Alcohol y conducción es una mezcla fatal. Hay muchos controles en la carretera para evitarlo, pero sería mejor detectar a los conductores ebrios tan pronto como suban a su coche, no cuando ya llevan tiempo conduciendo peligrosamente. Por eso se ha creado un nuevo sistema de seguimiento facial que utiliza una cámara que se monta en el vehículo.
Ya existen varios sistemas experimentales integrados en automóviles para detectar la intoxicación de los conductores. Desde alcoholímetros (los coches nuevos han de tener la preinstalación desde julio de 2024). Otros trabajan evaluando patrones de conducción de los conductores, que permite que esas personas conduzcan ebrios mientras los datos aún se están recopilando.
En respuesta estas limitaciones, los científicos de la Universidad Edith Cowan de Australia se propusieron desarrollar un sistema que proporcionase una intervención temprana mediante hardware convencional y económico.
Los investigadores comenzaron haciendo que 60 voluntarios usaran un simulador de conducción en interiores mientras una cámara de vídeo convencional grababa imágenes de su rostro. Cada persona conducía con tres niveles de intoxicación etílica: sobrio, baja y grave.
Luego se utilizó un algoritmo basado en aprendizaje automático para examinar las grabaciones, buscando características visuales reveladoras exhibidas por todos (o la mayoría) de los sujetos de prueba en cada uno de los tres niveles. Se descubrió que ciertos movimientos faciales, la dirección de la mirada o la posición de la cabeza, eran indicadores relativamente consistentes.
Al probar después el algoritmo en más vídeos faciales de conductores ebrios, demostró tener una precisión del 75% para determinar en qué nivel etílico estaba cada persona. La cifra debería mejorar a medida que la tecnología se desarrolle más, lo que podría implicar entrenarla con un conjunto de datos más grande.
El sistema podría integrarse en una aplicación para teléfonos inteligentes (aunque no sería la primera aplicación de detección de intoxicaciones), para que los usuarios pudiesen evaluarse a sí mismos o a las personas que viajan con ellos.
«Esta investigación confirma que es posible detectar niveles de intoxicación con una simple cámara», afirma el científico principal, el Dr. Syed Zulqarnain Gilani. «El siguiente paso en nuestra investigación es definir la resolución de imagen necesaria para emplear este algoritmo. Si los vídeos de baja resolución fuesen suficientes, esta tecnología podría ser empleada por cámaras de vigilancia instaladas en las carreteras, y la policía usarla para prevenir el consumo de alcohol. conduciendo.»
Fuente: Edith Cowan University
Más información: IEEE XPlore