Tras ver las pruebas de los motores eléctricos con pila de combustible de hidrógeno gaseoso en sendos prototipos del Serie 5 GT y del i8, BMW se propone de nuevo revolucionar la mecánica automovilística. El fabricante germano prueba desde hace tiempo motores turbo de gasolina con inyección de agua. Se trata de una idea que se desarrolló en principio para la competición pero en BMW ya se plantean seriamente su producción para los modelos convencionales.
Esta tecnología pretende mejorar los motores sobrealimentados subrayando una mejor respuesta del par, un menor consumo y una mayor potencia. El novedoso sistema de inyección de agua se presentó hace unos meses en el deportivo de altas prestaciones BMW Serie 4 M MotoGP Safety Car, un modelo adaptado como coche de seguridad para competiciones de motociclismo.
El deportivo cuenta con un motor de seis cilindros en línea con tecnología M TwinPower Turbo de 431 CV y gracias a la inyección de agua, la versión MotoGP Safety Car que ha recorrido los circuitos del mundial de motociclismo, se ha logrado más potencia, eficiencia y par.
En esta ocasión, BMW ha realizado, por primera vez, pruebas de inyección de agua en un prototipo de motor gasolina de tres cilindros y 1.5 litros con un turbocompresor, montado en un BMW Serie 1. El agua se inyecta al tubo de aspiración y a las cámaras de combustión. De esta manera se logra alcanzar un equilibrio entre eficiencia y dinamismo que refleja mayor diversión y un adecuado nivel de consumo.
Con la inyección de agua en el colector de módulo de aspiración se aprovecha todo el potencial del turbo y la temperatura de la combustión baja en unos 25 grados al retirar energía en el momento en que se da la evaporación así como una reducción de emisiones.
Se presenta un mayor rendimiento al no necesitar de inyección adicional de combustible que refrigere. Por ejemplo, en situaciones de mucho tráfico, se reduciría el consumo en hasta un 8%.
Además de los beneficios económicos y de rendimiento, el efecto refrigerante disminuye la influencia de la temperatura de los pistones, válvulas, catalizador o el turbo. El sistema es válido con todos los combustibles de los motores de gasolina.
El usuario no tendría que repostar ni cambiar el agua inyectada ya que el coche lleva a bordo un mecanismo de generación de agua que garantiza la autosuficiencia del sistema de inyección. A menos que algún factor meteorológico extremo perjudique al sistema, el agua se recogería de la condensación producida en el climatizador aprovechando la refrigeración en el motor.
Una vez que el motor está apagado, el agua se almacena en el depósito correspondiente que evitará la congelación del sistema en caso de temperaturas bajas en el exterior. Todavía se desconoce un producción a gran escala de este tipo de motores pero el Grupo BMW ha anunciado que un modelo concreto si llevará el sistema de inyección de agua en el futuro.
Fuente: BMW
Galería de fotos