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Cadillac CELESTIQ
Luis Blázquez

Cadillac Celestiq: lujo exagerado con una atención excepcional a los detalles

Tras décadas de tentadores prototipos y profundas decepciones, Cadillac ha regresado por fin al segmento de los vehículos de ultra lujo con su nuevo buque insignia, el Celestiq 2024. Entre sus múltiples credenciales, la compañía afirma que su nuevo modelo ha sido gestado con el fin de ofrecer “lo último en refinamiento de conducción sin sacrificios”. Eso lo podríamos traducir como un planteamiento similar al abogado por Rolls-Royce, y un precio que se acerca al de los modelos ingleses.

Bajo la piel (de la que hablaremos más adelante), el Cadillac Celestiq cuenta con un paquete de baterías de 111 kWh que alimenta a una pareja de motores eléctricos (uno en cada eje, siendo de tracción total) que son capaces de entregar un máximo de 608 CV de potencia y 867 Nm de par motor. Esta configuración permite que la gran berlina estadounidense complete el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y recorra, aproximadamente, 480 kilómetros con una sola carga. Con la carga rápida de 200 kW, puede sumar 126 km en 10 minutos.

En lo que se refiere al chasis, la división premium de General Motors (GM) ha apostado por la plataforma “Ultium”, dedicada exclusivamente al Celestiq. La marca no ha entrado en muchos detalles, pero ha señalado que la parte inferior del coche tiene seis componentes de aluminio fundido en arena de gran precisión, cada uno de los cuales ayuda a eliminar de 30 a 40 piezas en comparación con la construcción estampada. También tiene 115 piezas impresas en 3D a la vez que disfruta de una “fabricación flexible” con formas únicas.

Cuando se quiere competir con los más grandes del sector, la atención al detalle es esencial. El exterior, por ejemplo, presenta metal real. La parrilla inspirada en el Lyriq SUV es de aluminio, e incluso el lateral de la carrocería integra aluminio cepillado. A bordo también ocurre algo de índole similar, sencilla y limpia, pero lujosa gracias a la metalistería terminada a mano, el cuero también forrado a mano y una cantidad prácticamente infinita de opciones de personalización. Sin embargo, estos aspectos los desgranaremos un poco más adelante.

Cadillac también ha montado una suspensión neumática adaptativa, un control magnético de conducción y un sistema dedirección traseraactivaque permite que las ruedas giren hasta 3,5 grados. Dicho eje puede girar en la misma dirección u opuesta al delantero, bien para mejorar la maniobrabilidad a baja velocidad o la estabilidad a alta. Eso quiere decir que no debemos de preocuparnos cuando busquemos maniobrar en las grandes ciudades, o al menos no tanto si el Celestiq tuviese los radios de giro y voladizos de sus modelos de antaño.

Pero esto es solo la punta del iceberg, puesto que el Celestiq cuenta con tecnología de control de balanceo activo y un sistema de dirección asistida eléctrica que se ajusta automáticamente a la relación de giro ideal según la velocidad del vehículo. Los ingenieros también equiparon a su buque insignia con una suspensión delantera y trasera de cinco brazos que acoge aisladores “ajustados con precisión para minimizar las perturbaciones en la cabina y, al mismo tiempo, permiten una sensación de la carretera y una respuesta de manejo óptima”.

Dejando a un lado la plataforma y el tren motriz, no podemos evitar sentirnos decepcionados por la apariencia del Celestiq. La forma es ciertamente única, pero a veces, ser el extraño no es algo bueno. Dicho esto, el resultado final se hace eco del prototipo y presenta una carrocería de múltiples materiales que incorpora fibra de carbono. La parte delantera sigue los pasos del Lyriq y luce una parrilla completamente carenada que está flanqueada por los pilotos “Digital Micromirror Device”, con 1,3 millones de píxeles por lado.

Continuando, hay un elegante parabrisas que desemboca en un techo inclinado. Hablando de esto último, el Cadillac Celestiq está equipado con un techo solar inteligente que se divide en cuatro zonas diferentes y usa tecnología de dispositivos de partículas suspendidas para ajustar la cantidad de luz que entra en la cabina. Tras él hay un alerón trasero activo, que se fusiona con las características luces posicionadas en el pilar C y la sección inferior del parachoques. Por cierto, las llantas de aluminio forjado son de 23 pulgadas.

El diseño puede resultar un tanto decepcionante a bordo, ya que nada realmente dice “súper lujo”. Cadillac ha optado por una estética minimalista que carece en gran medida de emoción, evitando el factor sorpresa de Rolls-Royce. En cambio, se siente clínico y anodino. La tecnología está al frente y al centro, ya que hay una pantalla de 55 pulgadas que ocupa todo el ancho del salpicadero. Esta se compone de un cuadro de instrumentos digital y un sistema multimedia dedicado al conductor, así como una pantalla separada para el copiloto.

En cuanto a las pantallas, hay un “centro de mando” de 11 pulgadas en la consola central, así como una de 8 pulgadas para los pasajeros de la segunda fila de asientos, los cuales se unen a través de dos pantallas de 12,6 pulgadas que forman el sistema de entretenimiento del asiento trasero. Volviendo un momento al frente, la experiencia de lujo general suma el dial de cristal que hay instalado en la consola central. Como otros muchos componentes, esta exquisita pieza está hecha de metal y cristal luciendo el emblema de la “Diosa Cadillac”.

Otros aspectos destacados incluyen un climatizador de cuatro zonas, un cuero forrado a mano y numerosos detalles metálicos que cuentan con un “fresado fino, anodizado y un pulido final a mano”. El interior también cuenta con 450 diodos LED, un equipo de sonido firmado por AKG de 38 altavoces, asientos con calefacción y ventilación, reposabrazos y volante calefactados y un sistema de ventilación en los reposacabezas de los asientos para que te sople aire caliente (o frío) en la nunca. No te faltará de nada en el Celestiq.

El Cadillac Celestiq también destaca por el sistema de conducción semiautónomo Ultra Cruise, así como por sus amplias opciones de personalización, ya que cada automóvil será “encargado personalmente” y, por lo tanto, no habrá dos iguales. Como parte de ese esfuerzo, los clientes “trabajarán directamente con su concesionario seleccionado y los diseñadores de Cadillac para hacer realidad su visión única del coche, con unos niveles de personalización sin precedentes y adaptados para reflejar los gustos del propietario”.

Esta berlina “liftback” está programada para entrar en producción en diciembre de 2023, con un precio de partida que comienza en 300.000 dólares, más o menos lo mismo en euros al tipo de cambio actual. El Cadillac Celestiq se construirá con mucha delicadeza en unos volúmenes extremadamente bajos en Warren, Michigan, a pesar de contar con una placa que afirma estar hecho en Detroit. Aún así, es algo digno de contemplar: llamativo, elegante e imponente, tal y como debería ser un Cadillac de principio a fin.

Fuente: Cadillac

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