Además del anuncio del Plan PIVE 6 (y un nuevo PIMA Aire, más las nuevas ayudas a la compra de coches eléctricos), parece que en el Consejo de Ministros del pasado viernes empezó a hablarse de modificar la tarificación de la red de autopistas de peaje.
Según se recoge en el Plan de medidas para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, aprobado por el Consejo de Ministros, se pretende abaratar el precio del peaje en las horas de menor intensidad de tráfico. Por ahora solamente se incluye, en las medidas del capítulo del Plan dedicado a la mejora de las infraestructuras y el transporte, «la adecuación de la tarificación de las autopistas para abaratar las tarifas en horas valle». Eso sí, Europa Press ha preguntado y fuentes oficiales les han indicado que esta medida se desarrollará próximamente.
La modificación y rebaja parcial de los peajes de las autopistas tendría lugar después de que el tráfico los 3.285 kilómetros de las vías de pago que hay en España lleve siete años consecutivos de descensos. De 2006 a 2013 han perdido una tercera parte (el 33,6%) de su tráfico (descenso que ya advertimos desde hace años) . La intensidad media de tráfico de las autopistas se situó así en unos 15.864 vehículos diarios, su nivel mínimo desde 1996, según el Ministerio de Fomento.
Además, el Gobierno anticipa su voluntad de modificar los peajes de las autopistas… al tiempo que ultima el rescate de las nueve vías de pago que actualmente están en concurso de acreedores y en riesgo de quiebra. El Ministerio de Fomento y el Ministerio de Hacienda han diseñado un proyecto para integrar estas nueve autopistas en una sociedad pública, tras realizar una quita del 50% a la deuda, cuyo total es de unos 4.300 millones de euros.
Las vías que integrarían esta nueva empresa nacional de autopistas son las cuatro radiales de Madrid, la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, Cartagena-Vera, circunvalación de Alicante y la Eje Aeropuerto, que une Madrid con el aeropuerto de Barajas. En su día calificamos esta situación como «doble puñalada«, ya que el Estado debe rescatar ahora unas vías que antes ya había subvencionado con préstamos participativos. Los sobrecostes de expropiación de terrenos yel desplome del tráfico desde que comenzó la crisis son las dos causas principales de la quiebra.
Tras el rescate, el Ministerio de Fomento seguirá operando las autopistas, procurando generar recursos para pagar su deuda. La idea es que el rescate de las vías no «cuente ni un euro a los ciudadanos», pero será complicado.
Vía: Europa Press
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