Las baterías de los coches almacenan electricidad. Una electricidad que hace que el motor y el resto de los componentes puedan funcionar. Cuando los bornes de la batería están cubiertos de corrosión, ni las cargas positivas ni las negativas pueden fluir adecuadamente, lo que puede derivar en una muerte prematura de la batería. Levanta el capó de tu coche y echa un vistazo. ¿Ves una sustancia blanca y pulverulenta en los bornes metálicos? Eso es corrosión.
Muchos conductores experimentan dificultades para arrancar sus vehículos en algún momento u otro de sus vidas. A veces, una batería agotada es la culpable, pero muchas otras es un evento frustrante causado por la acumulación de corrosión en los conectores y alrededor de los extremos de los cables, y la velocidad de formación se incrementa cuando el motor y la batería no están funcionando. Aprender a limpiar los bornes (y hacerlo) puede evitar gastos innecesarios y preocupaciones.
¿Qué es la corrosión de la batería de un coche?
La corrosión parece una sustancia espumosa y polvorienta, generalmente de tono blanquecino, que se forma alrededor de los bornes de la batería. Se crea debido a la reacción química que se produce en los terminales y en los extremos del cable. Cuando esto ocurre, el cableado no puede suministrar la energía correctamente a los distintos sistemas eléctricos del coche, empezando por el motor de arranque. O incluso algo peor, que el coche se esté calando mientras circulamos con él.
¿Qué causa la corrosión en la batería de un coche?
Las razones principales por las que una batería puede tener corrosión son:
Edad de la batería. Como las pilas de un reloj, la vida útil de una batería de coche puede variar sustancialmente. Sin embargo, si esta ya ha sobrepasado los cuatro años, es bastante normal ver corrosión. Limpiarla es una tontería, hay que cambiarla.
Una sobrecarga. Independientemente del tipo de batería al que nos enfrentemos, una sobrecarga puede ayudar a que sus químicos internos sean expulsados hacia fuera a través de las rejillas de ventilación o creando grietas, derivando en corrosión.
Reacción química con pinzas de cobre. El cobre se usa para hacer las abrazaderas que conectan los cables y la batería. Si eres bueno en química, sabrás que el cobre no puede corroerse por sí solo. Sin embargo, la corriente que lo atraviesa produce sulfato de cobre, lo que resulta en corrosión en los bornes.
Fuga de electrolitos. Una de las razones que causa la corrosión en una batería es la fuga de electrolitos. Si una batería no está bien mantenida, los electrolitos se escaparán y se acumularán en los bornes, causando corrosión.
Exceso de agua. Tener demasiada agua en una batería es otra razón que provoca corrosión. Dado que los bornes están hechos de metales que pueden corroerse, si hay mucha agua, el exceso saldrá de las rejillas de ventilación y corroerá los bornes.
¿Cómo se limpia la corrosión de una batería de coche?
Lo cierto es que se puede hacer de una forma sencilla, utilizando artículos de andar por casa y algunos materiales un tanto más concretos. Si a eso le sumamos que hay que tener un poco de paciencia, no es que sea necesario ser el más manitas del mundo. Como se ha destacado ya, la corrosión puede causar fugas y, consecuentemente, acortar la vida útil de batería. Es por eso por lo que insistimos en el que un buen mantenimiento de nuestro coche puede ahorrarnos muchos disgustos.
Antes de abordar la limpieza de una batería corroída, cabe mencionar algunas precauciones previas. Dado que la piel y la ropa pueden entrar en contacto con materiales corrosivos (ácido), es aconsejable emplear gafas protectoras, guantes y una bata (o un conjunto al que no le tengas mucho cariño). Evita tocar las partes metálicas del vehículo (más allá de la batería), incluido el marco o las partes cercanas, para reducir el riesgo de cortocircuito. Si ves grietas o alguna fuga, reemplázala.
No hará falta decir que el coche debe de estar apagado antes de hacer cualquier cosa con la batería. En primer lugar, los extremos de cable negativo y positivo deben desconectarse para limpiar las conexiones de los bornes correctamente. Para ello, retira primero el cable negativo (-) aflojándolo con un destornillador de punta plana y levantándolo del borne. Evita que toque el cable positivo y no dejes nada metálico encima, si no quieres ni un calambrazo o cortocircuito, respectivamente.
Siguiendo la misma técnica, retira el cable positivo (+). Si tienes problemas para quitar cualquiera de los cables, intenta retorcerlos mientras tiras hacia arriba al mismo tiempo. Una vez retirados, ya es el momento de ponerse manos a la obra con el menester que nos ha traído hasta aquí. Para comenzar a limpiar la corrosión, necesitarás trapos, un recipiente con medio litro de agua y dos cucharadas de bicarbonato sódico o refresco de cola, y un cepillo de dientes viejo, aunque si tiene púas metálicas mejor que mejor.
Sumerge el cepillo en la mezcla las veces que haga falta y frota la parte superior de la batería para eliminar la acumulación de corrosión. Incluso puedes sumergir los extremos de los cables en agua caliente para disolver la corrosión en los extremos del cable. Enjuaga la batería y los cables con agua fría y asegúrate de eliminar todo el bicarbonato de sodio/refresco de cola y la corrosión. Seca la batería y las abrazaderas con un paño limpio. Para terminar, lubrica todo el metal expuesto con vaselina o un aerosol específico.
Para acabar, vuelve a conectar los terminales de la batería. Primero, vuelve a instalar el cable positivo (+) en su posición. En algunas baterías, hay que mover completamente o golpear el extremo del cable hacia abajo en su posición, apretando la tuerca de la abrazadera para que quede ajustada. Luego, intenta agregar otro cuarto de giro. Vuelve a conectar el cable negativo de la batería de la misma manera que lo hace con el cable positivo. Las cubiertas de plástico ya son el toque final.
¿Y si tengo que hacer una limpieza de emergencia?
Siempre hay momentos en los que no tenemos tiempo de organizar una limpieza como Dios manda. En este caso, con un par de guantes y una llave inglesa/destornillador del tamaño correcto, afloja cada borne ligeramente con su llave. No quites los cables por completo. Vierte el refresco de cola sobre la batería desde el centro hacia afuera en una dirección. Repite en la dirección opuesta y deja que actúe durante dos minutos. Luego, enjuaga todo con agua y aprieta los cables de nuevo.
Como último apunte (de verdad de la buena), hay que destacar que muchos de los coches actuales cuentan con un módulo de gestión de la electrónica que puede hacer que muchos de los elementos de a bordo se desconfiguren si dejamos sin alimentación al coche. En otras palabras, si quitamos la batería, sistemas como el ESP, el Start/Stop, la recuperación de energía en las frenadas, la radio o la alarma, entre otros muchos, no se comportarán exactamente como el primer día.
En este caso, dsafortunadamente, tendrás que acudir a un taller autorizado para que reprogramar aquellos elementos que no estén bien calibrados. Y no, no es un “debes hacerlo si…”, es un “hay que hacerlo, y punto pelota”. Al igual que en los teléfonos móviles u ordenadores de última hornada, los fabricantes de coches van continuamente un paso por delante de nosotros, buscando la forma en la que no puedas hacer nada por ti mismo y tengas que acudir al taller.
Fuente: Autonoción, mechanic.com.au