf es la referencia entre los coches compactos. No es para menos. Desde 2008, el Golf es, año tras año, el coche más vendido en Europa. Son ya 35 millones de Golf vendidos. Una auténtica barbaridad.
Eso nos deja con que la sexta y la séptima generación de este histórico modelo, nacido en 1974, no han tenido rival, y eso que a tenido rivales muy buenos. Esta es la octava generación y, obviamente, la marca quiere seguir liderando.
La gama es amplísima, como siempre y tenemos hoy aquí a una de las versiones más equilibradas, el 1.5 eTSI microhíbrido con cambio automático DSG y etiqueta ECO, para comprobarlo:
Exterior
Siempre se critica al Golf que cambia poco a lo largo de sus generaciones. Pero hay que verse en la tesitura de tener que cambiar un mito, el modelo que cogió el legado del Beetle y tiene gran parte de «culpa» de haber transformado a Volkswagen en uno de los mayores Grupos automovilísticos mundiales.
En esta ocasión hay cambios. No me había convencido demasiado el diseño en fotos, pero me funciona mejor en persona. Es el la parte frontal donde más difiere del anterior, hasta el punto de que mi hijo me preguntó si era eléctrico. No lo es y parece que no habrá tal versión, toda vez que el ID.3 ocupará ese lugar.
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En esa parte delantera contamos con líneas muy horizontales, con detalles cromados que se complementan con las entradas de aire superiores e inferiores. En la más elevada contamos con el logo de la marca en el centro y faros LED matriciales opcionales IQ.Light (hay tres niveles de faros disponibles, estos son realmente buenos) con intermitentes dinámicos y que se unen con una tira cromada que le hace ganar anchura visualmente La toma de aire más abajo se integra en el paragolpes, adornado con cromados y embellecedores en el color de carrocería.
Viéndolo desde el lateral nos fijamos que el morro va más bajo que en anteriores generaciones y en el par de líneas de tensión sobre el capó. Las medidas son similares al anterior, pues mide 4.284 mm de longitud (26 mm más) 1.789 mm de anchura (1 mm más estrecho) y 1.456 mm m de altura (36 mm más bajo). La batalla mide 2.636 mm (+10 mm) y las vías delantera y trasera miden 1.533 y 1.504 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,275.
Solamente existe la carrocería de cinco puertas, toda vez que ya no se venden las de tres. Sí la familiar (Golf Variant) y la campera (el Golf Alltrack, basada en esta última). Hay también una buena superficie acristalada y más allá de los detalles como la parte baja de las ventanillas cromada o el nombre de la versión en la aleta delantera (First Edition en nuestro caso), se mantienen las formas, la línea de carácter a la altura de las manillas o el la clásico pilar C, echado hacia delante dándole su imagen característica.
Puedes elegir la carrocería en siete colores y hay diversos juegos de llantas. En nuestro caso, unas de aleación de 17 pulgadas (pueden elegirse entre 16 y 19 pulgadas), con neumáticos 225/45.
Detrás, líneas muy horizontales, un portón bastante grande que divide las ópticas LED en dos partes y algunos detalles más. Desde la aleta de tipo aleta de tiburón, al pequeño spoiler que integra la tercera luz de freno, el logo en la habitual posición central y en la parte baja un difusor trasero con salidas de escape simuladas, con bordes cromados.
Interior
El Grupo Volkswagen ha apostado por interiores minimalistas en todos los modelos que hemos ido probando y el Golf no iba a ser menos. Tenemos un cuadro de instrumentos totalmente digital de 10,25 pulgadas que se une a la pantalla del sistema de infoentretenimiento de 10 pulgadas. Una solución que vimos ya en el Skoda Octavia o en el León, con algunos detalles diferentes.
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Para empezar, hay algunos mandos en la consola más. Son táctiles, pero algo ayudan. Son accesos directos a climatización, modos de conducción, ayuda al aparcamiento o los sistemas de ayuda a la conducción, Para la luces, cuenta con idénticos mandos, pero me ha gustado que aquí se ubican también a la izquierda pero algo más arriba, con lo que resulta más fácil verlos mientras se conduce.
Por lo demás, muy buenos gráficos, si bien en el cuadro de instrumentos quizá las esferas son algo pequeñas en el modo clásico, para mi gusto. Se maneja todo desde el volante, con mandos muy bien ubicados y la posición de conducción es muy cómoda, ayudada por un asiento del conductor maravilloso, con memoria, ajustes eléctricos y la baqueta extensible.
