No hay ninguna duda de que las baterías son el componente clave de los coches eléctricos. Son el que le da la autonomía al vehículo, pero también el que condiciona su peso. También es el que más preocupa a la industria, por su reciclaje al final de su vida útil, por las materias raras que utiliza o por el nivel de contaminación en su proceso productivo. Ahora un estudio habla de que las baterías hechas en China son muchos más contaminantes que las europeas y eso se debe a las diferencias en su fabricación.
Se trata de un análisis hecho por Transport & Environment (T&E), que alaba la cadena de suministro en nuestro continente y nos deja algunos datos significativos. Cuando se utiliza la red europea, se reducen un 37 % las emisiones de carbono en la producción de un coche respecto a si se utiliza la red china. Eso es siempre hablando de fabricación local con baterías locales, lo que podría conseguir ahorrar hasta 133 Mt de CO2 entre 2024 y 2030 en comparación con la producción de un coche aquí usando una batería china.
La cosa es que podría llevarse un paso más allá si se emplease fuentes de energía renovables, pues la reducción de emisiones se cifraría en un 62 %. Sin embargo, muchos fabricantes apuestan por la deslocalización y algunos proyectos de traer fábricas de baterías a nuestro continente siguen en duda. Hablan de que menos de la mitad de la producción de baterías de iones de litio prevista para Europa hasta 2030 es segura, el restante todavía está en riesgo de no suceder. Eso depende en gran medida de las acciones gubernamentales.
Países como Francia, Alemania y Hungría han logrado avances importantes atrayendo gigafactorías mediante subvenciones y otros atractivos para las empresas. Finlandia, el Reino Unido, Noruega y España son de esos países que podrían tener una gran capacidad de producción, pero en los que el riesgo es mayor. Sería importante atraer esa inversión a nivel industrial y también para el futuro por la reducción de emisiones totales.
Para 2026 Europa podría fabricar suficientes celdas de batería para satisfacer su propia demanda, así que es momento de seguir avanzando en este ámbito. También se habla de un potencial de fabricar el 56% de su demanda de cátodos (los componentes más valiosos de la batería) para 2030, así que para finales de décadas es importante conseguir una estrategia global de materias primas y una diplomacia aguda que ponga las cosas fáciles.
Fuente: T&E