El Chevrolet Camaro probablemente sea el muscle car por excelencia, un coche que es historia viva de los Estados Unidos y que siempre ha tenido un halo de exclusividad en nuestro continente por su limitada disposición. A lo largo de toda su historia ha tenido innumerables ediciones especiales, a cuál más potente o sorprendente. Aunque una de las más peculiares es, sin duda, el Chevrolet Yenko Turbo Z. Un ejemplar que vio la luz en 1981 en una tirada muy limitada y con la ayuda de un turbocompresor para ganar potencia.
Para quien todavía no sepa quién fue Don Yenko, de quién procede el nombre de este ejemplar, vamos a decir que fue una personalidad para la firma americana. Donald Frank Yenko fue un piloto de carreras que también se dedicó a la distribución de automóviles. Llegó a tener varios concesionarios y también un taller de alto rendimiento especializado en la preparación de vehículos Chevrolet. De ahí que salieran algunos tan significativos como los Yenko Stinger (que partía del Corvair), los Yenko Chevelle y, por supuesto, los Yenko Camaro.
Y los más especiales de todos fueron los Camaro Turbo Z, ya que se convirtieron en los últimos vehículos preparados por el gran Don Yenko. En estos momentos estaba a la venta la generación Z28 del Camaro, que fue precisamente la que utilizaron como base para la transformación. Querían hacer una especie de rival para el Shelby Mustang, así que optaron por una estrategia que ya había comenzado años atrás. Ante las restricciones de emisiones que fueron llegando a Estados Unidos, la turboalimentación era una opción viable para aumentar el nivel de potencia sin que creciera demasiado su contaminación.
Al V8 de 5.7 litros (el considerado bloque pequeño de 350 pulgadas cúbicas) se le instaló un gran turbocompresor que ocupaba un buen espacio bajo el capó y soplaba a 7 PSI. El resultado también era un aumento de potencia ejemplar, pasando de los 165 CV que ofrecía de serie hasta unos nada despreciables 250 CV. Con eso se aseguraban que fuera considerablemente más rápido, reduciendo su tiempo en el cuarto de milla en 3 segundos.
El Chevrolet Yenko Turbo Z no tardó en levantar expectación entre los seguidores americanos. Llamaba mucho la atención por su estética diferenciada, pero también por su exclusividad. Apenas se produjeron 16 unidades, siendo tres de ellas las que tienen denominación Stage II y son más buscadas. Se diferencian por detalles como las llantas Weld, amortiguadores Koni, volante Racemark o asientos de cuero Kamp. Próximamente se va a subastar una unidad y se espera que alcance un valor de entre 60.000 y 80.000 dólares.
Fuente: Mecum Auctions
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