El aire acondicionado hace gastar más combustible al coche. Eso hace que muchos conductores eviten ponerlo hasta que no es totalmente imprescindible. De hecho, diversos estudios indican que casi la mitad de lso conductores (un 49%), no conectan el aire acondicionado hasta que la temperatura alcanza los 28 grados. Error.
No debería ser así. Cuando se superan los 22 grados en el habitáculo, al conductor le entre sueño con mayor facilidad. A 27 grados de temperatura, la velocidad de reacción del conductor es hasta un 22% más lenta que cuando circula a 22 grados. Además, los sustemas de aire acondicionado (siempre que se tengan limpios los filtros del aire) ayudan a reducir hasta el 88% de polen y otros alérnenos.
Si te sigue preocupando el consumo, echa un vistazo a nuestros consejos para ahorrar combustible usando el aire acondicionado. Son sencillos trucos, que no implican apenas esfuerzo por tu parte y con los que conseguirás un habitáculo fresco para no forzar el sistema. Además, teniendo a punto el sistema ayudas a que funcione mejor. Sigue estas pautas:
Temperatura idónea
Los expertos recomiendan que la temperatura ideal del habitáculo debe oscilar entre los 22 y 24 grados. Por un lado, para no llevar al extremo el sistema de climatización. Y por otro para evitar los resfriados veraniegos por el gran contraste entre el interior del coche y la que encuentras al bajarte de él.
Orientación de los aireadores
Si quieres ser eficiente a la hora de refrescar el habitáculo, debes orientar hacia arriba las rejillas dentrales. ¿Por qué? Pura física. El aire frío es más pesado que el caliente, como habrás visto en los globos estáticos. De este modo irá bajando por el habitáculo al tiempo que provoca el movimiento del aire. Por otro lado los aireadores laterales es mejor orientarlos hacia las ventanillas. De este modo, se crea una barrera con el calor que provoca su contacto directo con los rayos del sol.
Sí, de vez en cuando todos nos lo dirigimos a la cara, sobre todo en momentos de máximo calor. No deberíamos. Actuando de este modo quizá estemos enviando virus y bacterias directamente a las fosas nasales.
Filtros limpios
Un filtro sucio provoca que disminuya la cantidad del aire. Y ojo, también los filtros mal colocados. Es por ello que hay que prestar una especial atención durante su montaje, así como cuando el aire acondicionado da problemas, ya que es bastante sencillo solucionarlo… a no ser que su acceso sea complicado.
Además de respetar los intervalos que recomienda el fabricante a la hora de sustituir tanto el filtro del habitáculo como otros filtros del coche, conviene limpiar bien, con un aspirador si es posible, toda la suciedad y polvo de la zona donde se colocan.
Nivel de carga del aire acondicionado
¿Tu coche no enfría como antaño? No es causa del cambio climático, sino que posiblemente necesite una carga de gas del aire acondicionado. Si ves que le cuesta mucho rato enfriar el vehículo, lo mejor es acudir a un profesional.
Además de recargar el circuito con gas (normalmente del tipo R-134-A, del tipo HFC, un gas refrigerante que no daña la capa de ozono, pero verifícalo en el manual de tu coche), comprobará que el circuito no tiene fugas.
Fallos eléctrónicos
Al final, como tantos otros sistemas en un vehículo moderno, el sistema de climatización es eléctrico. Puede existir una mala conexión de unos cables (un amigo anuló sin querer el suyo al instalar un equipo de sonido, no es descabellado) o que falle un fusible. O que el sensor de temperatura se haya dañado y no envíe una lectura correcta.
Las variables son muchas, como en cualquier fallo eléctrico del coche. Son los típicos problemas que cuesta dar con ellos… así que lo mejor y más rápido en ocasiones es conectar la máquina de diagnosis, para localizarlos de manera más eficaz.
Recirculación del aire
Si vas a pasar mucho tiempo conduciendo, como por ejemplo durante un viaje largo en coche, es mejor aprovechar el aire ya enfriado del interior para hacerlo recircular. De este modo castigaremos menos al sistema, sobre todo al compresor.
Al contrario, cuando el interior del coche está muy caliente, resulta mucho más eficaz introducir aire del exterior para bajar más rápido la temperatura. Por cierto… ¿recuerdas este truco para bajar rápidamente la temperatura del coche?
Radiador limpio
El radiador es parte vital del sistema de refrigeración del vehículo, encargado de evitar recalentamientos en la mecánica para que siga funcionando a máximo rendimiento incluso cuando la temperatura exterior es muy alta.
Va ubicado en la parte delantera del vehículo, tras la parilla, para intercambiar el calor con el ambiente. Cuanto más limpio esté, mejor realizará su función. La zona donde se encuentra facilita que se ensucie… ya que es fácil que se cuelen pequeños objetos (plásticos, hojas…) que no dejen correr el aire compo debiera.
Apagarlo a tiempo
Apaga el aire acondicionado antes de parar el motor y así evitarás forzar al compresor. Tampoco te obsesiones con esto. Los sistemas de climatización de los vehículos tienen un diseño bastante robustos y probados, se han pensado para que duren muchos años. Lo que sin duda ayuda es que realices correctamente el mantenimiento del coche, con lo que evitarás, por ejemplo, que la correa de elementos auxiliares esté en mal estado o floja. Eso sí que causaría que el compresor perdiese potencia de manera notable.
Y… conéctalo en invierno
Además del gas que enfría, por el circuito hay tambien aceite, que sirve para lubricar el compresor, el propio circuito y sus retenes. Conectando el aire acondicionado en invierno ayudas a mover el aceite por las tuberías y evitar que los retenes se resequen. Habrás comprobado que el aire acondicionado es una ayuda inestimable a la hora de desempañar los cristales, pues elimina la humedad del ambiente mucho más rápidamente que simplemento empleando la ventilación convencional.