Se viene hablando desde hace tiempo de la llegada de cajas negras a los coches. Un sistema similar al que montan los aviones desde hace décadas y que tienen como objetivo el de registrar datos que se puedan revisar en caso de accidente para saber qué pasó exactamente. Esta medida de seguridad ya se está implementando desde el año 2022, aunque ahora cambian las cosas. A partir de julio de 2024 serán obligatorias en todos los coches europeos que se comercialicen como nuevos.
Hay que hacer un apunte y es que la mayoría de vehículos vendidos desde julio de 2022 ya las llevan instaladas. La norma se aplicaba a aquellos que hubieran sido homologados como nuevos a partir de la fecha. Ahora se suman todos los vendidos para aumentar un nivel la seguridad en nuestras carreteras gracias a las ventajas que aporta el sistema. Más conocido como Event Data Recorder (EDR) es un dispositivo que es capaz de grabar los cinco segundos previos a un accidente y 0,3 segundos después del impacto.
Los tiempos registrados están sujetos a cambios, anteriormente se contemplaban hasta 20 segundos antes y 15 segundos después del accidente. Con esa información se puede obtener mucha información de un siniestro, desde la velocidad a la que se ha producido a otras variables como la desviación, si hubo frenada, cómo funcionaron los sistemas de seguridad, etc… En definitiva, esta caja negra es la que arrojará luz sobre los incidentes y permitirá ver quién fue el culpable (si lo hubo) o por qué sucedió.
El EDR estará de forma obligatoria en todos los turismos de hasta nueve pasajeros (clase M1), además de los comerciales N1 por debajo de 3.500 kg, es decir, la mayoría de vehículos que pueblan nuestras carreteras. Ha habido mucha controversia sobre la protección de datos, pero hay bastante seguridad. En ningún momento revela la identidad del propietario, ni los últimos números del VIN del vehículo. Tampoco pueden ser manipulados porque es un sistema de circuito cerrado y los datos se recopilan de forma anónima. De hecho, solo pueden acceder a ellos las autoridades competentes.