A finales de 2018 se anunciaba el arresto de Carlos Ghosn, el que era presidente de Renault-Nissan por aquel entonces. El motivo era haber utilizado recursos de la empresa de forma ilícita para su uso personal y declarar unos ingresos inferiores a los reales. Esa mala conducta financiera hizo que pasara gran parte del pasado año bajo arresto domiciliario en Japón. Aunque ahora el ex-directivo ha huido a Líbano para eludir a la justicia japonesa, justo antes de un juicio que estaba fijado para el mes de abril.
Ghosn estaba sometido a vigilancia por parte de las autoridades en su vivienda de Tokio, además de tener acceso limitado al internet y al teléfono. Pero eso no evitó que pudiera salir del país utilizando una estratagema bastante llamativa después de una celebración navideña. Se habla de que el directivo se escondió en la caja de un instrumento de gran tamaño para poder salir de su casa sin levantar sospechas. Este punto no está del todo contrastado, ya que hay otras fuentes que afirman que contrató a una empresa de seguridad.
En todo caso, consiguió llegar al aeropuerto y se embarcó en un avión privado con destino Beirut, tras pasar por Turquía. Al parecer, pudo salir de Japón utilizando un pasaporte falso y entró en Líbano con su documentación francesa (Ghosn tiene nacionalidad francesa, brasileña y libanesa). Allí ha sido recibido con los brazos abiertos y ha podido comunicarse con los medios, todo mientras su vivienda en Japón estaba siendo registrada.
Durante los próximos días se espera que conceda alguna entrevista y arroje algo de luz sobre el asunto. De momento, ha lanzado un comunicado oficial en el que sigue defendiendo su inocencia y critica el sistema legal japonés. Para Carlos Ghosn, allí hay una «presunción de culpabilidad, discriminación rampante y negación de los derechos humanos básicos», por lo tanto el opina que no ha huido de la justicia, sino que ha «escapado de la injusticia y de la persecución política». Veremos como se resuelve esta huida.
Fuente: Autocar