Cuando se lanzó el Audi SQ5, el SUV GTI a muchos nos llamó la atención que no contase con propulsor de gasolina. Audi lanzó poco después el SQ5 TDI Exclusive, una versión limitada y muy lujosa pero que no llegaba al corazón de los amantes de la gasolina, sobre todo en países como Estados Unidos, China o Canadá.
Es ahora cuando la marca de Inglostad ha decidido presentar, en el Salón del Automóvil de Detroit, el primer Audi SQ5 propulsado con un motor de gasolina, un propulsor V6 TFSI de tres litros sobrealimentado que rinde 354 CV entre 6.000 y 6.500 rpm, con un par máximo de 470 Nm entre las 4.000 y las 4,500 rpm. Está previsto que llegue a los concesionarios de Estados Unidos en el tercer trimestre de 2013.
Con esta mecánica, el Audi SQ5 3.0 TFSI acelera de 0 a 100 km/h en sólo 5,3 segundos, el mejor valor en su categoría, sólo superado por el SQ5 TDI que se ofrece en el mercado europeo, con 5,1 seg. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. El consumo medio es de 8,5 l/100 km, según el ciclo homologado NEDC. Esto equivale a unas emisiones de CO2 de 199 g/km.
El compresor está situado en medio de la «V» a 90 grados que forman las dos bancadas de cilindros, y lo mueve el cigüeñal por medio de una correa. Los dos rotores dentro del compresor giran a más de 20.000 rpm. El espacio entre ellos es de apenas unas micras. El compresor comprime el aire de admisión hasta unos 0,8 bares de presión y dos intercoolers lo enfrían para lograr una mayor potencia (en este post anterior te explicamos qué es el turbo)
Una caja de cambios tiptronic de ocho velocidades y la tracción permanente a las cuatro ruedas quattro, con el sistema torque vectoring, transmiten con firmeza la potencia del SQ5 a la carretera. La rápida caja de cambios automática ofrece dos modos de funcionamiento y el conductor puede también cambiar de marcha manualmente a través de las levas situadas en el volante.
Por fuera, llaman la atención la parrilla del radiador gris platino y sus dobles barras horizontales con aspecto de aluminio, los paragolpes diferentes y el spoiler del techo. Unos logotipos «V6» adornan las aletas delanteras. El paquete brillante y los retrovisores exteriores con acabado tipo aluminio dan una presencia distinta al coche. Además, hay dos colores de carrocería exclusivos con un efecto cristal, el Azul Estoril y Negro Pantera.
El chasis del Audi SQ5 rebaja la distancia al suelo de la carrocería en 30 milímetros. Para que la puesta a punto sea más deportiva, se han endurecido los muelles y los amortiguadores. Las llantas de serie son de 20 pulgadas y llevan unos neumáticos 255/45. Como opción hay disponibles llantas de 21 pulgadas. Las pinzas de freno en el eje delantero están marcadas con el logotipo SQ5. La dirección electromecánica cuenta con la dirección dinámica de desmultiplicación variable continua, controlada a través del sistema Audi drive select opcional en el que va integrada, que permite al conductor cambiar entre diferentes modos de actuación.
La deportividad también se ha llevado al interior. El panel de instrumentos se distingue por los diales de color gris, con los números en blanco, mientras que los pedales y las levas del cambio tienen un acabado de aspecto aluminio brillante. Destaca el negro como color principal, con un tapizado para el techo que puede ser opcionalmente en color Plata Luna. De serie lleva unos asientos deportivos con reglajes eléctricos. Las inserciones del habitáculo vienen en aluminio cepillado, pero también se pueden solicitar aparte en Carbón Atlas, en acabado Piano o con capas de aluminio y madera en negro Beaufort. El compartimento de equipajes dispone de una capacidad de hasta 1.560 litros.
La lista de equipamiento de serie se completa con faros de xenón plus con luces de marcha diurna de LED, una protección de acero inoxidable para el borde de carga y un sistema de información para el conductor con pantalla en color.
Fuente: Audi
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