A momento presente, Audi ya se está más que consolidada como una marca a la vanguardia de la técnica. Sin embargo, si retrocedemos en el tiempo, cuando la firma alemana aún no formaba parte del paraguas del Grupo Volkswagen, las cosas eran muy distintas. De hecho, todavía no existía el nombre de Audi, sino que era Auto Union. Y el coche que ves en pantalla, el Auto Union 1000 S, refleja algunas similitudes de lo que la compañía representa hoy en día.
Este coupé de dos puertas de 4.225 mm de longitud, 1.695 mm de altura y 1.465 mm de altura fue «diseñado para un nuevo tipo de comodidad y viajes de lujo» en 1957, algo que sí que es verdad que se cumple en muchos de los modelos de Audi más actuales. Y, bueno, ciertamente tiene un aire familiar de Volkswagen, concretamente del icónico Beetle, con esos faros circulares integrados las abultadas aletas delanteras. Y al frente del capó, una rejilla ovalada presenta los cuatro aros integrados en el centro, pintados en el mismo color de la carrocería.
Al entrar en la cabina, unos coloridos asientos en dos tonos con ribetes en contraste recibían a los pasajeros. Aunque el interior no grita por los cuatro costados “lujo” y “tecnología” como los modelos actuales, hay un cuadro de instrumentos muy original con la instrumentación vertical. También hacía gala de un elegante reloj analógico a la izquierda y una radio Motorola (opcional) a mano derecha del volante, respectivamente. Como era norma en la época, contaba con varios ceniceros: uno en el centro del salpicadero y dos más para los pasajeros de atrás.
Bajo el capó se escondía un motor tricilíndrico en posición transversal de dos tiempos con 981 cc de capacidad. Entregaba 50 CV de potencia a 4.500 rpm y 78,5 Nm de par a 3.000 rpm, que se enviaban al eje delantero a través de una caja de cambios manual de cuatro relaciones. Como podréis imaginar, con los estándares actuales, no era un velocista. Una unidad fue probada por la revista británica The Motor en 1960. Consiguió marcar una velocidad máxima de 130,2 km/h y hacer un 0 a 97 km/h (60 mph) en 23,6 segundos, con un consumo medio de 9 l/100 km.
Aunque Audi es ahora sinónimo de tracción total (quattro), no siempre fue así. La publicidad de la época promocionaba la tracción delantera, que “tira del coche en lugar de empujarlo en las curvas, eliminando el deslizamiento lateral de los neumáticos y asegura una mejor tracción en la carretera en cualquier tipo de clima”. Auto Union, de hecho, también promovió la seguridad. Teniendo en cuenta la brecha temporal, tenía un volante “salvavidas” y parasoles acolchados con “material amortiguador”, además de un juego de discos de freno en el eje anterior.
Entre enero de 1958 y julio de 1963, Auto Union produjo 171.008 sedanes y coupés de las series 1000 y 1000 S en la planta de Düsseldorf-Derendorf. Tras finalizar la producción en Alemania a mediados de 1963, el Auto Union 1000 S fue fabricado con cambios muy leves hasta 1967 por Veículos e Máquinas Agrícolas (Vemag) en São Paulo, Brasil, y en Santa Fe, Argentina. En Europa fue sustituido por el DKW F102, más contemporáneo, y fue el último en llevar las insignias Auto Union antes de que Volkswagen se hiciera con ella y la transformase en la Audi que conocemos.
El Auto Union 1000 S de color naranja y techo blanco que ilustra esta galería es un ejemplar de 1960 que será subastado por Mecum en Kissimmee, Florida (EE. UU.) en enero de 2021.
Fuente: Mecum
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