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Luis Ramos Penabad

Ocho claves para sentarse al volante

El otro día me encontré con este tuit de Daniel Seijo, el gurú de Diariomotor y Tecmovia (puedes seguirlo aquí) que me hizo pensar. Porque tiene toda la razón.

Conducir de forma segura empieza por la posición que cada uno adopte en su vehículo.

Porque la postura te  permitirá reaccionar mejor y más rápido ante cualquier imprevisto, ya que llegarás mejor a los mandos y costará menos dar un volantazo, por ejemplo. No solo eso. Si te sientas bien al volante te cansarás menos conduciendo. Hemos resumido las claves en ocho puntos:

1. Posición del asiento

Nada más sentarte en el coche, ajusta la distancia de tu cuerpo respecto a los pedales. Si tienes las piernas muy encogidas estarás incómodos enseguida. Si estás muy lejos, no pisarás correctamente los pedales.

¿Cómo saber cuál es la distancia correcta? En un coche manual, puedes medirla respecto al embrague. Cuando lo presionas hasta el fondo, tu pierna debería estar estirada, pero no del todo, sin llegar a encajar la rodilla. Así pisarás los diferentes pedales con menos esfuerzo. En un coche automático la distancia correcta te la marcará el pedal del freno (ojo, está más cerca que el embrague). Al pisar el freno con todas tus fuerzas tendrás la pierna estirada, con un marge que deje juego de rodilla para no alejarte demasiado del volante. Así eharás toda presión posible sobre el freno en caso de emergencia.

2. Altura del asiento

Ya conoces la distancia correcta. Ahora toca comprobar la altura. Lo mejor es ir todo lo abajo que puedas sin perder visibilidad, así sentirás mejor las reacciones del coche porque estarás mñás cerca del centro de gravedad del vehículo.

3. Respaldo

El siguinte paso es el respaldo. Casi todos (me incluyo) solemos llevarlo más echado hacia atrás de lo que indican los cánones. Se recomienda ir en una posición incorporada que permita estar alerta y reaccionar con rapidez. Ojo, que esto no significa que lo lleves a 90 grados como si fuese una silla, porque así te cansarás mucho más rápido. Tampoco en plan tumbona, porque a los brazos les costará reaccioanr para dar un volantazo. No es tan complejo como parece aquí escrito. Guíate por tu muñeca, que quede sobre la parte superior del volante. Eso sí, sin despegar los hombros del asiento. Ahí lo tienes.

4. Reposacabezas

No te tomes a broma el reposacabezas, que es un elemento de seguridad en el coche de primer orden. Auqnue tengas un pequeño golpe con el coche, es el encargado de mitigar el latigazo de tu cuello. Siéntate  correctamente y mira al frente. La parte más trasera de nuestra cabeza (unos cinco cm por encima del cuello) debe estar casi en contacto con el reposacabezas. Cuando más lejos esté tu cabeza del reposacabezas, más sufrirás en un accidente.

5. Volante

La profundidad debe permitirte coger el volante a las nueve menos cuarto (si considerans la esfera del volante como un reloj), y mantener los codos doblados a 90 grados. Respecto a la altura, ten una postura lo más natural posible: demasiada te obliga a subir los brazos (se te cansarán el cuello y ños hombros). Si lo colocas muy bajo, sólo podrás usar la parte superior, pero deberías mover con facilidad las manos por toda la circunferencia del volante.

6. Manos en el volante

La posición más adecuada de las manos según todos los expertos, es la llamada de «las diez y diez». Así se puede reaccionar con mayor rapidez ante cualquier imprevisto. No conviene cruzar las manos ni tampoco hacerlo por los brazos del mismo, tal y como nos enseñaron en la prueba del Peugeot RCZ en el Jarama los técnicos del RACE.  Los brazos no deben estar tensos, sino algo flexionados. No cojas el volante con fuerza, (la espalda se te va a agarrotar muy rápido). Suelta solo el volante para las maniobras imprescindibles, como el cambio de marcha. Y coge siempre el volante por el lado exterior.

Otra cosa que aprendimos en el RACE: En curvas cerradas en carretera, cambios de dirección en ciudad o maniobras, las manos deberán cambiar de posición para permitirnos girar más de media vuelta de volante. Anticipa poco antes del giro colocando la mano del lado del giro por encima de la mano contraria (así no te quedarán nuca juntas). Gira el volante mientras la mano contraria se queda quieta hasta que las manos vuelven a estar lo más separadas posible. Entonces la mano contraria toma el mando y hace girar el volante hasta donde sea necesario.

7. Espejos retrovisores

Debes poder ver bien a través de ellos con solo mover el cuello hacia los lados (sin mover la cabeza hacia delante o hacia atrás). El espejo interior nos debe permitir ver todo lo que ocurre detrás, así que céntralo respecto a la luneta trasera. Los retrovisores laterales deben estar lo más abiertos posible para ganar ángulo de visión en carretera (ábrelos justo hasta que pierdas casi la visión del lateral de tu coche). Por cierto, hay que mirarlos con frecuencia, además de cuando haces alguna maniobra. Recuerda que los espejos exteriores reflejan una visión más lejana de la realidad, tenlo en cuenta.

8. Y algo más

La postura al volante NO es perpetua. En un viaje largo te agotarías. Si llevas mucho tiempo al volante puedes variar la inclinación del respaldo y la distancia del asiento. Un par de centímetros alivian un montón. Pero vuelve a la posición correcta si el tráfico, la carretera o el tiempo se ponen difíciles. Con las manos, algo similar. En autovía con poco tráfico puedes ponerlas en una posición más relajada, pero cámbiala a la hora de adelantar o si llega una situación de riesgo.

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