De lo que pagamos por el combustible, ¿cuánto son impuestos?

El precio del combustible ha ido creciendo de forma sustancial en los últimos años. Todavía muchos recuerdan cuando repostaban por debajo del euro cada litro hace un par de décadas, aunque la cosa ha cambiado y no volverá a ser igual. La tendencia al alza se debe a varios factores, pero no vamos a entrar en ese tema. Hoy vamos a analizar cuánto son impuestos de lo que pagamos por el combustible, pues también es un factor que hace fluctuar la tarifa.

A continuación vamos a tratar las cuatro variables de las que depende el precio de los combustibles en nuestro país: precio base, impuestos como el IVA y el IEH, además de los costes de distribución y márgenes que se llevan las empresas que lo explotan.

Precio base

La mayoría de combustibles que utilizamos actualmente son fósiles. Aunque ya hemos hablado de los biocombustibles y de los sintéticos, hay que reconocer que el petróleo sigue siendo la base principal de combustibles como la gasolina o el diésel. Con precio base nos referimos precisamente al precio del petróleo en los mercados internacionales. Es una cantidad variable que toma como referencia el precio del barril de Brent en dólares.

Hay que tener en cuenta que ese valor oscila a diario y que depende de muchos factores como la extracción, las reservas que haya e incluso la oferta y la demanda (por eso bajó tanto durante la pandemia). Además, los conflictos políticos también pueden motivar su subida. En España, del refinamiento del crudo se encarga la Compañía Logística de Hidrocarburos y los mayoristas le compran la gasolina y el diésel para su posterior distribución.

El precio base es lo esencial que se paga en un combustible, pues supone entre el 40 y el 50 % del coste tanto de la gasolina como del diésel. También es el causante principal de las variaciones en los precios, pues otras variables son más regulares.

Impuestos

Y como casi todos los bienes y servicios que se comercializan en España, los combustibles también son gravados con impuestos. Es la parte proporcional que se lleva el Estado y, en este caso, tenemos que hablar de dos de ellos que hacen que el precio se eleve considerablemente. Se calcula que suponen alrededor de un 40 % del coste total.

IEH

El Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) es el gravamen específico para los combustibles que mueven nuestros coches. Actualmente es un impuesto fijo y que está dividido en dos tramos, general y especial. Llama la atención que se aplica cada mil litros del combustible, así que podremos ver datos llamativos. Por ejemplo, la gasolina sin plomo convencional tiene unos impuestos de 400,69 euros por cada 1.000 litros, que llegan hasta los 431,92 euros por 1.000 litros de gasolina de 97 octanos o más.

Lo mismo ocurre con el diésel, que tiene un impuesto de 307 euros por cada 1.000 litros. Hay que aclarar que el gasóleo para uso agrícola o pesquero está exento de esta carga fiscal, pero el de la automoción paga. Eso sería el tramo general, pero luego había otro tramo especial que es para las sobre Ventas Minoristas del Estado y que supone 2,4 céntimos/litro de combustible. Además, las Comunidades Autónomas podían complementar este impuesto con otra tasa que sumase otros 4,8 céntimos/litro (tienen limitación de 48 euros cada 1.000 litros).

Así era hasta 2019, cuando se hizo una reforma en este impuesto y el tramo especial quedó en 7,2 céntimos/litro al sumar las dos partes que mencionábamos antes. En definitiva, este IEH es una parte importante del total que pagamos por la gasolina y el diésel. De este modo, vemos que la gasolina sin plomo 95 paga 0,472 €/l de IEH y la sin plomo 98 son 0,505 €/l, mientras que el diésel paga 0,379 €/l.

IVA

Como con la mayoría de cosas, los combustibles también tienen el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). En este caso también es invariable, no depende del precio base, y se utiliza el 21 %. No hay IVA reducido para los combustibles como sí lo hay para otros bienes, aunque los profesionales del transporte se lo pueden desgravar (parcial o totalmente). Destacar que ese impuesto está presente en todo el territorio español, exceptuando las Islas Canarias. Allí se aplica el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) y ese es el motivo de que allí cueste menos repostar.

Costes de distribución y márgenes

Por último, hay que decir que en el precio de los combustibles también afecta una serie de costes de distribución y márgenes para las empresas que los trabajan. Hay que decir que cada distribuidor puede jugar con esos porcentajes, aunque suelen ser bastante fijos. Hablamos de entre un 12 y un 15 % del total del coste del combustible y ahí va incluido los beneficios que ganan las empresas que distribuyen.

Cómo está España respecto al resto de Europa

Aunque estamos de acuerdo en que el precio de los combustibles es elevado en España, hay que reconocer que hay países de Europa que tienen tarifas mucho más elevadas. Siempre estaría la cuestión de la renta media de cada país, pero podríamos decir que los que tienen impuestos más elevados son algunos como Países Bajos, Finlandia, Grecia, Francia o Italia. Siempre varía algo entre lo que se grava a la gasolina y al diésel, por no hablar de que el precio final también depende de lo que salga su base.

Por supuesto, el precio del combustible es algo vivo en cada país y también en cada zona. Depende también de la ciudad en la que se reposte, por no hablar de la diferencia que hay entre gasolineras normales y las denominadas low cost. A continuación vamos a hablar de un desglose del precio de la gasolina Sin Plomo 95 y del diésel convencional, dando un valor medio en la fecha actual.

Desglose del precio de la gasolina y del diésel

Para terminar, decir que de lo que pagamos en el combustible casi la mitad son impuestos. En lo que va de año el promedio está en un 46,11 % en el caso de la gasolina convencional y está en 41,78 % para el diésel.