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bateria alta densidad – 1
Luis Ramos Penabad

Esta batería de alta densidad pone sobre la mesa tiempos de recarga de apenas 10 minutos

La solución rápida para ganar autonomía en coches eléctricos pasa por emplear baterías más grandes. No es lo ideal, emplean más materiales (que son escasos y de acceso crítico) y añaden peso, pero por suerte los científicos se estrujan las meninges para encontrar soluciones y avanzar con la tecnología de carga rápida. En la Universidad Estatal de Pensilvania llevan tiempo investigando y han presentando un gran avance, una batería de alta densidad que se puede cargar en unos 10 minutos.

Este paso adelante llega de un equipo de ingeniería dirigido por Chao-Yang Wang es responsable de algunos avances impresionantes en los últimos años. En 2016, abordaron los problemas de las baterías de litio en climas fríos integrando un mecanismo de autorregulación de la temperatura. En 2019 trabajaron en un prototipo de batería de litio que se cargase a altas temperaturas sin degradación.

Sobre la base de esta investigación llega el culmen. Entonces demostraron que una batería de un vehículo eléctrico podría cargarse en 10 minutos para ofrecer una autonomía de entre 320 y 480 km. Los científicos siguieron trabajando en esta tecnología y, combinado este tiempo de carga rápido con una mayor densidad de energía, llega este nuevo prototipo de batería.

Como en investigaciones anteriores emplean un elemento calefactor de lámina de níquel para adaptarse a tiempos de carga más rápidos. La última versión de la batería presenta una densidad de energía de 265 Wh/kg, (por 209 Wh/kg de la versión anterior). Esta densidad de energía y el corto tiempo de carga son una combinación sin precedentes y podrían abrir muchas posibilidades en el diseño de vehículos eléctricos.

La batería se cargó al 70% en 11 minutos durante 2.000 ciclos, lo que según el equipo equivale a medio millón de millas recorridas (804.672 km) únicamente mediante carga rápida. Esta nueva tecnología de batería abriría la puerta a paquetes de baterías más económicos, más pequeños y con mayor densidad de energía, que además se pueden recargar rápidamente.

De acuerdo, faltaría la infraestrutura de carga adecuada, pero si el tiempo de carga es de apenas 10 minutos y no hay degradación de la batería, sería muy fácil que ganase popularidad. Además, esta tecnología de carga rápida funciona para la mayoría de las baterías de alta densidad energética y podría reducir el tamaño de las baterías de los vehículos eléctricos de 150 a 50 kWh sin problema… reduciendo el precio de coche. También bajaría el uso de materias primas críticas como el cobalto, el grafito y el litio, favoreciendo la llegada de automóviles eléctricos asequibles.

Fuente: Pennsylvania State University

Vía: Nature

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