Presentado a finales de 2020 como una alternativa al M240i Racing, el BMW M2 CS Racing es el último coche de carreras de nivel de entrada de la firma germana. Pero, posiblemente, el corredor más asequible en la gama de BMW M Motorsport tiene lo que se necesitas para manejar los rigores de las carreras internacionales. Vale, no es tan veloz como sus hermanos mayores, el M4 GT4 y el M6 GT3, pero es lo suficientemente ágil y potente como para sacar risas y lágrimas a partes iguales.
Y sí, el Serie 2 de nueva generación ya ha sido revelada, pero antes de que el modelo actual sea relegado a mejor vida, algunos directivos en Múnich han decidido lanzar lo que podría ser la última evolución del coupé, el M2 CS Racing. Tomando de base el M2 CS homólogo, se trata de un coche destinado en exclusiva para los circuitos y desarrollado por la división M de la casa, poniendo especial atención a que se convierta en el mejor coche de carreras de nivel de entrada que la compañía –y cualquier otra– jamás haya dado a sus clientes.
Al igual que la versión de carretera, la energía viene de un bloque turboalimentado de seis cilindros en línea de 3.0 litros que queda emparejado a una caja de cambios automática de doble embrague (DKG) de siete relaciones (aquí no hay una transmisión manual disponible). Hay dos versiones disponibles: bien con 365 CV o bien con 450 CV, y hay hasta 550 Nmde par motor desde las 2.350 rpm hasta las 5.500 rpm. Para comparar, el M2 CS de calle viene con esos mismos 450 CV y 550 Nm, cifras más que respetables para este benjamín.
La potencia del motor se puede ajustar mediante una memoria USB con un programa de nivel de rendimiento establecido para cada carrera. BMW, además ha equipado el vehículo con un eje de transmisión único y un diferencial de deslizamiento limitado mecánico con un sistema de enfriamiento individual de tipo precarga. Asimismo, tanto la suspensión como los frenos se han sustituido para sus nuevas labores como máquina de circuito, puesto que ya no necesita ser un coche apto para superar badenes o equipado con los sistemas ADAS.
Exteriormente, el equipamiento de serie incluye un prominente difusor delantero, un techo de fibra de carbono, un alerón trasero ajustable para adaptar la carga aerodinámica a los distintos circuitos y unas llantas de aleación pintadas en negro mate de 18 pulgadas, que se envuelven en neumáticos Michelin lisos (slicks), ilegales y peligrosos de usar en la carretera abierta. BMW dice que algunos sistemas de ayuda a la conducción como el control dinámico de estabilidad y los frenos antibloqueo son ajustables para las condiciones de carrera.
El interior está reducido a lo esencial. Los asientos traseros se han eliminado y los asientos delanteros estándar se cambian a favor de unidades Recaro con especificaciones de carreras con un arnés de seis puntos. También se pueden encontrar cantidades significativas de fibra de carbono para reducir aún más el peso, así como unas manijas de tela para la comodidad del conductor, un volante extraíble y un panel de interruptores iluminados que se ven como un pez en el agua. Un sistema de extinción de incendios proporciona cierta tranquilidad.
Fuente: BMW
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