Los años 80 se pueden resumir como una época de excesos. Todo era más grande, más colorido y más atrevido, lo que probablemente explicaría la nostalgia actual que se filtra en los productos modernos, desde la moda hasta en las películas. Este Cadillac Eldorado de 1976 es la definición del sueño americano. También conocido como el coche más largo del mundo, fue una limusina modificada reconocida mundialmente y también olvidada.
Certificada por el Libro Guinness de los Récords como la más larga jamás creada, un registro que aún conserva hasta el día de hoy, esta limusina obtuvo el reconocimiento mundial a mediados de los años 90 y, eventualmente, pasaría desapercibida. Porque la historia del sueño americano siempre acaba con un final feliz. Al igual que una moda pasajera, fue noticia en todo el mundo y luego fue abandonada a su suerte, con el clima y los vándalos haciéndose cargo de dejar su huella hasta no quedar mucho.
Como una estrella de rock intentando asumir su retirada, este Eldorado cayó en un horrible estado de deterioro. ¿Cómo podría sucederle esto a un coche tan preciado e importante? A ver, podemos entender que es demasiado larga para una plaza de garaje de tamaño medio, pero, ¿no podría haber pasado sus días libres en un almacén o en un hangar de aviones? Para eso es necesario conocer su historia, especialmente sabiendo que más pronto que tarde terminará de ser restaurado como merece.
Jay Ohrberg el encargado de diseñar los coches de Hollywood, con ilustres vehículos en su haber como el Pontiac Firebird haciendo el papel de KITT en el El coche fantástico y DeLorean DMC12 de la saga Regreso al futuro. Pero en la década de los 90 quiso destacar aún más. Su creación, acertadamente llamada The American Dream, terminó siendo un Cadillac Eldorado de 30,5 metros de largo con comodidades tan prácticos en una limusina como un helipuerto en la zaga y una bañera de hidromasaje.
De hecho, si no había ningún helicóptero para posar, su superficie se podía usar como un mini golf. También tenía dos motores V8, docenas de ventanillas, televisores, teléfonos, un salón, una cama de agua y un jacuzzi a bordo. Ohrberg construyó la limusina en dos secciones, que están unidas en el medio por una bisagra para tomar las curvas más cerradas; la bisagra también se puede colocar en una posición fija, de modo que la limusina sea rígida en toda su longitud. Todo se sostiene a través de 26 ruedas.
Un día desapareció del foco de atención, y pasó años pudriéndose lentamente antes de llegar al Autoseum en Mineola, Nueva York, hace varios años para someterse a una restauración. Eso no salió exactamente como estaba planeado, y Motor1 ha informado que el “pequeñín” realmente se ha dividido en dos piezas y reubicado en el museo de Dezerland Park, en Orlando, Florida, donde sí que gozará de una restauración completa. El montón metal oxidado que puedes ver en el vídeo es lo que había en 2013.
El trabajo de restauración comenzó en la limusina en agosto de 2019. Ya se ha sometido a la mayoría de los trabajos de restauración exterior requeridos, aunque todavía está esperando una nueva capa de pintura.
El progreso fue constante hasta que la pandemia de coronavirus azotó con fuerza al planeta. Todavía no se sabe si planean volver a poner en funcionamiento el jacuzzi, pero parece que “The American Dream” realmente no estaría completo sin él. Para verlo en todo su esplendor, habrá que esperar a la próxima primavera.
Vía: Motor1
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