Hay múltiples posibilidades de contratación de seguros. Pero estas son las posibilidades que más ofrecen las aseguradoras, en función del tipo de vehículo:
Coche nuevo:
Cuando tienes un vehículo de menos de 5 años, la tendencia es optar por un seguro a todo riesgo: es la modalidad más completa, aunque suponga un esfuerzo económico durante los tres-cinco primeros años. Aporta más tranquilidad después de un desembolso de dinero grande como la compra de un coche nuevo. Puede servirte esta lista de los que mejor relación calidad- precio tienen del mercado.
¿Te resulta demasiado caro? Puedes rebajarlo contratando una franquicia, que es una cantidad fija cuyo pago asumirá el asegurado en cada siniestro. Son cantidades moderadas, que no suponen un quebranto económico importante para el asegurado en caso de siniestro (teniendo la estabilidad económica de su patrimonio asegurada en todo momento). Eso sí, pagarás los pequeños golpes como un gasto de mantenimiento más del vehículo.
Piensa antes si conviene por:
– Antigüedad: cuanto más nuevo sea, más interesa el todo riesgo.
– Tu situación económica: si te has dejado todos los ahorros o has pedido un préstamo, contrátalo. Te protegerá si tienes un siniestro grande y te evitarás posibles problemas con la entidad financiera.
– Cuanto más usas el coche, más interesa ya que tienes más posibilidades de sufrir un accidente.
– Si no tienes garaje, es más probable que le pase algo.
Coches usados
La depreciación es muy importante, ya que supone hasta el 45% de la inversión en un vehículo. Hay trucos y recomendaciones para evitar que un coche se deprecie demasiado, pero normalmente, a partir del quinto año se calcula que el coche se habrá devaluado cerca de un 60% y al cliente no le merece la pena tener su vehículo asegurado a todo riesgo.
Para evitar el salto tan grande desde el todo riesgo, cuando el coche tiene entre cinco y siete años puede ser conveniente un seguro a terceros que asegure una posible pérdida o robo del coche, pagando una prima razonable. Cuando el coche es mñas viejo, la modalidad más adecuada sería un terceros + lunas. Por una pequeña prima adicional, se contrata la garantía de rotura de lunas y riesgos extraordinarios (inundaciones, actos terroristas, violencia callejera…).
Lógicamente, en decisión final que se tome también tendrá mucho que ver el grado de aversión al riesgo que cada persona tiene. Mientras hay gente que no le importe arriesgarse a quedarse sin coche y contratan un seguro a terceros con el coche recién comprado, hay personas con su coche de más de diez años asegurado a todo riesgo.
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Fuente: Arpem
A pesar de existir múltiples posibilidades de contratación, las compañías de seguros ofrecen 2 ó 3 posibilidades en función de las preferencias del cliente y la antigüedad del vehículo.
Seguros para coches nuevos
Si se trata de un vehículo de menos de 5 años, se suele optar por un Todo Riesgo. El Todo Riesgo es la modalidad más completa y por tanto más cara.
Puede convenir un Todo Riesgo con franquicia, para que el seguro salga más económico. Las franquicias son unas cantidades fijas (diferentes en función del valor del vehículo), que el asegurado asumirá por su cuenta en cada siniestro.
Al ser cantidades bastante moderadas, en ningún caso suponen un quebranto económico importante para el asegurado en caso de siniestro (teniendo la estabilidad económica de su patrimonio asegurada en todo momento).
El objetivo final de la franquicia es que las pequeñas rayas o golpecitos, corran a cargo del asegurado, como un gasto de mantenimiento más del vehículo, cubriendo el seguro el resto de casos, es decir, el riesgo de accidentes de verdad.
Si se tiene un vehículo nuevo y parece que contratar un Todo Riesgo es pagar demasiado dinero, sería conveniente reflexionar sobre los siguientes aspectos:
- Edad del vehículo: cuanto más nuevo sea el vehículo, más indemnización recibirá en caso de pérdida total (es decir, cuando se queda sin vehículo). Por tanto, es más interesante el Todo Riesgo.
- Situación económica del cliente: si para comprar el coche se ha quedado sin ahorros, o incluso ha tenido que pedir un préstamo, debería contratar un Todo Riesgo, para estar cubierto contra siniestros importantes que pongan en peligro su estabilidad económica, y evitar problemas con la Entidad Prestataria.
- Grado de utilización del vehículo: cuanto más tiempo circula un vehículo por la carretera, mayor es la posibilidad de tener un accidente. Por tanto, interesa estar asegurado a Todo Riesgo.
- Utilización de garaje: si el vehículo duerme en la calle, tiene mayor riesgo de sufrir daños.
- Grado de aversión al riesgo del cliente. Este es un factor subjetivo de cada persona. Hay personas a las que no les importa arriesgarse a quedarse sin coche, y contratan un seguro a terceros, con el coche recién comprado y personas que necesitan la mayor seguridad, asegurando su vehículo a Todo Riesgo, incluso aunque el coche tenga 10 años.
La tendencia general en vehículos nuevos es asegurarlos a Todo Riesgo, aunque suponga durante los 3 ó 5 primeros años un esfuerzo económico, dada la tranquilidad que proporciona frente a un bien querido y costoso, como es el coche nuevo. El esfuerzo económico que conlleva se ve enormemente rebajado con la contratación de una franquicia.
Seguros para coches usados
A partir del 5º año de antigüedad, al cliente no le merece la pena tener su vehículo asegurado a Todo Riesgo, ya que el vehículo se habrá depreciado aproximadamente entre un 60 – 65%.
Es el momento de pasar a una modalidad menos completa. Para evitar el salto tan grande que supone pasar del Todo Riesgo al Terceros, las compañías ofrecen modalidades intermedias, que nos asegura de una posible Pérdida Total del vehículo pagando una prima moderada. Esta modalidad es recomendable para vehículos entre 5 y 7 años.
Si el vehículo es muy viejo, la modalidad más adecuada sería un Terceros Lunas. Tiene la ventaja respecto al Terceros Básico en que por una pequeña prima adicional, se contrata la garantía de Rotura de Lunas y Riesgos Extraordinarios (inundaciones extraordinarias, actos terroristas o tumultos populares, etc.).
Vía: Arpem