Siempre solemos criticarle a la DGT el afán recaudatorio y que su medida principal para reducir el número de accidentes sea la instalación de radares por todas las carreteras. Sin embargo, nos alegra ver que también presenta otras soluciones interesantes que podrían evitar siniestros mejorado la infraestructura. Han presentado una batería de medidas entre las que destacan cinco por su efectividad y bajo coste. De hecho, ya pueden ser vistas en algunas carreteras del país y se irán extendiendo en los próximos tiempos.
Cruces inteligentes
Es la medida más efectiva de todas, pues se calcula que reducen la siniestralidad un 50 %. Consiste en instalar unas señales inteligentes en intersecciones o cruces peligrosos, sobre todo en los que están en carreteras convencionales. Utilizando unos sensores, la señal se ilumina cuando haya un vehículo que va a hacer la maniobra de cruce. De esta forma, el conductor que va por la vía principal puede estar alerta y evitar así una posible colisión fronto-lateral, que son las más comunes en este tipo de maniobra.
Separación de sentidos
La separación de sentidos de circulación es una medida que puede reducir la siniestralidad entre un 38 y un 40 %. Consiste en separar los carriles de una carretera convencional de varias formas para que los vehículos que circulan en sentido contrario tengan menos posibilidades de sufrir una colisión frontal o fronto-lateral. Se consigue mediante el incremento del ancho de la mediana, instalando una barrera física o una zona central enmarcada por dos líneas longitudinales con un color o textura diferente. También hay ocasiones que se emplea para reducir la velocidad de los usuarios, al dar la percepción de que el carril es más estrecho.
Pavimento pigmentado
El conductor tiene muy normalizada la visión de las señales de tráfico, pero a un despiste puede hacer que pasen desapercibidas. Por eso, el pavimento pigmentado podría reducir los siniestros en un 35 % si los emplean en zonas peligrosas como una curva cerrada o un cruce. Esta medida consiste en pintar el asfalto de un tono llamativo, normalmente rojo, para advertir al usuario que tiene que aumentar su atención en ese tramo. Sirve también para otras aplicaciones como la aproximación a travesías, pasos de peatones o ciclistas y en puntos de baja velocidad.
Guías sonoras
Las guías sonoras son de las más conocidas de la lista y ayudan a reducir la siniestralidad en un 21 %. Son esas pequeñas hendiduras o resaltes en los bordes de la carretera que producen una vibración o sonido cuando el conductor las pisa con los neumáticos. Resultan especialmente útiles para alertar a los conductores que se vayan a salir de la vía o puedan invadir el carril contrario, bien por una distracción o por somnolencia. También pueden ser utilizados para reforzar las líneas continuas o evitar invasiones del arcén.
Dispositivos salvacuneta
Los dispositivos salvacuneta no evitan directamente un accidente, pero reducen su mortalidad o las heridas graves hasta en un 70 %. Consiste en un sistema de tubos o pequeñas estructuras que dan continuidad al drenaje longitudinal, por lo que se reduce la profundidad de la cuneta. De este modo, si un vehículo se sale de la vía el impacto no es tan fuerte o incluso se puede reconducir su trayectoria. También puede mitigar un accidente con motocicleta.