Después de conocer qué es el turbo, así como los diferentes tipos que se pueden encontrar en el mercado vamos a pasar a conocer una de las piezas claves del entramado mecánico de los motores sobrealimentados, el intercooler. Debido a la tendencia actual de montar motores turbo a la mayoría de vehículos, se trata de un elemento que ha ido ganando importancia y del que es importante saber los detalles.
Es posible que te preguntes qué es el intercooler. La definición más básica que podemos hacer es que se trata de un intermediario entre el turbo y la admisión del motor. Se encarga de enfriar el flujo de aire que envía el turbocompresor (que trabaja a temperaturas muy altas), redirigiéndolo hacia el colector de admisión con una temperatura óptima.
Para conseguir ese propósito el intercooler necesita colocarse en una zona que reciba el aire de frente, para poder convertirse en una «nevera» a pleno rendimiento. Generalmente, si sus dimensiones son grandes, suele colocarse en la parte central-frontal. Cuando es más pequeño, una posición habitual es en los pases de rueda frontales.
Todo comienza en el momento en el que demandamos potencia con el pedal de acelerador. En ese mismo instante, las aspas del turbo empiezan a funcionar, de tal modo que comienzan a aspirar aire atmosférico a través del filtro.
El intercooler se encarga de enfriar el aire que envía el turbo, por lo que si aspira aire frío (como en invierno) se facilitará mucho el trabajo de esta «nevera». Por tanto, una vez que la caracola del turbo envía el aire atmosférico a través de la tubería (como podemos observar en la foto superior, la parte de color rosa), rápidamente es enviada al intercooler.
La ventaja de que el intercooler esté colocado en una ubicación que reciba una gran cantidad de aire del exterior, es que no tardará mucho tiempo en enfriar el flujo de aire que proviene del turbo. Si seguimos acelerando, el colector de admisión tendrá la mariposa abierta y los pistones solicitarán más aire. Como podemos comprobar en el dibujo, ahora mismo estaríamos en la parte coloreada de azul (que hace referencia a un aire más frío), que entra en en los pistones y es expulsado a la caracola de escape del turbo (la cual está conectada con la tubería de escape).
En resumen, el aire entra con una temperatura exterior en la caracola de admisión, con la presión se calienta, el intercooler lo enfría y lo envía con la temperatura adecuada al motor. Aunque en primera instancia pueda parecer un invento de lo más normal y común, el intercooler ayuda a los motores sobrealimentados dar lo mejor de sí mismos.