Siempre se suele recomendar cambiar los filtros del habitáculo en primavera para evitar problemas con el polen, especialmente a los alérgicos (que deben tener otros especiales cuidados). Pero contar con un filtro del aire en perfecto estado también es clave en las estaciones más frías, ya que ayuda a mejorar la visibilidad durante la conducción. Y es que además de proteger la salud de quienes viajan en el coche garantizando que respiran un aire limpio, el filtro es un elemento que mejora notablemente la seguridad vial.
Si se condujese sin filtro de habitáculo, conductores y ocupantes de un vehículo estaríamos expuestos a una concentración de gases contaminantes mucho mayor de la que soportan los peatones que circulan al lado de la carretera. El coche puede llegar a convertirse en una cámara de gas, incluso circulando al aire libre.
El funcionamiento de un filtro es sencillo. El sistema de ventilación aspira el aire del exterior, hasta 540.000 litros de aire por hora entran en el interior del vehículo a través del filtro, el aire acondicionado, el sistema de calefacción y los ventiladores. Los filtros se encargan de limpiar todo ese aire aspirado del exterior y eliminar casi el 100 % de las partículas perjudiciales.
Con el paso tiempo el núcleo del filtro, el medio filtrante, se obstruye poco a poco, lo que reduce la capacidad del ventilador entre el 50 y el 70 %. Es por eso que para asegurar una limpieza del aire totalmente efectiva y un buen flujo de aire, el filtro de habitáculo debe sustituirse en intervalos regulares.
Una buena práctica que te ayudará a mantener el rendimiento del coche es sustituirlos cada 15.000 kilómetros o una vez al año. No obstante, la fecha media de cambio de los filtros en España es de entorno a seis años, según datos de Mann-Filter.
Además de salud, visibilidad
Los filtros de habitáculo también protegen el sistema de aire acondicionado de la contaminación y aumentan su vida operativa, ya que no se forman depósitos en las finas estructuras del evaporador cuando el filtro se sustituye según las recomendaciones del fabricante. Es una de las soluciones a los problemas del aire acondicionado más sencillas de arreglar.
Al mismo tiempo, el filtro ayuda a mantener íntegra la potencia de calefacción y refrigeración del sistema de aire acondicionado. Esto garantiza, por ejemplo, que el interior del vehículo se caliente más rápidamente. En este caso también es muy importante la plena capacidad del ventilador. Por otra parte, si el flujo de aire disminuye a causa de un filtro obstruido, las ventanillas pueden empañarse, disminuyendo la visión del conductor significativamente. Sobre todo, durante la conducción nocturna en calzadas de doble sentido. Es clave para prevenir accidentes de tráfico de noche.
Desde Mann-Filter recomiendan los filtros combi, que llevan una capa extra de carbón activo. Los filtros de partículas retienen partículas sólidas, como polvo, polen y hollín, mientras que los filtros combi también eliminan casi por completo los gases perjudiciales, como el ozono y el benceno, además de los olores desagradables.
Fuente: Mann-Filter