El resto de mandos está todo donde te esperas, el Golf sigue siendo un coche muy muy funcional. Y hay amplitud delante, ayudada en esta unidad con cambio automático con este pequeño selector de marchas, de inspiración Porsche, pero que dejan mucho espacio libre.
En la consola también se ubica el botón de arranque, delante contamos con un puerto de carga inalámbrico y un par de tomas USB-C y el freno de estacionamiento eléctrico. No faltan reposabebidas, una toma de 12V y un cofre bajo el reposabrazos, que se une a unas buenas bolsas en las puertas y a una guantera más reducida.
¿Calidades? Pues buenas. El diseño es sobrio, con pocos materiales, y encontrarás los mejores en las partes altas pues a medida que vas bajando ya vas notando que son plásticos de peor calidad.
Detrás el espacio es bueno. Menor para las piernas que en el Skoda Octavia o el León, que tienen una mayor distancia entre ejes que el Golf, si bien este es algo más ancho y presenta idéntico espacio para la cabeza. Como es habitual en el segmento, bien para dos pasajeros, justo para tres detrás.
Maletero
El maletero de 380 litros presenta una formas regulares que lo hacen muy aprovechable, además de ser suficientemente amplio para un uso diario, hacer compras relativamente grandes o una escapada.
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En caso de necesitar más espacio cuenta con asientos abatibles asimétricamente mediante unos tiradores que son más cómodos de operar desde las propias plazas traseras, además de una trampilla central para poder transportar esquíes.
Equipamiento
Al inicio de la comercialización podías elegir un Volkswagen Golf en los niveles de acabado Life y Style, a los que posteriormente se sumó el R-Line de aspecto más deportivo y llegarán todavía más, de las versiones con motorizaciones especiales.
La marca ofrece una dotación muy completa desde el más sencillo. Y es que ofree ya seis airgbag, ESP y XDS, arranque sin llave, climatizador trizona, cuadro de instrumendos digital, las llantas de aleación de 16 pulgadas, volante de cuero multifunción, sensores de lluvia y luces, faros LED, navegador, iluminación ambiental…
Nuestra unidad contaba con la terminación First Edition, la serie limitada que celebró el lanzamiento de la octava generación. Parte del Life y cuenta con algunos elementos distintivos, como las llantas de 17 pulgadas, los Faros LED Performance o el paquete Hola Seguridad que incorpora muchos asistentes de seguridad que funcionan realmente bien, caso del asistente de mantenimiento en carril, control de velocidad adaptativo, reconocimiento de señales, Emergency Assist (que toma el control del vehículo y lo para en el arcén si el conductor se encuentra indispuesto)…
No falta un control por voz que entiende las preguntas con lenguaje natural (vale, a veces falla un poco y hay que hablarle como un robot), la conectividad Android Auto y Apple CarPlay, navegador Discover…
¿Precio? Es caro. Esta unidad First Edition ya no puede configurarse, pero con el acabado Style, algo menos completo, se va más allá de los 33.400 euros. Como siempre, te recordamos que puedes encontrar ofertas del Volkswagen Golf en nuestra sección de coches nuevos, donde los concesionarios oficiales de la marca publican sus descuentos y los actualizan mes a mes. Recuerda que esas tarifas pueden ir asociadas a financiar el coche con la marca.
Motor
Si levantamos el capó (por cierto, pesado y que se sujeta con una varilla en lugar del par de pistones hidráulicos que usa el Octavia) nos encontramos con un interesante motor, novedad de este generación. Hay gasolina desde 110 CV, diésel desde 115 CV, de GNC, variantes deportivas como el GTI o el R, y el híbrido como el GTE. Desaparece el eléctrico… y aparece este Mild Hybrid.
Se trata del 1.5 eTSI, una mecánica microhíbrida que se muestra solvente y económica. Es un bloque de cuatro cilindros de gasolina de 1.498 cc, de inyección directa, sobrealimentado con turbo y que anuncia una potencia máxima de 150 CV entre las 5.000 y 6.000 rpm y 250 Nm de par entre las 1.500 y 3.500 rpm. Cuatro cilindros pero que cuando no demandas mucho trabajo al acelerador puede desactivar dos cilindros sin que aprecies absolutamente nada.
Hasta ahí, nada que no se hubiese visto en el Golf 7. Pero ahora cuenta con un pequeño motor eléctrico de 48 V que sirve como alternador y motor de arranque, alimentado por una pequeña batería de iones de litio, ubicada bajo el asiento del copiloto, que almacena la energía de frenado y que alimenta la red eléctrica convencional de 12 V.
