Mostrado antes de su debut público en el Salón del Automóvil de Los Ángeles el próximo mes de noviembre, ya conocemos de primera mano los detalles del BMW X5 M 2020, así como los de su vertiente más radical Competition. La tercera generación del este SUV germano (fabricado en Estados Unidos) apunta directamente al Porcsche Cayenne Turbo y la inminente llegada del Mercedes-AMG GLE 63.
Comenzando debajo del capó, hay un motor V8 de 4.4 litros capaz de entregar 600 CV y 750 Nm de par. Está conectado a una transmisión automática de ocho velocidades que envía la potencia a un sistema de tracción total especialmente ajustado para esta versión, con un diferencial activo. En resumidas cuentas, acelera de 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos, impresionante teniendo en cuenta que marca sobre la báscula una masa (DIN) de 2.295 kilos.
El BMW X5 M 2020 está limitado electrónicamente a 250 km/h, pero con el paquete opcional M Driver’s Package aumenta ese número a 290 km/h. Para aquellos que les continúe pareciendo poco, está disponible el modelo Competition. El mismo propulsor está calibrado para ofrecer 625 CV, manteniendo el mismo par motor. Tampoco es más rápido en cuanto a velocidad máxima se refiere, pero el 0 a 100 km/h se reduce en una décima (3,8 s).
Más allá del vano motor, el BMW X5 M 2020 ha sido equipado con una suspensión adaptativa con estabilizadores activos. En otras palabras, el coche “lee” la carretera para minimizar los vaivenes de la carrocería. La dirección también ha sido recalibrada para ofrecer un tacto más directo, y el chasis ha sido convenientemente reforzado con la idea de incrementar la rigidez estructuras de este rápido SUV.
Dado que el BMW X5 M 2020 puede alcanzar altas velocidades en cuestión de pocos segundos, ha sido equipado con un sistema de frenos de alto rendimiento. Cuenta con pinzas de seis pistones y discos de 395 milímetros en la parte delantera, mientras que en la zaga hay pinzas de un solo pistón agarradas a discos de 380 mm. En el caso de las vertiente Competition, las llantas son de 21 pulgadas en el eje anterior y de 22” en el posterior.
Los neumáticos son de 295/35 y 315/35 mm de sección respectivamente y, al igual que el nuevo Serie 8, el BMW X5 M 2020 hace gala de un freno de conexión eléctrica. La compañía defiende que este sistema permite al conductor ajustar la sensación del pedal a través de los diferentes modos de manejo. Como suele ser habitual en BMW, habrá distintas configuraciones para multitud de parámetros, pero existen tres preconfiguraciones generales. Comfort, Sport y Sport Plus.
En comparación con el modelo estándar, el BMW X5 M 2020 es notablemente más agresivo. Todo ha sido ensanchado, tanto aletas como tomas de aire. Detrás hay un difusor trasero con salidas de escape cuádruples y un alerón montado en el techo. El modelo Competition se distingue por los tintes negros de la rejilla de doble riñón, la carcasa de los retrovisores, las molduras del difusor y los tubos de escape, además de sus correspondientes insignias.
En el interior abundan las insignias M y la máxima calidad. Para los modelos Competition, el habitáculo está revestido en cuero Merino al completo. La fibra de carbono forra el salpicadero y la consola central, y las costuras tricolor M adornan el volante. Un conjunto de equipos de seguridad activos también está a bordo, mientras que sistemas más avanzados como el control de crucero adaptativo son parte del equipamiento opcional.
Fuente: BMW
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