Hay estudios que dicen que la velocidad está estrechamente relacionada con la siniestralidad en nuestro país. Estuvo presente en el 23 % de los accidentes mortales de 2019 y por eso la DGT ha tomado cartas en el asunto. Primero fue la reducción del límite a 90 km/h en las carreteras convencionales y ahora entra en vigor la limitación a 30 km/h en ciudades con cierta polémica. Aunque la modificación del Reglamento de Circulación se presentó hace meses, la nueva regulación entró en vigor el pasado 11 de mayo.
Cómo son los nuevos límites de velocidad
En resumidas cuentas, podríamos decir que hay tres tipos de límite de velocidad en vías interurbanas:
- 20 km/h para calles con plataforma única de calzada y acera
- 30 km/h para vías de un único carril por sentido de circulación
- 50 km/h cuando haya dos o más carriles por sentido de circulación
Estos límites llegan después de que algunos ayuntamientos solicitasen aplicarlos y se viera un repunte de fallecidos en accidentes de tráfico en ciudades. El 82 % de las muertes en este entorno en 2019 fueron usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas. Con la reducción de velocidad disminuye también el riesgo de fallecer en un atropello hasta un 80 % (a 50 km/h el riesgo es del 90 % y a 30 km/h el riesgo es de 10 %).
También se calcula que el vehículo se puede detener completamente en la mitad de distancia, lo mismo que el ruido ambiental en estas zonas. Reducir la velocidad a 30 km/h en las urbes es una tendencia que se está dando en otros países europeos, siendo una prioridad en la Agenda 2030. Sin embargo, muchos usuarios han protestado debidos a que con esta medida también se simplifica el proceso sancionador, lo que se podría traducir en ciudades con un mayor número de radares y un crecimiento notable de las multas.
Multas con los nuevos límites de velocidad
Con los nuevos límites hay muchos usuarios que se preguntan cómo serán las multas si circulan excediendo la velocidad máxima permitida. Hay que tener en cuenta que cambian en función de la vía, así que lo primero que hay que tener claro es sin se circula en una con un máximo de 20 km/h, de 30 km/h o de 50 km/h; algo que repasamos en el punto anterior. A continuación dejamos un resumen de cómo quedan las sanciones:
Límite 20 km/h
- Entre 21 y 40 km/h: 100 euros sin puntos
- Entre 41 y 50 km/h: 300 euros y 2 puntos
- Entre 51 y 60 km/h: 400 euros y 4 puntos
- Entre 61 y 70 km/h: 500 euros y 6 puntos
- Más de 71 km/h: 600 euros y 6 puntos
Límite 30 km/h
- Entre 31 y 50 km/h: 100 euros sin puntos
- Entre 51 y 60 km/h: 300 euros y 2 puntos
- Entre 61 y 70 km/h: 400 euros y 2 puntos
- Entre 71 y 80 km/h: 500 euros y 6 puntos
- Más de 81 km/h: 600 euros y 6 puntos
Límite 50 km/h
- Entre 51 y 70 km/h: 100 euros sin puntos
- Entre 71 y 80 km/h: 300 euros y 2 puntos
- Entre 81 y 90 km/h: 400 euros y 2 puntos
- Entre 91 y 100 km/h: 500 euros y 6 puntos
- Más de 101 km/h: 600 euros y 6 puntos
¿Averías por las bajas velocidades?
Otra cuestión que se ha mencionado desde que entraron en vigor los nuevos límites de velocidad en las ciudades son las averías que podrían causar en los coches. Los diésel son los que, a priori, sufrirían más por las bajas revoluciones, ya hemos mencionado los fallos de la válvula EGR. Aunque el componente más señalado en este caso sería el filtro de partículas. Este tipo de filtro, que sirve para reducir las emisiones, necesita cierta temperatura y revoluciones para hacer el proceso de regeneración y estos recorridos en ciudad a bajas velocidades no ayudarán demasiado.
Por otro lado, el embrague será otro componente que se resienta con los nuevos límites debido a un incremento de cambios de marcha, principalmente entre la primera y la tercera. También se habla de un aumento del consumo medio de combustible por rodar en marchas cortas, pues circular en cuarta ya daba cierto desahogo. Aunque también eso es bastante relativo y dependerá del coche y de la forma de conducir del usuario.