Hoy en día, los motores diésel de última generación incluyen tantas tecnologías que un simple fallo o avería puede incluso superar los 3.500 €. Pero tranquilo porque con estos simples trucos conseguirás evitar muchos disgustos y que tu motor dure toda la vida. Sólo tienes que leer muy atentamente este artículo.
1. Nunca dejes el mantenimiento
Consulta el libro de mantenimiento de tu vehículo para saber cuándo tienes que realizar la siguiente revisión o qué tipo de aceite o repuestos debes usar. Respeta los plazos y usa siempre recambios que tengan unas especificaciones adecuadas a tu coche, ya que sino las probabilidades de sufrir una avería son mucho mayores. Dependerá de lo que necesite tu coche pero, por lo general, la media de estas revisiones está en unos 200 euros… pero te ahorra una enorme cantidad de dinero si algo falla.
2. No apagues de repente el motor si…
No es recomendable que pares el motor si durante los últimos 5-10 minutos has estado circulando por una autopista o has subido un puerto de montaña. En tales casos, si apagas el motor rápido, el aceite puede acumularse en la turbina y debido al calor generado puede carbonizarse, lo que podría romper el turbo y suponerte unos 800 euros de avería.
3. Nunca apures al máximo el depósito de combustible
Es importante repostar antes de que la aguja del nivel de carburante baje por lo menos a un cuarto del depósito. Las impurezas del carburante se pueden acumular en el fondo o incluso llegar al sistema de alimentación, pudiendo dañar los inyectores o la bomba y, en este caso, la avería ya te supondría unos 120 euros si el problema está en la bomba del depósito, o unos 600 euros si es el sistema de inyección el afectado.
4. No repostes si…
Si cuando vas a echar carburante ves que en la gasolinera hay algún camión cisterna rellenando sus tanques, lo mejor es que te des media vuelta y te marches, porque lo más probable es que a tu coche le entren partículas de impurezas o humedad, procedentes del carburante de los tanques, que acaba de ser removido. Si, por alguna casualidad, estas partículas entran al depósito, estropearía el sistema de inyección. En estos casos, la avería puede ir desde los 500 eurossi se trata de un inyector o hasta los 3.000 euros si el problema está en el sistema de inyección.
Por norma general, las estaciones de servicio tienen prohibido vender carburante hasta que no haya pasado una hora desde la recarga de los tanques, aunque casi nunca se cumple.
5. Vigila el nivel de aceite
Es fundamental llevar un buen control del nivel de aceite del motor. Un nivel muy bajo puede provocar averías en el turbo o incluso en el propio motor. Por su parte, llevar más aceite en el deposito de lo recomendado, puede también dañar el turbo o reventar algún manguito debido al aumento de presión. Para evitar esto, revisa el nivel de aceite cada cierto tiempo y siempre con el motor frío y en llano.
El coste de una avería en el motor puede rondar los 800 euros. Así que no escatimes con el aceite y elige siempre el mejor aceite para el motor de tu coche.
6. Espera a que el motor se caliente
Si el motor está frío, lo mejor es esperar unos 10 segundos al ralentí antes de comenzar a circular, sobre todo en invierno ya que el coche está más frío.Con ello, te asegurarás de que la bomba de aceite ha tenido el tiempo suficiente como para que el aceite haya comenzado a lubricar todo el motor.
Además, tampoco es es nada recomendable acelerar a tope ni superar las 2.500/3.000 rpm hasta que el indicador de temperatura del motor no marque su temperatura normal (90 ºC aproximadamente). En tal caso, el desgaste interno de las piezas del motor se aceleraría y, con ello, su vida útil.
7. Purga el filtro de gasoil
Por si no lo sabías, el filtro de gasoil tiene un sistema para filtrar la humedad que contiene el carburante. Sin este filtro, la humedad podría llegar al sistema de inyección y, como ya hemos visto antes, podría incluso romper la bomba de inyección o los inyectores. Por eso, cuando vayas a hacerle la revisión a tu coche, pide que lo purguen. El coste de esta acción es de unos 20 euros.
8. Sustituye el filtro de gasoil
Es importante cambiar el filtro de gasoil cada 60.000 kilométros como mucho. Con ello, reducirás las posibilidades de que entren impurezas o partículas al sistema de inyección.
9. Cuidado con las revoluciones
Circular con el motor diésel por debajo de 2.000 rpm pueden producir problemas serios a medio y largo plazo. Por un lado, se genera mayor carbonilla durante la combustión y se acorta la vida de la válvula EGR (un sistema sistema que reintroduce parte de los gases de escape en los cilindros para completar su combustión) del catalizador.
Notarás que el motor pierde fuerza y, por otro lado, las partes internas del motor sufren más, llegando incluso a provocar desgastes prematuros, mayores vibraciones, tirones… Es uno de los fallos más habituales de los diésel (por eso no son demasiado recomendables en ciudad. Su coste es muy variable, desde los 200 euros si el problema está en la válvula EGR, hasta los 3.000 si el fallo está en el motor.
10. No repostes solo biodiésel
Todo parece indicar que el biodiésel contiene más humedad que el gasoil, algo que aumenta el riesgo de sufrir averías en el sistema de inyección. Sin embargo, el biodiesel no es malo y, hoy en día, el 5% del combustible que repostamos en nuestros vehículos proviene del biocombustible. Empelar mayores cantidades ya requiere motores adaptados. De hecho, algunas marcas como Volkswagen, BMW o Subaru prohíben el empleo de biodiesel en sus coches ya que sus motores no están optimizados para este combustible.
Fuente: Revista Autofácil