¿Para qué le sirve? Primero, para que gane la etiqueta ECO, importante si eres de los que tiene que entrar en ciudad habitualmente. Además, aporta un extra de par en las salidas (hasta 9 kW y 50 Nm de par) y facilita que se use en bastantes ocasiones el modo a vela, en el cual circulas con el motor apagado y es ese pequeño motor eléctrico el que hace que sigas teniendo dirección o frenos. Y así se prometen ahorros de hasta 0.5 l/100 km. Homologa apenas 5,7 l/ 100 km según el ciclo de homologación WLTP. Veamos si lo cumple y qué tal va.
Comportamiento
Confieso. Tuve durante bastantes años un Golf GTI de la tercera generación que me conquistó. Más que por potencia, por su equilibrio. Y en ese sentido, cuando conduces un Golf 8, aprecias ese misma forma de hacer las cosas: ponérselo fácil al conductor.
En ciudad es un coche con buena visibilidad, con unas medidas compactas y con el que te mueves fenomenal gracias a un buen radio de giro, pero creo que las mejoras respecto a la anterior generación se notan sobre todo a la hora de hacer viajes. Siempre fue bueno en ese aspecto el Golf, te lo digo con conocimiento de causa, pero ahora ha ganado en confort, gracias a un buen aislamiento acústico, y en calidad de rodadura, con un aplomo soberbio para su segmento.
Pero el coche no desentona tampoco cuando lo llevas a una carretera de curvas. Responde con precisión al volante y la puesta a punto de las suspensiones te hace sentir un coche ágil, sin apenas balanceos cuando enlazas curvas. Sus reacciones son nobles y seguras, de forma que corrige muchos errores del conductor. Con el paso de los años ha ido corrigiendo además esa habitual tendencia subviradora de los tracción delantera.
No es deportivo porque le falta algo de dureza a la dirección y porque los frenos, al menos en esta versión, son algo difíciles de dosificar, pero el motor es capaz de sacarte algunas sonrisas. Son 150 CV son más que de sobra para mover al coche, sobre todo si no vas con muchos ocupantes.
Los 8,5 segundos que tarda en completar el 0 a 100 km/h nos recuerdan de nuevo que no es un fulgurante deportivo (de eso se encargarán otras versiones) pero es más que suficiente para afrontar un adelantamiento o una incorporación con solvencia. Y es que pasa de 80 a 120 km/h en 6.1 segundos, una cifra más que correcta (alcanza una velocidad máxima de 224 km/h).
Se asocia a un cambio DSG de 7 relaciones para que el sistema microhíbrido funcione como es debido. Las marchas están bien escalonadas y en modo D los saltos entre marchas son suaves, además de priorizar el consumo. Si buscas dinamismo es mejor que emplees el S, que además de estirar las marchas un poco más ganarás algo de freno motor al levantar el pie del acelerador. O también usar las levas tras el volante. Son muy pequeñas, pero te permiten llevar el régimen de revoluciones que quieres, si bien a veces es de reacciones algo tardías.
¿Y el gasto? Puedes moverte tranquilamente en el entorno de los 6 l /100 km sin demasiadas preocupaciones. Y a poco que aproveches las inercias y entiendas cuándo el coche puede moverse a vela (llega a apagar 30 segundos el motor, si circulas entre 55 y 160 km/h) y trabajar en dos cilindros, no te extrañes si bajas el consumo homologado. ¿Qué eres de estirar las marchas y hacer una conducción deportiva? Pues piensa en consumos del entorno de los 8,5 l/100 km.
Opinión coches.com
Siempre se ha dicho que el Golf es bueno en todo, sin destacar sobremanera en nada. Sigue haciendo gala de eso. El problema de esta octava generación es que ya no es tan diferente a lo que ofrecen otros rivales, incluso dentro del Grupo Volkswagen.
Si apuestas por el Golf, no te va a defraudar. Es un buen coche, con una calidad buena (no sobresaliente) y que este motor eTSI le sienta como un guante. Por prestaciones y consumos ajustados, así como por su puesta a punto equilibrada, pues consigue ser ágil sin perder el confort.
Su problema es el precio. Y es que encontramos alternativas, con esa mecánica (sí, hablamos del Seat León), hasta 4.000 euros más barato… y no vemos justificada tamaña diferencia como sí podía hacerse en otras generaciones. Es el peaje a pagar por un Golf…
- Equilibrio dinámico sobresaliente
- Motor con buen compromiso entre prestaciones y consumos
- Interior de calidad, bien equipado
- Precio muy por encima de sus rivales
- Excesiva cantidad de mandos táctiles
- Calidad interior cercana a otras alternativas más económicas
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