Los coches y los ejércitos, cuantas historias de unos y otros y qué alucinantes son. Desde coches malditos que son testigos del inicio de la I Guerra Mundial, hasta historias enrevesadas como esta. Hablamos del cementerio de coches de Chatillon, una población al sur de Bélgica cerca de la frontera con Francia y Luxemburgo. Allí parece ser que los soldados americanos, al abandonar Europa tras la Segunda Guerra Mundial, dejaron sus coches perfectamente aparcados y ocultos en los bosques de Chatillon, esperando recuperarlos algún día, aunque tuvieran que pagar el coste de llevárselos a Estados Unidos ellos mismos.
¿Pero existe en realidad este cementerio? Se dice que hay cuatro cementerios de este tipo en los bosques de los alrededores, algunos dicen que todo este amasijo de coches fue retirado en 2010 por problemas medioambientales, pero otros mantienen que aún existen. Otros apuntan a que muy pocos sabían de su existencia hasta que a través de Google Earth proporcionó a cada usuario de Internet su propio satélite… y apareció el tesoro. Sea como fuere, se conservan fotos, vídeos y sobre todo, su increíble historia.
Indagando un poco más, vemos que hay muchas personas que aseguran que las estructuras de los coches que había en los cuatro cementerios con más de 500 coches, son principalmente de los años 50 y 60. Según apuntan, tanto americanos como alemanes se llevaron sus vehículos de vuelta a casa tras abandonar Bélgica poco a poco… y estos vehículos que vemos en las imágenes se irían acumulando allí años después.
Para liar un poco más toda esta historia cargada de especulaciones, hay quien asegura que todos estos vehículos pertenecían a los locales del pueblo belga y que en parte la historia original tiene algo de cierto. Ellos apuntan que los coches fueron usadis por los militares, ya que los locales se los alquilarían a los soldados americanos destinados en Berlín tras la Segunda Guerra Mundial.
Eso sí, ninguno de ellos parece que fuera propiedad de los americanos. Por último, unos defienden que sí era un cementerio de coches de la Segunda Guerra Mundial… pero que los coches más antiguos fueron robados y sólo quedaron los de décadas posteriores.
Todas estas teorías no hacen sino aumentar el encanto de los coches de los bosques de Chatillon. Ver un atasco gigante de coches oxidados en medio de la vegetación, parece parte de un escenario postapocalíptico. Algunos de ellos fueron objeto degamberradas que los destrozaron, otros fueron robados, y otros desalojados de los bosques de esa zona por los problemas que causaban al crecimiento de la naturaleza.
Os dejamos con las imágenes y vídeos, todo ello espectacular. Y aunque no se sepa la historia real, quizás es mejor así, algo ambiguo y que deja lugar a la imaginación y la elucubración:
Vía: Amusing Planet, RT
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