Audi es un fabricante premium que siempre ha estado muy centrada en modelos de alta gama. Desde sus inicios destacaron las berlinas y ahora se han centrado en los SUV para satisfacer la demanda del cliente. Y que ahora tengan vehículos pequeños como el Audi A1, se debe a una llamativa circunstancia en la década de los 70 que merece la pena contar. Cuando era totalmente impensable, la marca de los cuatro aros lanzó el Audi 50, un ejemplar que creó precedente y que asentó las bases de otros modelos como el Volkswagen Polo.
En 1973 estalló la crisis del petróleo y eso afectó mucho a las ventas de coches. También a la movilidad de los usuarios, que buscaban vehículos con consumos reducidos para poder hacer sus trayectos diarios. Así que en 1974 después de un desarrollo en tiempo récord, Audi sacó al mercado el modelo más pequeño que jamás hayanhecho. Es cierto que tenían modelos de acceso como los Audi 80 y 100, pero nunca antes se habían aventurado a hacer un utilitario asequible y con una base totalmente distinta.
Estrenaron una plataforma de tracción delantera con motor transversal de pequeñas dimensiones sobre la que iba montada una carrocería de tres puertas que apenas alcanzaba los 3.510 mm de longitud. El proyecto venía de la parte de Audi NSU, con Ludwig Kraus como ingeniero jefe y un diseño que provenía de Marcello Gandini en su etapa trabajando en Bertone. Después, el diseñador de los cuatro aros, Claus Luthe, le dió los últimos retoques al pequeño utilitario para que luciera más acorde a lo que buscaba la marca.
El resultado era un coche pequeño, pero práctico, con un amplio interior para sus dimensiones y un maletero generoso. Otra de sus claves era la ligereza, pues apenas pesaba 685 kg gracias a su simplicidad y motores pequeños. En su gama aparecía un bloque de gasolina de 1.1 litros refrigerado por agua que entregaba 50 CV en la versión LS y hasta 60 CV en el GL. Era más que suficiente para moverse en el día a día, aunque posteriormente introdujeron un motor de 1.3 litros en el GLS.
La clave del Audi 50 eran sus bajos consumos y también la buena relación calidad-precio. Fue lanzado en 1974 con un precio de partida de 8.195 marcos y rápidamente consiguió buenos números de ventas. Aunque el desarrollo había sido en las instalaciones de Audi/NSU en Neckarsulm e Ingolstadt, éste modelo sería fabricado por Volkswagen en su planta de Wolfsburgo. De hecho, esta sinergia dio lugar a uno de los vehículos más importantes de todos los tiempos: el Volkswagen Polo.
Aprovechando la base técnica del Audi 50 y esa producción, Volkswagen lanzaría el Polo en 1975 y comenzaría la historia de un modelo que sigue a la venta en nuestros días. Seguía la exitosa receta y fue el que mantuvieron cuando se puso fin a la producción del pequeño de los cuatro aros en 1978. Le sirvieron apenas cuatro años para vender un total de 180.828 unidades y establecer las bases de los utilitarios. En Audi no volverían a tener un modelo pequeño hasta 1999 con el Audi A2 y posteriormente tuvieron otro tiempo sin nada hasta la llegada del Audi A1 en 2010.
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